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El lugar de siempre era un edificio abandonado en la Calle Mokemoke, y del interior de una de las casillas de correo sustraje un paquete marrón. De regreso en mi apartamento, abrí la caja fuerte que tenía escondida debajo del piso donde ocultaba dinero y armas, deposité los documentos, cerré la puerta metálica, y puse todo de vuelta en su lugar.

Camino al Roxbury tomé precauciones para no ser seguido. Ya en la habitación del hotel, le expliqué a Madison que estaría más segura en los Territorios del Norte. Ahí tu padre es persona non grata, le dije. El gobierno jamás lo dejará entrar.

¿Pero qué hay de ti?

Apenas se enfríen las cosas, me reuniré contigo.

Madison asintió.

Maddy, ya no podrás regresar a tu casa, ni a tu trabajo. Tendrás que permanecer aquí un par de días, hasta que todo esté listo.

Pero...sólo tengo la ropa que llevo puesta.

No te preocupes. Estoy enviando a alguien a tu casa para que te traiga una maleta con los esenciales...Ahora, escúchame bien...Ya no podremos comunicarnos más. Es importante que por ningún motivo entres en contacto conmigo. Tan sólo nos veremos de nuevo en dos días, cuando venga a recogerte. Espérame en la entrada del hotel. Pasaré por tí en el auto a las seis de la mañana.

Está bien.

Antes de irme besé a Madison, y le dije: Por favor, pase lo que pase, quiero que confíes en mí.

Te amo, lo haré.

Humanos ArtificialesWhere stories live. Discover now