- Genuino -

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Ahora, Ace era completamente un Barba Blanca genuino, a pesar de que estaba completamente vendado en la espalda y el pecho, y le dolía solo con el hecho de moverse. Quería llorar y matar a cada uno de los tripulantes que estaban en ese barco.

¿Ace, yoi? - Aquí estaba Marco otra vez, intentando persuadirlo para que saliera del encierro de su habitación.

Muerte al pollo asado - Ace miraba con cara de "te voy a tirar al mar en cuanto tenga la oportunidad" y se giró para mirar a Marco. No quería ver a nadie por un buen tiempo.

Por favor, no me tires al mar, yoi - Marco quería llevarse bien con Ace ahora que era parte de la familia y tenía la bendición de Oyaji. Tenía las puertas abiertas para tratar de iniciar un cortejo.

¿Qué es lo que quieres? - Ace casi gruñó cuando Marco dio un paso más al frente.

Solo para avisarte que los demás ya llegaron, yoi - Ace se puso la mano en la cara, suspirando.

¿Qué es lo que pasa, yoi? - Marco se acercó y se tomó la libertad de acariciar el cabello de Ace.

Solo estoy irritable - Ace se quitó las manos de la cara y se puso de pie, pero sisó al levantarse.

Lo siento, se nos olvidó decir que, aunque usara mis poderes después, dolería el doble. Ya sabes, tatuajes con agujas de piedra marina, yoi - Ace lo miró feo, pero suspiró cuando la mano de Marco acarició su nuca. El contacto físico con las almas gemelas era anestésico, y Ace lo sabía, pero era muy vergonzoso acercarse más a Marco.

Vamos - Ace caminó por el barco para llegar a cubierta, y lo primero que escuchó fueron quejidos. Ace miró a Marco interrogativo, pero el chico de cabello rubio miró a otro lado, evitando por completo al chico de fuego.

Cuando por fin llegaron a la cubierta, todos sus hermanos estaban llorando o quejándose mientras tocaban las zonas de sus cuerpos vendadas.

¿Qué les pasó? - Ace se acercó corriendo, aunque le doliera. Deuce se abrazó a él, casi chillando.

Estos desgraciados - Deuce casi se muere cuando Barba Blanca lo miró.

No les digas así a tus hermanitos, hijo. GURARARARA - Ace aún no tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero para que Deuce reaccionara de esa manera era algo que le interesaba.

No eres mi papá - Ace se rió cuando Deuce miró a otro lado completamente ofendido.

¿Qué les sucedió? - Ahora buscó respuestas de Banshee, mientras saludaba a Kotatsu que ronroneaba frotándose contra sus piernas.

Aparentemente lo mismo que te pasó a ti, tatuajes sorpresa - Banshee también miró feo a los piratas que saludaban a su nueva hermana.

¿Y por qué Cornelia parece estar a punto de morir? - Ace miró a Namur, que se acercó con una bolsita de hielo para el chico de cabello morado.

Es que él se resistió y digamos que al tatuador que lo trató no le gustó, y...tal vez, lo noqueó y lo lastimó - Ace ardió en fuego. ¿Quién había tocado a Cornelia y se atrevía a seguir caminando en la misma galaxia que él?

Está bien, hijo...ya me encargué de eso - Barba Blanca no dejaba que nadie atacara a sus hijos. Él mismo se había encargado del desgraciado, aunque se sentía culpable. Sabía que tenía que haber supervisado él mismo cada tatuaje para que los mocosos no salieran lastimados.

Pero tranquilo, Acey - Thatch pasó su brazo por los hombros de Ace, sorprendido al ver que esta vez no fue lanzado contra el piso. - Hice una cena especial para celebrar el nuevo tatuaje de cada uno de nuestros hermanitos.

Esto duele - Cornelia caminó hacia Ace, que por primera vez frente a los demás dio una risita baja. Pero todos querían verlo más, mucho más. Ace era como un sol al que no querían dejar de ver.

Lo siento, pero ya va a pasar - Izo acarició el cabello de Cornelia, que le hizo un puchero. Izo quería que Cornelia fuera parte de su división.

Al final, todos terminaron escondidos en la habitación de Ace. Sabían que tenían que rellenar el tatuaje en algún momento de su vida, pero ninguno esperaba que fuera en una emboscada y que uno de ellos saliera tan jodido.

¿Te hizo algo feo en el tatuaje? - Banshee fue la primera en preguntar.

Sí, pero Izo lo arregló. Aunque nunca había llorado como un bebé de esa forma - Cornelia se sonrojó al recordar que, por el dolor, estuvo llorando en los brazos de Barba Blanca como un bebé mientras trataban de arreglar lo que habían hecho en su marca. Aunque el trabajo de Izo fue sensacional y quedó fabuloso, el dolor de que traten de romper una marca es muy fuerte, y él mismo en su llanto sentía la furia del mismo Barba Blanca por todos lados en ese momento. Aunque él no podía hacer nada más que mantenerse escondido en el pecho del hombre mientras todo le dolía y se sentía a punto de desmayarse.

No es tan mal, papá - Cornelia se sonrojó y miró a todos, que reían por lo bajo.

Sí... No es malo - Los de la tripulación de Ace, que ahora eran Barbas Blancas, casi se ahogan y mueren ahí mismo cuando Ace dijo eso. El chico se encendió en fuego por la vergüenza.

¡No les cuento nada más! - Ace se sonrojó y miró hacia abajo. Entre los demás, se miraron y lo pensaron un poco.

Se siente bien - No le iban a decir a Ace que en el otro barco no dejaban de acariciar el cabello de todos.

Marino a fuego lento [Terminada][Corregido]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora