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Era temprano y estábamos desnudos sobre la cama. Madison recostaba la cabeza sobre mi pecho. Tu corazón, dijo. Lo oigo latir.

Deslicé mis dedos entre sus cabellos y la acaricié.

¿Por qué estás tan callado? susurró. Di algo.

Chica de los cabellos dorados.

Ella rio. Ahora di otra cosa, algo sobre ti.

¿Algo como qué?

Lo que tú quieras, pero sobre ti. Me gusta oír el sonido de tu voz.

Veamos...soy Capricornio. ¿Satisfecha?

Más.

Me gustan las películas en blanco y negro.

Sigue. Quiero oír más.

Una vez, me rompí esta mano. Si la doblo mucho, hace un pequeño "clic". ¿Lo oyes?

Pobrecito, dijo, y besó mi mano. Cuéntame más cosas. Algo dramático.

¿Tipo telenovela?

¿Cuántas veces te han roto el corazón?

Ninguna. Al menos que yo recuerde.

¿En serio? ¿Es porque tienes mala memoria, o nunca hubo nadie especial en tu vida?

La segunda.

Madison acercó sus labios y me besó largamente.

Después le pregunté: Tu nombre artístico...Lulu Love. ¿Quién te lo puso?

Yo misma.

¿Lo escogiste porque a todos seduces con tu voz...y tu magnífico cuerpo?

Madison rio. Me puse Lulu Love porque amo las historietas de La Pequeña Lulú.

¿Todavía lees a La Pequeña Lulú?

¡Por supuesto! Abrió el cajón del velador y sacó media docena de revistas.

Mira tú.

Puedes hojearlas mientras voy preparando el café. Se puso de pie. ¿Te apetecen huevos revueltos?

¿Huevos revueltos?

O fritos. Tú escoges. Después de esta mañana, te mereces un buen desayuno.

Me levanté y recogí mis ropas del suelo. Me encantaría, pero...no acostumbro a desayunar.

¿No?

Además, ya es hora que vaya a la oficina. Estoy seguro que tengo clientes esperándome.

Claro.

En la puerta, me quise despedir con un beso. Pero ella apartó el rostro.

Humanos ArtificialesDove le storie prendono vita. Scoprilo ora