🌺Capítulo quince🌺

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—Esto es un milagro de la naturaleza —se burla Alicia.

—No dramatices. ¿Qué tiene de malo que te preste atención?

—Que me prestaste atención todo el día. Incluso con la llegada de Evelyn a la oficina.

—Tengo cosas más importantes por las cuales preocuparme —ruedo los ojos— como por ejemplo que ahora tengo una rueda de prensa con Miranda.

—Oye Esteban, hablando de eso ¿estás seguro de lo que harás?

—Completamente —respondo asintiendo. Quizás sea una locura, pero estoy decidido.

—De acuerdo.

Alicia no dice mas nada, pero se que no está del todo de acuerdo con mi decisión. La pelirroja se emocionó demasiado al tener a Andy en su casa, y parece que se llevarán bien. Hoy en la noche iremos a la casa de ambas para que Andy conozca a Eve y a Hanna. ¿Nervioso? Demasiado.

Trago en seco cuando una recepcionista el primer piso le dice a mi secretaria que Andy ya llegó. Estoy aterrado. Armándome de valor bajo en el ascensor hasta encontrarme con la rubia, se encuentra igual de nerviosa que yo y no deja de temblar.

—Oye tranquila —la animo luego de besar su mejilla.

—No puedo estar tranquila. Esteban, estoy muerta del miedo.

—Todo va a salir perfecto, ahora vamos.

La rubia inhala y exhala para salir junto a mí de la empresa y subir a la limusina en la que ella llegó. Sinceramente pensé que pasaríamos un poco más desapercibidos, pero lo que ella decida estará bien.

Llegamos al lugar reservado donde tendrá a lugar la conferencia de prensa más importante de la actriz López. Bajamos y en seguida los flashes me ciegan. Si e salido en algunas revistas o noticias, pero esto es insufrible.

Entramos al pequeño salón con ayuda de la seguridad contratada y los reporteros entran detrás de nosotros. Avanzamos hasta la zona donde se encuentra una pequeña mesa, dos micrófonos y dos sillas. Una para Andy y otra para mí. La ayudé a sentarse y luego la imité.

La entrevista comienz, la bombardean con preguntas que ella responde con rapidez y agilidad. Todas son acerca de su repentino cambio de dejar la actuación por el momento, todos quieren saber quién soy yo para ella. Mi amiga me mira y asiento levemente. Miranda suspira y habla.

—La razón por la cual están aquí es para un comunicado especial que quiero dar, ya que no quiero rumores o malos comentarios. Es la respuesta a todas las preguntas que han realizado —me señala—. Este hombre como muchos saben es Esteban Fox, y el padre de mi futuro hijo o hija. Me retiro de la actuación porque estoy embarazada.

Los murmullos comienzan y recuerdo que esto es en vivo, todos mis amigos lo están viendo. Evelyn lo está viendo, y me muero en pensar que ella cree que en realidad tengo una relación con Miranda.

—¿Son pareja? —pregunta uno de los reporteros.

—No, no somos pareja. Fue una noche en la que ambos nos pasamos de tragos hace tres meses. Ninguno está preparado, pero decidimos hacer lo mejor por la criatura inocente que crece en mi vientre —esto empeora a cada segundo y no hay nada que yo pueda hacer. Solamente apoyar a mi amiga que tanto me necesita. Si muero, diganle a Evelyn que la amo.

(***)

—Hijo, acabamos de ver las noticas ¿vas a ser padre y hasta ahora nos enteramos? ¿Y de Miranda? ¿En qué pensabas, Esteban? —cuestiona papá un poco molesto.

—No lo atosigues, Edgar. Tu hijo está agobiado. Tú lo estabas.

—No, no es como aparenta ser —les digo. Ellos me miran confundidos, y no es para menos. Ni siquiera yo sé como explicar este embrollo. Les pido que se sienten en la sala y voy con ellos. les cuento la historia desde el día de ayer cuando me encontré a Miranda, ellos no dicen nada. Pero sus rostros y expresiones cambian cada tanto. Principalmente el de mi padre.

—…Y esa es toda la historia.

—Estoy muy orgullosa de ti, Esteban. Por ayudar a una amiga que lo necesita —mamá besa mi frente y papá se queda cruzado de brazos.

—Yo estoy de acuerdo con tu decisión, aunque no la apruebo. Y si tú así lo decides, ese bebé será mi nieto como uno de mi propia sangre —son las palabras del patriarca— sin embargo. Creo que no somos los únicos que merecemos una explicación.

Asiento comprendiendo sus palabras. Mis amigos, Evelyn merecen saber lo que en realidad ocurre. Mi celular comienza al sonar y en el identificar pone el nombre de Hanna.

—Hanna ¿Qué ocurre?

—Esteban, dime que Evelyn está contigo —dice sollozando y mis alarmas se encienden.

—No, yo estoy con mis padres. Hanna dime que ocurre ahora mismo —exijo.

—Vio la entrevista. Vio la maldita entrevista y me dijo que saldría un poco, pero no ha regresado y dejó su celular aquí, fui al quisco y no está, también llamé a los demás y no saben dónde está. Tengo miedo —llora mi prima. En este tiempo se han vuelto grandes amigas, sin dejar de lado a la pelirroja.

—Voy para allá.

Cuelgo la llamada y les explico a mis padres la situación, la terrible situación. ¿Y si algo le ocurre? Y no me anden regañando con que es mi culpa, yo no soy culpable. Además, ¿ella por qué se pondría así solamente por la entrevista? Solo somos amigos.

Subo al coche y me encuentro a Miranda en la entrada de la casa, al no poder decirle mucho de lo que sucede ella sube en el auto de inmediato. Le explico la situación y ella se siente culpable.

Minutos después llegamos a la casa de las chicas. Hanna está hecha un mar de lagrimas mientras Ernesto y Alicia tratan de calmarla.

—¡Todo es tu maldita culpa! Si algo le pasa te mato, oíste imbécil, te mato —la furia de Hanna es entendible pero mi pregunta es la misma ¿por qué yo tengo la culpa? La mirada de mi prima se posa sobre la otra rubia, quien me mira temerosa— ¿Y qué hace ella aquí? mi amiga está desaparecida por culpa de ustedes. Bastante daño has causado ya…

—Hanna detente —habla Alicia— vamos a tu habitación, te explicaré todo. Amor, por favor prepara uno de los tés de Evelyn y tráelo. Ustedes dos busquen a la pelinegra —y la pelirroja como siempre, organiza y resuelve todo.

Quieren saber si estoy preocupado, ¿verdad? Bueno, estoy aterrado. Necesito que mi vendedora aparezca rápido y si algo le ocurre. Por “mi culpa”

—¿Por qué todos dicen que es mi culpa?

—Cosas de mujeres. Ahora vamos a buscar a la chica ¿Dónde crees que pode estar?

Pienso, juro que pongo mi cabeza a pensar, pero me quedo en blanco. No tengo idea de en donde puede estar.

—Yo… yo no lo sé—y eso me duele. Por favor, Evelyn aparece sana y salva.

La vendedora de flores (Resubiendo)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora