Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ Thomas

CAPITULO 41

NO EDITADO

232.01.30

Cuando llegaron a la habitación de Hayleen todavía se escuchaba a lo lejos la música y los gritos. Minho la había recostado en la cama y se había ido a buscar ropa interior limpia para él. Lyn sabía que ella también debería moverse para alcanzar su propia ropa, pero sus músculos se sentían placenteramente pesados después del tiempo que había pasado con su alma gemela.

Minho no tardó mucho en volver a la habitación y le pasó una de las bragas de encaje que estaban claramente a la vista en la caja que había llegado junto a Teresa. Lo sintió sentarse detrás de ella y suspiró aliviada al sentirlo peinar su cabello; definitivamente ella no quería tener que hacerlo. Decidió aprovechar ese momento para ponerse la ropa interior sin que él la viese; casi que podía imaginar el calor de su mirada y la gran posibilidad de que se abalanzase sobre ella una vez más.

De hecho, Minho terminó más rápido de lo que ella hubiese imaginado para lo que generalmente tardaba ella peinándose. Su alma gemela estiró una mano para alcanzar la remera que había apoyado a su lado y se la pasó a Hayleen por la cabeza. Lyn se dio cuenta que no era una de las camisetas de Newt y le lanzó una mirada sospechosa; tampoco era de Thomas, estaba segura.

-Newt ya tuvo el honor demasiado tiempo, princesa -se excusó con una sonrisa pícara que hizo que su corazón se saltara un latido repentinamente.

Negó con la cabeza divertida, pero decidió no decirle nada; realmente lo único que quería era derrumbarse en la cama y dormir.

-No me voy -se apresuró a dejar en claro cuando ella lo miró después de taparse con las sábanas.

-Minho...-murmuró mirándolo fijamente.

-Princesa...-le respondió en el mismo tono, cruzándose de brazos y desafiándola con la mirada a echarlo.

-Te odio -se quejó, pero estaba claramente luchando por contener una sonrisa; sabía que era misión imposible echarlo, así cómo lo había sido alejarlos desde que se habían enterado de la muerte de Ladena.

-Me amas -se río, acostándose a su lado y atrayendo su cuerpo hacia él-. Hasta que te duermas -prometió sabiendo que ella le iba a pedir que se fuese para que Newt no sospechase nada.

-Más vale que te vayas -murmuró en un tono amenazador; o al menos esa era su intención, pero ya se estaba quedando dormida y probablemente sonó más bien como palabras arrastradas.

Un par de horas después Lyn se despertó con los ojos llorosos y buscó desesperadamente a Minho a su lado. No estaba ahí, había cumplido su promesa. Estaba a punto de entrar en pánico y salir corriendo a buscarlo cuando se dio cuenta de la mano hirviendo sobre su brazo.

-Newt...-susurró aliviada-. Pensé que estabas en la fogata -agregó tratando de calmarse, sabiendo que era necesario demostrarle que podía estar sola para que dejase de seguirla a todos lados.

-No volviste -sonó en un tono ligeramente acusatorio que sabía que tenía mucho que ver con que cada vez que la encontraba sola la mirada atormentada volvía a su rostro-. Me escapé en el primer momento que pude -explicó.

-Estaba con Minho -murmuró viéndolo prepararse para acostarse, asegurándose de no mirar hasta que Newt se metió debajo de las sabanas para evitar tentaciones.

-Minho no está acá -sonaba molesto en contraste con el roce suave de sus dedos acomodando un mechón del cabello de Lyn detrás de su oreja-. No está, y tuviste una pesadilla...Otra vez.