CAPITULO 15

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NO EDITADO


231.12.11

A la mañana siguiente Hayleen se despertó abruptamente por los quejidos de Seth. No sabía qué hora era pero, sin duda, su hijo no quería estar más tiempo solo en la cuna teniendo en cuenta lo fuerte que se estaba quejando. A pesar de que todavía estaba desorientada por el sueño, su cuerpo reaccionó automáticamente e intentó salir de la cama. Sin embargo, el brazo que la estaba sosteniendo no la dejó avanzar más que unos centímetros antes de volver a empujarla hacia la cama.

-Voy yo, ángel. No te preocupes, necesitas descansar-susurró Thomas adormilado.

Murmuró algo similar a un agradecimiento y se aferró a la almohada. Para cuando él había atravesado la puerta, ella ya había caído en la inconciencia nuevamente.

Se despertó pocas horas después, mucho más descansada, debido a un bebé que estaba recostado a su lado riéndose mientras Thomas intentaba desenterrarla de entre las mantas y despertarla.

-¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá!-decía una y otra vez el pequeño diablito riéndose y aplaudiendo, aparentemente muy divertido por las quejas de Hayleen que intentaba esconderse de las manos de Thomas y quedarse en la cama acogedora.

-Vamos, ángel. Te dejé dormir bastante.

-¡Pero estoy cómoda!-se quejó haciendo pucheros y sacándole la sábana de la mano para volver a cubrirse la cabeza.

-Podemos quedarnos un rato aquí los tres juntos –aceptó suspirando derrotado-. Después iré a cocinar y tú puedes quedarte un rato más con Seth porque estoy seguro que en unos minutos vas a terminar diciendo que tienes hambre.

La sonrisa tímida que le dio fue suficiente respuesta para confirmar que eso es lo que iba a suceder. Thomas puso los ojos en blanco y sonriéndole divertido se dejó caer al otro lado de Seth.

Luego de almorzar y mientras Seth jugaba con unos juguetes en el piso, Thomas le dio una mirada que Lyn reconoció en un instante como una peligrosa para ella.

-¿Qué?-cuestionó preocupada aunque internamente estaba buscando una excusa para salir de la conversación que, probablemente, estaba por venir.

-Nos vamos a casar –declaró Thomas desafiándola a negarse.

-Puede que hayas puesto un anillo de compromiso en mi dedo –dijo ella levantando la mano y moviendo el dedo para demostrar el punto- pero eso no significa que vayamos a casarnos. Necesitas que yo diga que sí y no lo haré –afirmó fulminándolo con la mirada.

Thomas parecía estar esperando esa respuesta y puso esa sonrisa horrible que ella odiaba tanto y nunca presagiaba algo bueno. Empezó a acercarse a ella mientras Lyn retrocedía cautelosamente. Su espalda terminó chocando con la encimera de la cocina dejándola sin escape; él se inclinó y le corrió un mechón de cabello de la cara para luego poder susurrarle al oído.

-Eso se puede arreglar. Después de lo que sucedió con ese fallido escape de Rachel, no hay ningún favoritismo que la ponga a salvo. Sería una pena que algo le sucediese a su novia dentro del laberinto.

-¡No te atrevas a hacerle daño, Thomas!-le gruñó intentando empujarlo furiosamente.

-Me imaginé que no querrías ver a tu amiguita sufrir por tu culpa. Aunque siempre podríamos ir directo a la fuente...si no te casas conmigo, Rachel no va a llegar con vida a su primer día dentro de las pruebas-amenazó y, por la mirada victoriosa en sus ojos, estaba más que claro que él ya sabía cuál sería su respuesta.

-Eres un monstruo –susurró con lágrimas en los ojos.

-Y tú eres demasiado buena. A veces tienes que hacer sacrificios para conseguir tus objetivos. No estar dispuesta a sacrificar cosas hace que tengas menos chances de ganar, ángel.

Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ ThomasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora