✧༺Primer capítulo༻✧

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El castaño quería arrancarse el cabello a tirones. Desesperado era poco para describir como se sentía. Sus dedos sobre el teclado amenazaban con romper cada una de las teclas.

¿Dónde rayos se había ido su inspiración? ¿Acaso desapareció por completo para no volver?

No lo sabía. De verdad que no lo hacía.

Tal vez si se golpeaba la frente sobre su escritorio conseguiría que las ideas fluyeran como antes. Sí, la idea le parecía muy tentadora.

Soltó un chillido de frustración y dejó caer sus puños a cada lado de su escritorio, mientras se dejaba caer en su cómoda silla.

—¡No puedo, de verdad no puedo! —se quejó con la frustración brotando por cada uno de sus poros—. No doy más, no quiero seguir...

Gracias al estruendo causado por el golpe en la superficie de madera, el castaño no tardó en escuchar como la puerta de su estudio se abría rápidamente.

—¿Qué te sucedió, TaeTae?

La preocupación en la voz de su amigo y publicista Jung Hoseok fue lo que le hizo que levantara su cabeza después de echarla para atrás, creando un inmediato contacto visual.

—No puedo escribir, Hobi...—se lamentó con pesar, masajeando sus sienes—. Las ideas no vienen a mí, y eso me está desesperando.

—Ay, Tae—el mayor dejó salir un suave suspiro, acercándose hasta quedar detrás del escritor para darle un masaje en los hombros—. Te ves horrible y a simple vista se nota que estás exageradamente tenso.

Lo comprendía. Su cara justo ahora debería verse peor que la de un zombie.

—No tienes que mencionarlo...

—Pero tranquilo, aquí está uno de tus hyungs favoritos—musitó con mucha confianza— Desahógate mientras me encargo de que estos músculos se sientan más livianos—apretó levemente la zona a su disposición, robándole un suspiro a Taehyung—. Estoy más que dispuesto a escucharte, de paso también me distraigo de mi propio trabajo.

—Está bien, hyung. Eres un sol.

—Lo sé, lo sé—respondió, sin esconder una pequeña sonrisa—Soy todo oídos.

—Bien, como ya te mencioné, estoy con los nervios de punta por el simple hecho de que en cualquier momento Seokjin hyung entrará por esa puerta y me dará la regañada de mi vida.

—Y eso es algo que te angustia mucho.

—Demasiado—admitió, girando levemente su rostro para observar de reojo al joven de sonrisa brillante—. Porque estoy con un bloqueo horrible, y eso me imposibilita poder escribir el prólogo y el primer capítulo de una historia de la cual todavía no tengo ni la más mínima idea de que va a tratar.

—Ugh... ¿Tan mal estás? —cuestionó con sorpresa—. Yo creí que ya tenías un primer borrador.

—No, ni eso. Si no hubieras entrado, ni siquiera te lo estaría contando, porque sé que tú también tienes tus propios tomentos.

—Quizá, ser publicista de la editorial VanteBooks no es fácil, pero tampoco creo que pueda ser comparado a lo que Jin hyung o tú hacen.

El joven de piel canela simplemente hizo una mueca con sus rojizos labios. Pues en ese preciso momento preferiría cualquier otro trabajo que no fuera el suyo.

Desde muy pequeño amó escribir todo tipo de relatos, y con el pasar de los años, había logrado pulirse en ese aspecto, volviéndose reconocido entre sus compañeros como el estudiante con más posibilidades de volverse un gran escritor a futuro.

Bad (Good) Decisions; TKVWhere stories live. Discover now