Obra 2: Peligros 7/17

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"Vamos a llegar tarde, Ichigo."

"Sigues diciendo eso", dijo en su almohada, "pero todavía no me importa". Entonces gruñó cuando el peso añadido de ella se posó sobre su espalda, su piel contra la suya y el calor de su aliento en su cuello.

"Ichigo," gimió ella con esa molesta voz suya, un rizo de cabello negro rozando su mejilla mientras apoyaba su barbilla en su hombro. "Chad e Ishida ya están abajo".

"Sobrevivirán".

Por un momento hubo un bendito silencio antes de que él sintiera sus dedos bajando desde la nuca para trazar las vértebras de su columna. El ligero toque lo hizo volver a dormirse hasta que ella hundió sus dedos en los hoyuelos en la parte baja de su espalda, sus digitales demorándose en la cintura de sus bóxers. siseó. -Rukia, maldita sea.

"Levantarse."

Ya lo soy, pensó sombríamente. "Basta", dijo en su lugar.

"Vamos a llegar tarde", enfatizó, saltando ligeramente como si  eso  lo animara a dejar la cama.

Él gruñó en advertencia, pero cuando todo lo que ella hizo fue mover su pierna ligeramente para que quedara entre las suyas; su rodilla rozando contra cierto apéndice burlonamente, supo que tenía que hacer algo. Mitad por instinto y mitad por reprimenda, los hizo cambiar de posición en unos momentos. Con ella debajo de él, el cabello negro azabache esparcido sobre la almohada que alguna vez estuvo vacía y los labios rosados ​​entreabiertos con leve sorpresa, gruñó de nuevo.

"No sabes cuándo renunciar, ¿verdad?"

Sus ojos se abrieron por solo una fracción de segundo antes de tener la audacia de sonreírle. "Sin embargo, ahora estás despierto, ¿no?"

Perra.

"Vamos", sondeó ella, hurgando en sus costados. "Vístete, vamos a la playa".

Poniendo los ojos en blanco y exhalando aire por la nariz, frunció el ceño. "La playa no va a ninguna parte".

"Pero podría".

Frunciendo el ceño, su cerebro confundido por el sueño recordó: "¿Ya viste a Urahara?"

Ella asintió y abrió la boca para decírselo hasta que el sonido de la puerta de su dormitorio al abrirse la interrumpió, junto con el bramido de su padre: "¡Mi hijo se está convirtiendo en un hombre! ¡Mira esa forma!".

El peligro de volver a estar bajo el techo de su padre: su padre.

Su ceño se profundizó.

Maldita sea.

"¿A-ano, Kurosaki-kun?"

Ichigo decidió que estaba pasando algo extraño, y definitivamente no era porque su mañana había comenzado tan violentamente como solía hacerlo cuando estaba en casa.

E incluso si lo fuera, no era como si su día estuviera totalmente arruinado como resultado.

Resultó que el clima era sorprendentemente cálido y todos se vieron obligados a meterse en las aguas para darse un chapuzón. Aunque Tatsuki envió a Keigo a volar por una decisión mal tomada de  manosearla accidentalmente  y usar las olas como excusa.

ESPACIO  LIMINAL (Ichigo x Rukia)Where stories live. Discover now