🌺Capítulo trece🌺

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Y bueno ¿recuerdan que Evelyn fue a buscar a su hámster llamado Fernando? Bueno, la preciosa vendedora de flores se apareció en mitad de la noche con un lindo animalito pequeño y peludo llamado Fernando. Lo publicó en su historia de Instagram con el hashtag mi mascota. Está loca, todos lo sabemos, pero ninguno creyó que llegaría tan lejos. Aunque Hanna está encantada con el nuevo miembro de la familia, Alicia le tiene un poco de miedo. Según sus palabras, y cito textualmente “es una rata, y odio las ratas”. Por otro lado, yo creo que es la cosita mas hermosa del mundo, y muy juguetón… bueno, juguetona, porque resulta que Fernando es niña.

—No puedo creer que compraras una rata para ponerle Fernando y resulta que es niña —se carcajea Alicia y Evelyn le dedica una mala mirada.

—Le podemos decir Fer —opina Hanna— pero sin duda no podemos decir que no es original. Además, tiene el sello de Evelyn.

—¿El sello? —pregunta la dueña del animal, alzando una ceja.

—Por supuesto. Solo tú le pones nombre de chico a una chica. Y más uno tan poco común para un hámster como Fernando.

—Eso es cierto —secunda Ernesto y todos reímos. Evelyn sin duda no es alguien normal.

Carla llega del paseo con mis padres y camina directo a Fer, la peludita reconoce el peligro de dos horas atrás y corre directo a su jaula. La pequeña rubita se entristece y busca a Alicia.

—Mi hija me cambia por mi prometida —mi mejor amigo se cruza de brazos y finge enojo. La verdad, es que está encantado con la situación.

Entre risas, mis ojos se desvían hasta Evelyn quien alimenta a Fer y habla de manera tierna con el animalito. El codo de Alicia choca en mi costilla y me hace un movimiento de cabeza indicándome lo que debo hacer. Suspiro, es hora y no debo tener miedo.

Camino hasta la vendedora de flores y al llegar a ella me petrifico. En serio, ya ni quisera recuerdo lo que le debo decir.

—Esteban ¿todo bien? —cuestiona con voz de preocupación.

—Si, yo... en realidad...oye Eve. ¿Quieres tener una cita conmigo?

—¿Qué? —sus ojos se abren ante la sorpresa y sus labios se quedan entreabiertos.

—Si, mañana al cine. Estrenarán una película y me gustaría que fueras conmigo. Ya que la del otro día no se pudo hacer.

—Yo, lo siento. Pero me invitaron antes a ir.

Me quedo en shock, como piedra. Los ojos de Medusa me alcanzaron. Trato de calamrme y no mostrar que tanto me afecta.

—Oh, por supuesto.

—Lo lamento, es un amigo del instituto y no puede decirle que no.

—No, tranquila —bajé la mirada— lo comprendo.

Corazón quebrado. ¿Qué creen? ¿Qué un simple no, me va a separar de mi objetivo? Pues no. Además de que si eso ocurre termina la historia y ustedes no sabrás si ella y yo tenemos hijos en común o no. Así que mejor sigamos.

Asiento y no digo más nada, solamente me devuelvo a mi lugar con mis amigos. Pasamos el resto de la noche viendo películas y comiendo galletas de nueces. Mientras hacemos sobrevivir a la pequeña Fernando de Carlita. Si, es extraño usar un nombre de chico para referirse a un hámster niña.

Alrededor de las 2:00 a.m. Ernesto y yo nos vamos, ya que las chicas tendrán una pijamada, sí, incluso la pequeña rubia, quien por cierto ya está dormida.

—¿Qué te parece si vamos por unas cervezas con Leo? —Leo es un amigo de la universidad, es profesor de un instituto y siempre está evaluando exámenes. Hace poco lo encontramos, quizás tres meses y quedamos cada cierto tiempo en el bar a beber unas cervezas y ponernos al día.

Confirmo la idea y subimos a mi coche, el rubio llama a nuestro amigo y yo me pongo en marcha.

(***)

—No puedo creerlo —se ríe el desgraciado de Leo.

—Pues créelo. Aquí el don juan de Esteban está enamorado de una chica que ni siquiera sabe lo que es un beso.

Tanto Leo como yo nos quedamos mirando a Ernesto quien al darse cuenta de nuestras miradas, le da un sorbo a su bebida y se encoje de hombros.

—Fue mi amada Alicia quien me lo dijo. Evelyn es tan inocente que no tiene idea de lo que es un beso.

—Sino sabe que es un beso. Menos sabrá de donde vienen los bebés.

Niego y bebo mi cerveza—. No creo, sea como sea en el instituto dan clases de educación sexual. Quizás sabe la teoría. Además, ¿qué hacemos hablando de su intimidad? Su vida privada es justamente eso ¡PRIVADA!

—Si, tienes razón, pero aun así. ¿Qué harás para conquistarla? Estoy seguro de que esa chica nunca tuvo la oportunidad de amar. Será un poco complicado.

—No, ya lo tengo todo resulto. Solo debemos esperar a que pase el aniversario de la empresa.

—Para eso falta un mes y medio. Para ese entonces, la persona que irá con ella al cine mañana ya la habrá conquistado.

—¡N le digas eso! Le rompes el corazón —dramatiza Ernesto, llevando sus manos a su pecho. Leo rueda los ojos y ambos me hacen reír.

—Dinos ¿Cómo está tu esposa? —cuestiono en dirección al castaño.

—Está bien, dentro de lo que cabe, el embarazo la tiene loca y los dos me tienen loco a mí —suspira—. Es muy lindo el proceso, pero las responsabilidades y cuidados, más los antojos son estresantes. Gracias a Dios ya tiene 7 meses.

—Si, el pequeño Luke está por nacer.

—Y tú ¿piensas tener otro hijo con Alicia? —ese tema nunca había sido puesto sobre una mesa con mi amigo. Él la pasó muy mal cuando Carlita era bebé y su miedo a la paternidad aún existe, aunque con menos fuerza. Sigue temiendo no ser lo suficiente para su hija, mucho menos con dos.

—Bueno, yo… la verdad aun no lo hemos hablado —el rubio se rasca la cabeza nervioso y Leo entiende.

—Hey, tranquilo. Escuchen chicos, no hay nada mas hermoso que sentir las pataditas de tu bebé o ver la panza de tu esposa crecer cada día.

—Esa parte no la viví. Pero el día que Carla dijo papá por primera vez, sentí que por fin era feliz. Y es que, es cierto, amo a Alicia pero sin duda Carla es mi amor eterno y nada ni nadie está sobre ella.

—Lo peor es que Alicia cree lo mismo —opino— sabes que ella no la tuvo en su vientre, pero también sabes que no hay nadie mejor que la pelirroja mandona para ser la madre de tu hija.

—La familia es la obra mas hermosa y extraña de la naturaleza. Nosotros somos una familia sin necesidad de que nos unan lazos sanguíneos.

—Bueno, cambiemos de tema. Estamos aquí para celebrar un poco y creo que vamos a terminar llorando.

Las palabras de Leo nos sacan risas y seguimos disfrutando de la noche. Risas, comentarios asquerosamente machistas y futbol. Son algunas de las cosas que nos caracterizan como hombres, pero nadie sabe que la lealtad entre nosotros y el amor que les tenemos a nuestros hijos y esposas es mas grande que nada. Somos capaces de todo por ellos, porque ellos sonríen y sin saberlo iluminan nuestro día. Y sin duda, yo quiero que Evelyn sea mi eterna luz.

La vendedora de flores (Resubiendo)On viuen les histories. Descobreix ara