Soy tu alfa y tu mi Omega

•25•

—Por que esa persona ya está muerta.

Al escucharle enmudeció, no creía lo que estaba diciendo, sentía que era una broma o tal vez Jimin ha visto mal.

—¿Estás seguro que lo viste? — hizo una mueca —Quizá viste mal, tal vez solo fue tu imaginación que te esta jugando en contra.

—Puede que si, no lo sé — suspiro pesadamente —Solo... ¿Podrías abrazarme? — el como Jimin se encontraba en esos momentos hizo que su corazón se estrujara.

Sin pensarlo dos veces lo atrajo hacia él y envolvió su cuerpo con sus brazos, libero sus feromonas para así calmarlo, provocando que fuera casi al instante. El cuerpo del pequeño se relajo y acomodo su cabeza sobre el pecho del alfa escuchando como su corazón latía algo agitado, ignorando el hecho de que su pecho se encontraba desnudo se acomodo mejor dejando que el sueño dominará su cuerpo.

🐾🐾🐾

Despertó al día siguiente en su habitación encontrándose solo, llevo una mano hacia su cabello tratando de recordar lo que sucedió en la noche, después de que le pidiera a Jungkook que le abrazara no recordaba que más paso, asumía que se había quedado dormido.

Por su parte, Jungkook se encontraba en su habitación pensando en lo sucedido, no podía sacarse de la cabeza el tema de que el supuesto alfa de Jimin estuvo ahí, le parecía imposible ¿Cómo podría estar en ese lugar alguien que ya estaba muerto?

Movió su cuello haciendo que tronara, después de que Jimin se durmió en sus brazos lo dejo al cuidado de sus padres para ir a revisar los alrededores en busca de algo fuera de lo común pero no encontró nada, ni siquiera un rastro de algún aroma.

Debía hablar con el Omega sobre ello, era lo mejor y así podrían también tener más confianza, lo que más quería es que Jimin se sintiera cómodo pero con su pasado atormentándole no sería posible. Por ahora no le comentaría a su padre sobre lo que estaba pasando, cuando ya supiera algo más y si creía que era necesario se lo diría.

Salió de su habitación para dirigirse al comedor encontrándose en el transcurso a Jimin que venía en la misma dirección, no sabía cómo es que podía verse tan lindo cuando recién despertaba, sus cabellos aún se encontraban un tanto revueltos y su ropa estaba desarreglada.

—Buenos días — le saludo el pequeño.

—Hola — dijo en repuesta —¿Dormiste bien?

—Lo hice, gracias por traerme hasta a mí habitación.

—No es nada, para mí fue un placer — retomaron su camino hacia el comedor mientras charlaban, entraron al lugar encontrándose con la pareja sentada en sus respectivos puestos.

—Buenos días hijos, que bueno que llegan — Minki les sonrió con dulzura —Justo estábamos hablando de ustedes.

—¿A, si? — el castaño enarco una ceja —¿Sobre qué?

—La cabaña que les estábamos preparando para que ustedes se mudaran después de la boda ya está lista — dijo en repuesta Seunghyun —Al principio por motivos de seguridad no queríamos que se mudaran, ahora que ha pasado el tiempo creemos que ya es bueno que tengan su privacidad como pareja. Siempre se mantendrán algunos miembros de la manada haciendo guardia para evitar otro percance.

—Así es, sabemos que de ahora en adelante querrán tener más privacidad y estando nosotros en la misma casa solo seremos un impedimento — la mujer les guiño un ojo haciendo que ambos se sonrojaran.

—¡Mamá! — exclamó avergonzado —Tampoco es necesario que lo digas, es penoso.

—Tranquilo Kookie, que no te de pena, recuerda que tu padre y yo también tuvimos su edad y pasamos lo mismo que ustedes.