CAPITULO 6

1K 94 1
                                    


NO EDITADO

231.12.01

Thomas no esperó más, estaba ansioso por tenerla a solas y castigarla por lo que le había dicho acerca de otro follándola contra la pared y por esos dos años innecesarios que había pasado sólo por culpa de ella.

Rápidamente la levantó mientras ella pataleaba y le golpeaba en la espalda con los puños tratando de liberarse desesperada, a pesar de que cada vez estaba más excitada debido a sus cuerpos tocándose y rogando por sellar el vínculo. Él prácticamente corría hacía su habitación, sin verse afectado por sus intentos de escapar de él.

Reconoció la zona en la que se hallaban, era la misma área fuertemente vigilada en la que había estado la habitación de Gally, aunque parecía que tras los recientes sucesos de violación a la seguridad, estaba aún más protegida.

La puerta a la que accedió sin demasiada dificultad Thomas era una de las últimas del largo pasillo y probablemente llevaba a una de las residencias más grandes. Era un pequeño departamento, ya que estaba incluso equipado con cocina y hasta tres puertas eran visibles en el lugar, lo que le hizo pensar que quizás la puerta en la habitación de Gally llevaba a más de lo que ella creía inicialmente si se parecía en algo a dónde se encontraban ahora.

No pudo evitar quedarse congelada mirando la sala de estar. Tenía una biblioteca enorme que ocupaba toda la pared y las manos le picaban con la necesidad de agarrar los libros y revisar todo lo que aún no había leído y podía leer de allí; tuvo que recordarse a sí misma que de ninguna manera se estaba quedando con él en su departamento.

-Decidimos que yo tendría el lugar más grande, ya que sería el último en ingresar al laberinto. Una de las puertas lleva al escritorio, ya que cuando puedo prefiero trabajar desde aquí, y la otra estaba allí por si lográbamos encontrarte con tiempo y teníamos la oportunidad de alojar a alguna personita especial, así que allí dormirá Seth cuando lo traigan por la mañana-explicó mientras se dirigía a la última puerta a la derecha e ingresaba.

Era el dormitorio principal, por supuesto. La cama estaba cubierta con sábanas gris oscuro, que parecía ser en general el color predominante de la habitación. De un lado había una puerta que supuso llevaba al baño y una gran abertura que dejaba ver un vestidor.

Cerró la puerta y la colocó suavemente en el piso. Al instante intentó agacharse y pasar por debajo de su brazo para llegar a la puerta y dejarlo atrás en esa habitación pero era extremadamente rápido y en un movimiento ya la tenía aplastada contra la pared, enjaulándola con su cuerpo y dejándola sin posibilidad real de escape.

-¿Qué era eso de que un tipo te folló contra la pared?-preguntó con una sonrisa depredadora que prometía retribución por ese comentario-. Creo que ya sabes que los únicos que pueden tocarte somos nosotros pero quizás necesites que te lo haga tan duro contra la pared que jamás puedas volver a pensar en algo así sin acordarte de mí.

-¡No! ¡No lo necesito!-exclamó tratando de empujarlo para que haya algo de distancia entre ellos pero él no le permitía moverlo ni un centímetro-. Yo decido quién puede tocarme y si quiero que alguien que no sea ustedes lo haga, entonces lo hará. Y, definitivamente, no quiero que tú me toques así que no lo harás-agregó fulminándolo con la mirada.

Ciertamente no era la respuesta más adecuada porque sólo logró hacer que el brillo oscuro en sus ojos se acentuara.

-Te deseo buena suerte deteniéndome entonces, ángel –le sonrió burlonamente y la besó.

Trató de no devolverle el beso pero, incluso si logró contenerse por un segundo, finalmente terminó haciéndolo. Al mismo tiempo que ella llevaba sus manos al cuello y cabello de él para acercarlo aún más durante el beso, Thomas aprovechó para poner sus propias manos sobre las piernas de ella y colocarlas en su cintura, sosteniéndola entra la pared y él.

Hayleen echó la cabeza hacia atrás gimiendo al sentir su erección alineada justo contra ella, sus brazos cayeron sin fuerza alrededor de sus hombros. Él aprovechó la oportunidad y comenzó a chupar y morder el lugar en su cuello dónde su nombre estaba escrito, mientras apretaba uno de sus senos a través del vestido.

-¡Detente!-gimoteó otra vez intentando alejarlo de ella; a pesar de que su cerebro estaba nublado por el placer, cada tanto obtenía algunos destellos de cordura que le hacían recordar por qué lo que estaba pasando no estaba bien y tenía que detenerse.

