Marino a fuego lento [Terminada][Corregido]

- División -

Ace sentía que todo le dolía. No quería abrir los ojos; solo deseaba esconderse en lo que lo cubría y no salir nunca más, una pequeña pupa escondida.

Pero tuvo que abrir los ojos asustado cuando un fuerte temblor sacudió el barco. Un miedo golpeó su pecho y lo hizo retroceder. Siseó ante el dolor en su abdomen y se quedó quieto, mirando a todos lados confundido.

Se levantó de la cama lentamente y se apoyó en la muralla para llegar hasta la ventana más cercana. Podía observar todo lo que estaba pasando. La enfermería estaba sola; todos estaban abajo reunidos, mirando algo. Quería ir, pero por alguna razón tenía miedo.

Aunque no podía ver, podía escuchar. Ace se concentró en lo que estaba pasando.

¿Te atreves a traicionar a esta familia? - La voz de Barba Blanca resonaba por todo el barco.

¡Esta nunca fue mi familia, solo son un grupo de anormales que no eran capaces de aceptar que van a estar solos hasta el jodido día de su muerte! - Ace solo escuchó un sonido ahogado y cómo se rompían algunos huesos.

Sintió náuseas cuando escuchó un chapoteo en el mar. ¡Oh, mierda! Tenía miedo; sabía que eran piratas, y ya había vivido muertes antes, pero esta vez había algo diferente: estaba dopado, y eso lo hacía más sensible. También estaba herido de gravedad; no tenía absolutamente nada que hacer si se les ocurría atacarlo.

Escuchó cómo los pasos se acercaban corriendo a él. Tenía frío y miedo por la droga. Se pegó a la muralla como un gato asustado; su abdomen dolía, y sentía que quería llorar. No, mejor lo arreglaba, estaba llorando.

¿Ace? - Thatch entró corriendo a la habitación para ver a Ace llorando y temblando en una esquina.

¡No te acerques! - Ace dio un balbuceo lastimoso cuando Marco apareció justo detrás de Thatch muy preocupado.

Ace, cálmate. Tranquilo, somos nosotros, yoi. - Ace se estremeció y trató de apretarse más contra la muralla cuando Marco dio un paso adelante.

No, no, no. - Ace no dejaba de llorar e hipar; estaba tan jodidamente asustado.

No, ven aquí, Ace. - Thatch quería acercarse, pero comenzó a temblar y llorar más; parecía estar a punto de un colapso.

¿Qué está pasando aquí, hijos míos? - Ace abrió sus ojos que no dejaban de llorar para mirar directamente a los ojos al hombre y comenzar a balbucear mientras se cubría con los brazos.

A Shirohige no le gustaba absolutamente nada; su hijo estaba tan asustado en el suelo, llorando. No podía aceptar eso. Aunque el chico se negó y forcejeó mientras lloraba, lo levantó en sus manos y lo pegó a su pecho como un bebé.

Ace empujó con sus brazos, pero no podía contra la fuerza del hombre, mientras lloraba bastante fuerte, llamando la atención de todas las divisiones que se acercaron para tratar de calmar a su hermanito bebé.

Es porque está dopado; está sintiendo las emociones demasiado fuerte, y el shock lo tiene alterado, yoi. - Marco se sentó en la rodilla de Oyaji; ninguno de ellos sabía cómo demonios calmar a Ace.

Poco a poco, Ace se dio cuenta de que no estaba en peligro; estaba en los brazos de Barba Blanca. El dopaje comenzó a desaparecer del cuerpo de Ace, y lentamente comenzó a darse cuenta de dónde estaba y de cuánto le dolía el estómago. Estaba tan agotado.

¿Qué MIER...? - Ace, todo adolorido, tocó su estómago.

¡Ace! - Thatch se lanzó sobre el chico mientras Marco lo tiraba para que no se cargara sobre la herida de Ace. - Gracias, me salvaste la vida. Si no fuera por ti, lo más seguro es que fuera papilla de Thatch. - Ace puso una cara de "no me toquen, simios" cuando Thatch se le subió, y Ace comenzó a empujarlo, pero no tenía fuerzas para eso.

Está bien, no lo hice por ti; solo fue un jodido accidente. - Ace se escapó de los brazos de Barba Blanca, quien lo pensó un poco. Se veía como una coincidencia que Ace estuviera justo en el momento exacto.

No digas mentiras, Ace. - Izo movió su abanico para retirarlo de su boca y puso una mirada seria mientras Ace se encaminaba hasta la cama porque se sentía mal.

¿Qué quieres decir, hijo mío? - Shirohige miraba a Izo que estaba retando con la mirada a Ace, que rechinaba sus dientes.

Sí, ¿qué significa eso, yoi? - Marco trató de ayudar a Ace a sentarse en la cama, pero el pecoso se cubrió hasta la cabeza dándoles la espalda. Este no era su asunto.

No soy tu hermano... - Bay no podía luchar contra la cara de cachorro golpeado de Ace; tal vez en otro momento.