CAPITULO 13

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231.12.10

Parecía que finalmente habían llegado a su destino, Teresa abrió una puerta y con una sonrisa emocionada la hizo pasar al interior. En la habitación había muchas personas sentadas frente a pantallas observando y tomando notas pero Teresa la llevó hacia uno de los lugares que estaban vacíos antes de que pudiera prestar demasiada atención a las imágenes.

-Aquí es dónde trabajo yo y allí enfrente suele estar Thomas-le contó señalando el lugar; Hayleen estaba empezando a comprender en dónde se encontraban y estaba por decirle a Teresa que no quería ver nada de esa habitación pero ella la interrumpió antes de que pudiera decir una palabra-. A la noche los muros se cierran y los Habitantes, así es como ellos se hacen llamar, quedan encerrados dentro del Área. Oh, ¡ahí está! –exclamó señalando un punto en la pantalla repentinamente.

Estaba señalando a un chico que estaba rodeado de muchos otros mientras charlaban y se reían. Un chico que ella conocía...íntimamente.

Hayleen había escuchado su nombre incontables veces desde que había quedado atrapada en CRUEL; la gente parecía mencionar los nombres de sus almas gemelas constantemente cuando ella estaba cerca. Sin embargo, era muy diferente eso de verlo y saber que ahí estaba él; que lo podía ver en una pantalla pero en algún lugar eso estaba sucediendo realmente.

El cuerpo le comenzó a temblar violentamente y su respiración se aceleró. Apenas escuchó a Teresa gritar sorprendida y asustada cuando sus piernas le fallaron y terminó en el suelo; estaba demasiado metida en el remolino de sentimientos que la abrumaban como para registrar lo que sucedía en el exterior.

Hayleen sentía que estaba reviviendo el momento en el que había destrozado el vínculo con Gally. Desde el piso no podía dejar de mirarlo con los ojos nublados por las lágrimas. Sin embargo, esto no parecía serle un impedimento para ver lo que sucedía en la pantalla, aún podía observar claramente la cara de Gally. El dolor la destrozaba de adentro hacia afuera y se abrazó a si misma tratando de contener el sufrimiento.

Su mente parecía estar rasgándose por la mitad, su corazón parecía estar estallando en mil pedazos y su alma volvía a luchar intensamente por alcanzar algo que ya no estaba allí por su culpa. Fuertes sollozos desgarradores y gritos de angustia le atravesaron la garganta como cuchillos ardientes haciendo que todos en la habitación la miraran asustados.

Nadie parecía saber qué hacer y Teresa la miraba preocupada sintiéndose culpable por haber generado eso sin saberlo. Trató de acercarse a Lyn con las manos temblándole por el miedo y sabiendo que jamás olvidaría los sonidos horrorosos de agonía que estaban saliendo de ella pero, justo cuando estaba por tocarla, la puerta de la habitación se abrió chocando violentamente contra la pared por la fuerza con la que fue abierta y alguien entró corriendo desesperado y angustiado a la habitación.

-Estoy aquí, ángel –le susurró al oído arrodillándose en el piso junto a ella y abrazándola fuertemente contra él-. No te dejaré. Estoy contigo, todo estará bien.

Teresa era la única que podía verlos de frente pero si alguien hubiese estado a su lado se hubiese sorprendido al ver los ojos de Thomas nublados por las lágrimas contenidas que habían surgido al ver a su alma gemela en ese estado.

Hayleen pareció temblar menos violentamente en el momento en que la piel de Thomas entró en contacto con la de ella, y cuando él la aferró contra su cuerpo, sus gritos y sollozos fueron calmándose lentamente. Sin embargo, parecía seguir llorando y observando con una mirada vacía la imagen en la pantalla.

-¡Apaga eso, Teresa!-le gritó Thomas enojado dándose cuenta de lo que la estaba afectando.

Rápidamente, aún con las manos instables, la chica corrió y apagó todo.

-Lo siento, Tom. No pensé que esto iba a pasar. De veras lo siento –susurró apenada pero sólo se ganó como respuesta una mirada fría de su amigo que claramente no podía perdonarla en este momento.

Thomas la levantó en sus brazos y la llevó corriendo a su habitación. Le sacó los zapatos y la tapó con la sábana mientras se acostaba a su lado, atrayéndola fuertemente entre sus brazos y tratando de contener su cuerpo tembloroso.

-Lo siento. Debería haberte preguntado acerca de tu separación con Gally pero no lo hice porque estaba furioso con él. Háblame, por favor –le rogó desesperado por escucharla decir algo pero como respuesta solo obtuvo más lagrimas mojándole el pecho-. Todo estará bien, ángel. Serás feliz, yo me encargaré de ello. Jamás volverás a sufrir así, no te permitiré hacerte esto a ti misma de nuevo–susurró apretándola más fuerte entre sus brazos-. Tienes que dejarlo salir, ángel. Sentí tu dolor en el momento en que lo viste gracias al vínculo y supe que tenía que llegar a ti, que me necesitabas, pero ahora necesito que me hables y dejes salir el dolor.

-Me duele todo, Thomas-respondió angustiada-. Estoy destrozada por dentro. Mi cuerpo me castiga por haberme alejado de él. En el momento en que lo vi sentí que estaba reviviendo esa separación. Cuando hui de él fue incluso peor que lo que viste hace un rato, mamá dice que estuve destrozada por semanas pero apenas lo recuerdo. Lo único que me acuerdo es del dolor insoportable.

-No volverás a pasar por algo así nunca más. Es una promesa –dijo con una mirada llameante en los ojos y apretándola más fuerte entre sus brazos.

-El vínculo está destrozado. Siento como si él hubiese muerto, no hay nadie del otro lado de lo que nos une. Duele –sollozó enterrando la cara en su pecho-. Por favor no me dejes, Thomas. No quiero volver a pasar por eso –le rogó desesperada; de sólo pensar en volver a vivirlo le temblaba el cuerpo incluso más bruscamente.

Sabía que había una razón por la cual ella se había sometido a ese sufrimiento y sabía lo importante que era que lo volviera a hacer. Sin embargo, en este momento no se sentía lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a eso y sentía el pánico atacarla de tan sólo imaginarse estando lejos de Thomas.

-No te dejaré, ángel. Nadie me separará de ti, ni siquiera tú. Estaré siempre contigo, te lo prometo-dijo con fiereza y con una mano suavemente la obligó a mirarlo-. El día que entre al laberinto tú iras conmigo y no tendrás que sufrir la separación. Te amo y no dejaré que esto suceda otra vez, ángel –le prometió y la besó dulcemente, saboreando las lágrimas saladas hasta hacerlas desaparecer con sus labios.

-Yo también te amo,Thomas –susurró ella casi inaudiblemente y abrazándolo como si temiera que él fuese a desaparecer en cualquier momento.

Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ ThomasWhere stories live. Discover now