Soy tu alfa y tu mi Omega

•25•

El alfa menor negó haciendo reír a sus padres, Jimin se encontraba con las mejillas rosadas por lo que decía la mujer, era muy indiscreta pero le causaba risa como actuaba haciendo avergonzar a su propio hijo.

—Ya, ya, lo que sea, vamos a desayunar porque quiero salir con Jimin una vez que terminemos — volteo a ver a su padre —No hay problema con ello, ¿O si?

—Ve tranquilo, por el momento no hay que hacer gran cosa así que puedes ir.

Desayunaron en silencio, Jimin porque sentía que si hablaba la mujer diría algo que le avergonzaría, así que prefería callar, además, se encontraba muy pensativo por lo que Jungkook había dicho.

Poco después de que terminaron de desayunar lavaron los utensilios que utilizaron y salieron de la cabaña.

—¿Qué sucede Kook? — sentía que era un buen avance que comenzará a llamarle por apodos, aunque quería que mejor le dijera mi amor pero tampoco podía ser muy exigente.

—Quiero que hablemos.

—¿Es sobre lo qué sucedió ayer? — asintió y el menor se detuvo —No deberías de darle tanta importancia, quizá yo vi mal.

—No puedo dejar pasar por alto algo que te ponga mal, así que vamos — insistió —Y no trates de usar mis palabras porque no creeré nada.

A regañadientes le siguió hasta donde el alfa le guiaba, se confundío un poco cuando se adentraron al bosque hasta llegar a unos árboles caídos que servían como asientos, el alfa le indico que se sentará en uno para después sentarse enfrente.

—No le he dicho nada a papá porque primero quería hablar esto contigo — comenzó a hablar observando hacia sus alrededores, buscando que nadie estuviera cerca —Quisiera que toquemos el tema antes de que nos mudemos, conozco a mis padres y se que pronto querrán que lo hagamos — el Omega afirmó dándole la razón —¿Me contarás lo qué sucedió? ¿Tanto como lo de ayer y unos años atrás?

—¿Qué quieres que te diga?

—Se por tus amigos que antes tuviste un alfa — el menor iba a hablar pero le detuvo —No te molestes con ellos, por favor. Me lo contaron cuando estuviste unos días inconsciente pero se que no lo hicieron con una mala intención, es más, me pidieron que te protegiera y que sobre todo, te hiciera feliz.

No se iba a molestar, conocía a los chicos y sabía que todo lo habían hecho por su bien, lo que le inquietaba era decirle a Jungkook porque no sabía cómo reaccionaria, aceptó que le cortejara y ahora podía comportarse un poco más protector que antes, suspiro y acomodo sus ideas, contarle sería dar un gran paso en su relación y también le ayudaría para ir superando el pasado.

—Bien, la verdad es que no sé ni por dónde empezar — lamió sus labios a la vez que se ponía recto en su lugar — Creo que lo mejor es iniciar principalmente por su nombre — Jungkook coloco sus codos en sus piernas inclinándose levemente hacia adelante para poder tener una mejor vista.

Jimin.

Su nombre es Kim Geonhak, cómo ya lo sabes, es un alfa tres años mayor que yo y fue mi primer amor. Fue hijo de uno de los hombres de confianza de mi padre, desde muy pequeño lo entrenaron para que en un futuro pudiera mantener a salvó la manada junto a los demás integrantes. Lo conocía solamente de vista ya que con la reciente muerte de mamá no quería salir ni hablar con nadie que no fuera Jin, Hoseok y papá, pero todo cambio en una ocasión que lo vi entrenando con los demás alfas y una admiración creció en mi. Me parecía fascinante el hecho de que al ser menor de todos ellos fuera muy fuerte.

Por ser un Omega me cuidaban y esa protección se incrementó cuando pude cambiar y descubrimos que pertenecía a la raza de los gatos al igual que mi madre, estaba cansado porque no me permitían ir a ningún lado sin que alguien me acompañará, todo debido a los alfas que estaban detrás de mi, lo más estúpido por parte de ellos es que no se ponían a pensar que apenas era un cachorro, lo que les interesaba era la posición como futuro alfa de la manada y poseer al Omega poco común.