13) Una dolorosa decisión

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A veces resultaba increíble la enorme cantidad de libros y los temas más variados podían encontrarse en esa biblioteca, y ya muchas veces Greg se sorprendía de todo lo que había encontrado. Connor y Amaya también habían notado eso, pero en este caso era Greg el que lo estaba recordando al estar hojeando ese libro durante todas esas tardes casi sin parar.


Junto a su escritorio había un vaso de jugo de naranja, lo bebía de a pequeños sorbos mientras se encontraba leyendo cada párrafo y cada página del libro. No era fácil, el libro no tenía ningún orden específico y muchas páginas parecían haber sido escritas a mano, frecuentemente con letra muy pequeña. En un momento esa página podría estar hablando de vampiros, pero luego cambiaba a zombies y de inmediato cambiaba a espectros y fantasmas, razón por la cual debía leer cada página con extrema atención.




Uno de aquellos días, ya el jueves en la tarde de aquella semana, Greg continuaba sin cesar durante la tarde después de la escuela afanado leyendo ese libro. Ya llevaba casi la mitad del libro pero aún no encontraba nada que pudiese darle una pista sobre los colmillos de Rip. Ya para ese día había estado ya sin interrupción leyendo varias hojas con letra muy pequeña. Había aprendido bastante sobre comportamiento de vampiros o apariciones de fantasmas, pero sobre hombres lobo solo había encontrado la información obvia de que aparecían de noche y la luna parecía ser su fuente de energía, pero entonces...


¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!


Lionel reaccionó de inmediato y se acercó a la ventana para ver, de igual manera, y rompiendo la concentración que tenía en ese momento, Greg también levantó la vista por la ventana, las cortinas permanecían cerradas, así que con un rápido movimiento las abrió completamente y vio quienes estaban ahí, y rápidamente se comenzó a dirigir a la puerta principal de la casa. Connor y Amaya habían terminado su paseo juntos y habían decidido ir a visitar a su amigo para intentar averiguar más sobre el extraño comportamiento que ambos notaron que seguía teniendo, y también para decirles sobre una decisión que habían tomado.


El muchacho rubio se acercó a la puerta principal y la abrió, quedando frente a frente a sus amigos.

- Hola, Greg – preguntó de inmediato Connor - ¿Cómo es...? ¡Wow!

- ¡Wow! – exclamó involuntariamente Amaya al mismo tiempo que Connor lo hacía


Ambos se sorprendieron una enormidad al ver a su amigo que acababa de asomarse a la puerta. Esa misma mañana lo habían visto con rostro de cansancio, pero en aquellos momentos, el amigo de ambos, normalmente muy alegre y energético, ahora lucía con su rostro completamente demacrado, sus ojos se veían muy rojos y cansados, su cabello rubio completamente despeinado y su postura se encontraba encorvada hacia adelante, como si en esos momentos su cuerpo solo se mantuviera sujetado por su mano que sostenía la perilla de la puerta.

- Greg – le preguntó Connor – ¿Por qué estás así? ¿Qué te ha ocurrido?

- No... no es nada – respondió el muchacho rubio – es solo que...


"He estado intentando investigar mucho sobre algo" iba a decir él, pero aquella respuesta se vio interrumpida por lo que Amaya le iba a decir.


- Greg – dijo ella acercándose a él y tocando su hombro – no te preocupes, creo que Connor y yo entendemos lo que está pasando

PJ Masks: Un amor imposible, Gekko x RipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora