Marino a fuego lento [Terminada][Corregido]

- Tranquilo -

La tranquilidad que había en el Moby Dick no era normal, pero totalmente comprensible después de todo el jaleo que habían pasado; ahora que sabían que la operación fue exitosa.

¿Qué haces ahí, hijo? - Shirohige miró a su hijo más escurridizo salir de otro tubo de ventilación; por favor, ni siquiera él sabía que había tantos caminos en el Moby. Estaba ansioso por ver en qué clase de hombre se convertiría Ace.

¡Nada! - Ace miró hacia abajo y Shirohige pensó un poco; en realidad, Ace nunca pasaba tiempo de calidad con él desde el momento en que se subió al barco. Siempre está en algún peligro o algo por el estilo.

¡Ven aquí, hijo! - Eso sonó fuerte, fue una orden. Sabía que si lo convertía en una sugerencia, Ace no lo aceptaría. Los ojos del chico se abrieron con sorpresa.

¿Barba Blanca le acaban de ordenar con una voz de mando? Un, no le gustaba a Ace en realidad. Se quedó paralizado y estaba... ¿llorando? Barba Blanca abrió los ojos, la cagó, tocó un desencadenante.

No, no, no llores - Shirohige tomó a su hijo entre sus manos, pero Ace no dejaba de temblar. - Está bien, hijo, mira siente mi mano, estás aquí, estás seguro, nadie te va a tocar mientras yo esté aquí - Ace se aferró al abrigo del hombre y sintió la tela. Miró a los lados.

Todo estaba bien, ya no estaba en la Marina... La voz serena de oyaji no era como la de Garp; estaba llena de amor y cariño.

¿Oyaji? - preguntó un poco inseguro.

Sí, hijo - Ace suspiró, se sentía avergonzado. No quería que papá lo viera así.

Perdón... eso fue vergonzoso - Ace se secó las lágrimas y se iba a bajar, pero Shirohige lo sentó en su pierna y lo comenzó a hacer saltar como si fuera un niño pequeño, usando una de sus manos para que Ace se sostuviera de ella. - ¿Papá, qué demonios? - Ace estaba rojo como un tomate.

Barba Blanca estaba feliz de haber despejado un poco la mente de su hijo menor.

Está bien, hijo, todos han hecho esto conmigo, hasta Marco cuando llegó de Gurarara- Ace se sentía avergonzado, pero lentamente se dejó. En realidad, era una buena sensación.

Uh, es... Divertido - Claro, Ace aún era un mocoso que nunca había tenido estas experiencias.

Ahora estaban en un ambiente tranquilo, cuando Thatch entró a la habitación junto con Haruta.

¿Sí, hijos? - Ace se avergonzó un poco por ser atrapado en esta situación.

¿Podemos, papá? - Thatch ya estaba acostumbrado. Al principio, a él también le daba un poco de vergüenza.

Y ahora los tres estaban sentados contra el abdomen de Barba Blanca, mientras se quedaban dormidos. Shirohige sentía una paz y tranquilidad tan grande en su corazón. Esperaba que con estas cositas, Ace entrara en confianza con los demás, aunque ya sabía que había estado jugando en la lavandería con sus mocosos más traviesos.

Solían esconderse ahí de los ojos de los más rigurosos de sus hermanos, como Marco.

¿Te han dicho que eres el mejor hermanito menor? - Haruta y Thatch estaban molestando a Ace, que se trataba de escapar, pero las manos de Barba Blanca sosteniéndolos en su regazo los mantenían en su lugar.

No me jodan... - Ace no podía escapar de las manos y abrazos de Thatch y Haruta. - ¡Oyaji! - ¿Eso acaba de ser el primer llamado de berrinche de Ace?

Ohhh, es la primera vez que llamas a oyaji para que te ayude - Haruta se rió mientras acariciaba el cabello de Ace.

¿Papá ha visto a Ace yoi? - Shirohige miró a Ace, que estaba jugando con sus hermanos en sus manos.

¿No? - Marco miró a oyaji con cara de "¿En serio?"

Papá nos devuelves a nuestros chicos - Izo iba a acercarse para hablar con Thatch, pero los 3 chicos se aferraron al hombre que era su padre.

Noooo, estamos jugando - Haruta rió cuando Ace se aferró a Barba Blanca más, haciendo ojos de cachorrito para hundir el barco. El hombre no se podía resistir a su hijo menor. No lo iba a dejar ir; era bueno que Ace jugara un poco.

Está bien, hijo, solo están jugando. ¿Ya entregaron su papeleo? - Los 3 mocosos asintieron. Sí, habían hecho la "tarea".

Papá, no puedes secuestrar a... no mentira, siempre secuestras gente - Vista miró a otro lado pensando en la vida.

Bien, entonces vamos a conseguir un poco de comida. Hablamos en la noche, Ace yoi- Ace asintió. No tenía ningún problema con eso, pero ahora mismo quería seguir jugando. Este era un lugar seguro perfecto para jugar.

¿Por qué nunca juegas, Acey? - Thatch le preguntó a Ace mientras ambos se empujaban.

No estoy acostumbrado - Ace estaba haciendo un moño en el cabello de Thatch.

Pero ahora estás jugando - Haruta se paró del empujón mientras su padre estaba relajado escuchando la conversación.

El otro día jugué con Darren y los demás, y fue... agradable - Thatch lo entendió. Cuando él estaba libre, también bajaba a jugar de vez en cuando.

Darren es divertido, es un buen hermano - Haruta estaba de acuerdo mientras subía por un brazo de Oyaji, que asentía de acuerdo.

Ace creo que sería bueno que pases 2 horas al día conmigo - Thatch sonrió. Él también pasó por lo mismo cuando llegó al barco y no se quería relacionar con nadie, porque bueno, secuestro y miedo en un cocinero inseguro no eran una buena combinación.

Pero... - Thatch le dio un golpe en el codo.

No te va a pasar nada, yo también pasé lo mismo - Ace aceptó un poco nervioso, pero aún así se sentía bien. Sabía que Barba Blanca no le haría nada, no después de la demostración de confianza que acababa de mostrarle hace algunos momentos.

¿Alguna vez no tuvieron que secuestrar a alguien ni una sola vez? - Era una buena duda.

Namur cayó en el barco por accidente después de una tormenta marina, así que básicamente el destino nos arrojó un tiburón volador con nuestra marca desde el cielo. Yo contaría eso como golpe del destino, pero aún así casi nos come el brazo cuando se despertó. - Haruta sintió en las palabras de Thatch.

Oyaji aún tiene la mordida - Ace abrió los ojos buscando una confirmación de Barba Blanca, que le mostró su brazo. Ahí, en comparación con su brazo, una mordida mediana.

Su hermano estaba muy asustado, pero lo tomó como el recuerdo de uno de mis hijos, como cuando Thatch casi se quema y lo saqué del fuego, o como cuando Haruta quedó atrapado en una base marina y fuimos a buscarlo - los chicos rieron ante las anécdotas.