•06•

1.7K 225 14
                                    

—Hijo, no digas eso — habló Daesung con una expresión de tristeza en su rostro —Nada de lo que dices es verdad, siempre he velado por tu bien.

—Entonces, ¿Por qué quieres emparejarme con un lobo que no conozco? — preguntó cruzándose de brazos — Asumo que es un lobo, lo es, ¿verdad? — él asintió y Jimin sonrió de forma irónica —Lo supuse, nunca quisiste que estuviera con alguien de mi misma especie.

—No pretendo que me entiendas — empezó a a hablar viéndolo con súplica —Pero soy tu padre y siempre haré todo lo posible por protegerte, tal vez no lo entiendas ahora, tampoco mañana, pero llegará el día en que entiendas el porque el motivo de mis actos.

Jimin lo vio receloso para después suspirar y sin decir nada se encaminó hasta su habitación dejando a su padre con un nudo en la garganta.

No quería estar más tiempo cerca de su padre, sabía que le diría cosas mucho mas hirientes, lo mejor era calmarse y pensar antes de hablar, no quería cometer un error del cual se arrepentiría más adelante.

¿En verdad estaba comprometido con un alfa de otra manada?

No quería aceptarlo y no podía, no quería atar su vida a la de alguien más, no podía hacerlo por él.

Agotado se acostó en la cama y suspiro viendo hacia su mesita de noche, ahí estaba bien puesto un peluche de un zorrito blanco que su madre le regalo cuando era apenas un bebé, no recordaba como fue pero ella le conto que desde el primer momento que lo tuvo en sus manos no lo quiso soltar.

Después de mucho tiempo lo tomó con sus manos y acarició las orejas de este, se acostó nuevamente en su cama y abrazo el peluche tratando de asi borrar la discusión que tuvo con su padre.

Sin demasiada dificultad término cerrando sus ojos y cayendo profundamente en sus sueños.

Por otra parte, Daesung se mantenía pensando en lo ocurrido, sabía que Jimin reaccionaria así y se odiaba por hacer sus acciones.

Era lo único que podía hacer.

Su manada era pequeña y la única riqueza que tenían eran sus cultivos y sus abundantes plantas que servían para medicinas, por eso es que Youngbae quería su manada, pero no dejaría que eso pasará, prefería que los lobos del oeste se quedarán con sus tierras. Ellos no eran malos.

El alfa Jeon anteriormente hablo con él al respecto de sus cultivos y le había mostrado su claro interés en ello, por eso propuso que su hijo siendo un alfa desposara a Jimin, así ambos recibirían beneficios.

Pasarían a ser una sola manada y así ya no tendrían problemas con la protección.

La manada del alfa Jeon era grande y habían mucho alfas, lo contrario a la suya que residían más betas y omegas. Por eso sería una buena alianza, la protección por parte de los lobos del oeste y la producción de comida por los lobos del sur.

Al inicio se negó, no quería forzar a su hijo.

Quería que encontrará nuevamente el amor pero era muy difícil debido a que seguía aferrado a algo de su pasado, deseaba que saliera adelante pero no de aquella manera.

Le prometio a la madre de Jimin que lo protegería de todo mal y pensaba cumplirlo aunque su hijo terminara odiandolo en el proceso.

Un padre esta dispuesto a hacer todo por el bienestar de sus hijos.

Debía trazar líneas, pronto los lobos del oeste estarían ahí para hacer oficial la unión en su aldea.

Por eso fue que dejo a Hoseok a cargo, para así ir a aquella manada y hablar con Jeon, quería dejarle en claro las situaciones en las cuales estaban y el porque su cambio de opinión.

Este accedió rápidamente, le convenía demasiado, así iniciarían lo más pronto posible con la exportación de alimentos y los lograrían moverse por todas sus tierras.

Le comento que tenía varios proyectos en mente para así aumentar el nivel de cosechas de alimentos y plantas medicinales pero todo eso será hasta que los hijos de ambos ya estén comprometidos.

Solo quería que esto funcionará por el bien de Jimin, es su mayor tesoro y no quiere que nada le pase.

Si por él fuera, quisiera tener a su hijo encerrado las 24 horas del día en la casa para que así no corriera ningún riesgo, siendo el alfa líder de la manada debía mantener la compostura que le costaba tener al ver como esos alfas veían de una forma muy descarada a su pequeño hijo. No debía ser impulsivo y le costaba demasiado.

Sobreprotegía a Jimin porque era lo único que le quedaba de su amada esposa, como había dicho antes, prometió que protegería a su cachorro de todo los peligros con garras y dientes, era una promesa que no pensaba romper.

Fue duro seguir adelante sin su Omega y más importante pilar, habían momentos que quería dejar todo de lado y largarse a llorar, pero no podia, tenía un hijo, un cachorro (que a pesar de su edad seguía siendo su pequeño) al cuál debía proteger, no dejaría que Youngbae se saliera con la suya, no señor.

Antes muerto a que dejar que dañara a su hijo.

Ya harto de la maraña de pensamientos que se hizo en su mente se fue a su habitación, al entrar abrió uno de los cajones de su cómoda y de ahí saco un porta retrato.

Se sentó en su cama para poder observar con más detenimiento la pintura que había en el.

Estaba al lado de una preciosa mujer de cabellos castaños claros que le llegaban casi debajo de la cintura, ella se veía muy feliz mientras en sus brazos se encontraba un pequeño bebé envuelto en unas mantas.

Vio con melancolía el retrato, en este se podía apreciar como tenía una mano en la cintura de la Omega para acercarla a su cuerpo y la otra estaba sobre su pequeño cachorro, tantas cosas habían pasado en esos años en los que ella partió, tantos en los que se sumió en la tristeza y a pesar de eso trato de seguir adelante por su hijo. Tuvo que ser fuerte por él y por Jimin a pesar de todo lo que a pasado.

Daesung nunca dejo de amar a su Omega y jamás lo hará.

🐾🐾🐾

Soy tu alfa y tu mi Omega Where stories live. Discover now