✧༺ Onceavo capítulo༻✧

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—¿Y qué te parecieron mis amigos?

Taehyung preguntó con curiosidad, mientras se disponía a prepararse algo para comer en la cena, luego de que prácticamente estuviera todo el día metido en la editorial en compañía del vampiro de cabello azabache.

—Me cayeron bien, fueron agradables—Jungkook respondió tranquilamente, sin dejar de observar fijamente cada movimiento del humano desde uno de los asientos en la isla de la cocina—. Y parece que si se creyeron el teatro que armamos.

—Sí, también pienso lo mismo.

El escritor admitió estando de acuerdo con el joven de piel nívea, aprovechando a tomar unos cuantos tomates y un pepino para picarlos en rodajas.

La elección de merienda saludable que había hecho era elaborar un sándwich con vegetales y pollo cocinado, degustándolo con una taza de té verde.

—Entonces, ¿podemos estar tranquilos?

—Sí, pero lo mejor es no bajar la guardia, lord.

—Como digas, lirio. Pero cambiando de tema, esa chica...

—¿Esa chica? ¿Te refieres a Miyeon, mi anterior secretaria?

El vampiro musitó un escueto "sí" como respuesta. Aquella situación le había estado agobiando de sobremanera desde que la experimentó y por más que culpara al vínculo de la mordida por la molestia que estuvo atacándole conforme las horas fueron pasando, el azabache sí o sí quería salir de dudas con respecto a esa fémina.

—¿Qué sucede con ella?

El castaño preguntó a la par que dejaba los vegetales picados en un pequeño plato, para luego dedicarse a sazonar una pechuga de pollo que sacaría de su nevera.

—¿Tuvieron una relación más allá de jefe y empleada?

Silencio, eso fue lo que Jeon obtuvo cuando le interrogó. Analizando la espalda ajena totalmente tensa, imaginado que había dado en el clavo.

No obstante, cuando el joven de piel canela se volteó, manteniendo un recipiente entre sus manos, Jungkook se obligó a mirarlo directamente a los ojos.

Encontrándose con algo que lo dejó confundido.

Los preciosos orbes claros cubiertos por espesas pestañas parecían estar a punto de soltar lágrimas, pero no de tristeza. Ese sentimiento no tenía nada que ver con lo que Kim parecía querer expresarle.

Y sin más, el escritor se permitió romper en fuertes carcajadas.

—P-Pero qué cosas dices...

—¿Por qué te ríes? —le reclamó con el ceño fruncido, notando como el humano con su mano libre acaricia su estómago que dolía de tanta risa—. Es una pregunta seria, Kim Taehyung.

—Es que te pasas, Jungkook.

Kim se obligó a calmarse o el vampiro creería que estaba loquito por reírse con tanta intensidad, mientras continuaba con su labor de preparar su rica comida.

—¿Por qué?

—Primero, quita ese lindo puchero de tus labios—le condicionó divertido. Le parecía muy tierno ver enfurruñado al "temible" líder del único clan vampírico de su país—. ¿De verdad crees que pude tener algo con ella?

—Por algo estoy preguntando, fuiste demasiado condescendiente.

Respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

—No querido, eso se llama amabilidad—afirmó, encendiendo una de las estufas tras poner una olla llena de agua para que hirviera—. No puedo creer que pienses que soy heterosexual.

Bad (Good) Decisions; TKVWhere stories live. Discover now