Esta vez no había droga mágica que lo llevara a la inconciencia y devastara el vínculo, y lo único que los separaba era la ropa interior de ella y los pantalones de él. Mientras él la volvía besar con fuerza en los labios y colocaba una de sus manos en la cadera de ella para sostenerla contra la pared, llevó la otra hacia el cierre de su pantalón y liberó su polla.

La única advertencia que tuvo antes de sentirlo dentro de ella fue el roce de sus dedos corriendo hacia un costado la pequeña tela que le impedía estar dónde tanto deseaba. Fue todo tan rápido que en el momento que reconoció su tacto y el fuego que se encendía aún más intenso dentro de ella, la cabeza de su polla ya estaba abriéndola y guiándose dentro de ella.

Le clavó las uñas en la espalda y apoyó la cabeza en su hombro, tratando de anclarse a algo en medio del placer. Su cuerpo temblaba y lo apretaba, tratando de llevarlo aún más dentro de ella. Finalmente, después de moverse casi milimétricamente y hacer que su cuerpo se retuerza de la desesperación por tomarlo todo, la llenó por completo; sin duda, acababa de descubrir que hacerlo de esa manera era más que efectivo como castigo.

Al instante que tocó fondo, retrocedió y comenzó a golpearla tan duro contra la pared que tuvo que aferrarse más fuerte a él para estabilizarse con el cambio de ritmo; no es que el agarre de acero en su cintura la dejara ir a algún lado no obstante. Reticentemente, gimoteó con cada golpe en su interior, acompañando sus gruñidos apenas audibles.

De alguna manera supo, al igual que con Gally, cuándo él estaba a punto de correrse pero, antes de que pudiera decir algo, él ya se había empujado lo más profundo que podía dentro de ella, llenándola con su semen justo al mismo tiempo que ella alcanzaba el orgasmo.

Ese vacío que siempre había estado ahí, fue reemplazado por el vínculo recién formado entre ellos. Aun así, la sensación que la acompañaba desde que Gally perdió sus recuerdos, no había sido erradicada; supuso que solo la restauración de ese lazo podría hacerlo.

Sin bajarla la llevó hacia la cama y, besando cada pedazo de piel que pudo encontrar, le sacó el vestido y los zapatos. Tan agotada y aturdida había quedado que apenas notó el vacío que la siguió cuando Thomas se deslizó fuera de ella y se apartó para desnudarse también. Tampoco había notado que, inconscientemente, había estirado la mano tratando de evitar que se aleje y el pequeño sonido de queja que había dejado escapar cuando su polla se escapó de dentro de ella.

No tuvo que esperar mucho para volver a sentirlo, quizás si hubiese tardado más Hayleen habría reaccionado del estado en el que se encontraba y lo hubiese enfrentado. Sin embargo, eso no sucedió y él parecía no querer sufrir el distanciamiento entre ellos ni un segundo más del estrictamente necesario, y parecía querer tomarse su tiempo para adorar su cuerpo ahora que ya se había descargado y asegurado el vínculo entre ellos.

-No puedo esperar para ver cómo tu vientre se hincha con mi bebé-dijo sonriéndole y besando su vientre con amor.

Eso pareció ser suficiente para regresarla a la conciencia de lo que estaba sucediendo.

-No...No quiero otro bebé-murmuró aún medio aturdida.

Era mentira...maso menos. Si, quería otro. De hecho, quería tener muchos hijos más. Lo que no quería era que uno de ellos sea el padre y ver su cuerpo cambiar contra su voluntad otra vez pero ahora por culpa de él. Definitivamente si pudiera tener bebés con alguien que no sea ellos, tampoco querría que fuera ahora. Ya había sido más que suficiente tener a Seth tan joven, los demás podrían esperar un poco.

-Demasiado tarde para eso ahora –le dijo burlonamente, recordándole cómo se acababa de correr dentro de ella y lo compatibles que eran-. Yo sé que vas a estar tan emocionada como yo cuando lo confirmemos, ángel.

Dicho eso, calló cualquier comentario posible de su parte con un apasionado beso que hizo desaparecer todas las palabras, y se dedicó a adorar su cuerpo una vez más. Él había prometido que iban a recuperar el tiempo perdido y definitivamente lo cumplió; esa noche ninguno de los dos durmió demasiado.

Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ ThomasWhere stories live. Discover now