LIBRO II
El tiempo cura las heridas.
Valentia tomó un decisión por amor a Alek hace 3 años, un decisión que dolió y los marcó a ambos.
Alek continuó con su vida y se comprometió con Marjorie de Lundenberg, sin saber que el gran amor de su vida volv...
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25 de marzo 2021
Suiza fue el lugar elegido para la boda de Valentia y Alek. Fue rápidamente planeada, pero al fin estaban en uno de los lugares más hermosos del mundo.
VALENTIA
Abrí los ojos lentamente, el sol se atravesaba por las cortinas. Tenía una hermosa vista desde mi habitación.
Me senté en la cama y analicé mi vida y en lo que se había convertido. Cumpliré 26 y parece que fue ayer cuando tenía 17 y solo iba a la escuela. Nunca esperé tener una vida de lujos, pero gracias a mí trabajo había conseguido algo digno. Nunca imaginé que aceptar infiltrarme en la mansión Rosén sellaría mi destino.
M levanté y miré el hermoso lago color turquesa con las montañas de fondo, era un lugar de ensueño. Este sería el día más importante de mi vida después del nacimiento de Asly y podía jurar que me sentía igual de nerviosa.
Alguien tocó a mi puerta— Adelante.
Un precioso ramo lleno de flores de colores apareció— Buenos días, se lo envía Aleksei Rosén.
—Dejelo ahí, muchas gracias —Sonreí.
Cuando el señor se fue me acerqué y olí su aroma. Tomé la pequeña nota y la leí.
"Mi amada Musa, hoy tendré la dicha de llamarte mi esposa. Hoy comienza nuestro para siempre".
Solo podía sonreír como tonta mirando todo. Era un sueño. Estos meses volaron y aun recuerdo cuando me probé 5000 vestidos.
Debía apurarme porque en 30 minutos vendrían a arreglarme.
ETHAN
Era muy temprano y estaba en el lobby desayunando un poco. Valentia tenía razón, Suiza es un sueño tanto en invierno como en primavera. Disfrutaba tanto de este lugar. Creí que me sentiría triste, pero la verdad es que he logrado superar a Valentia, ella había dejado en claro sus sentimientos y futuro desde que decidió tener a Asly, aún así mi necio corazón insistió, pero ya no más. Me siento muy feliz por ella y por mí, porque siento que aún me espera algo.
Miré a lo lejos a una chica pelirroja que se me hacía conocida... pero claro, es Alaine Rosén. Parecía estar buscando donde sentirse cómoda. Volteó y me miró, yo sonreí y me levante haciendo una seña para que se sentara conmigo, pareció dudar un poco pero accedió.
—Buenos días Ethan —Dijo saludandome— No esperaba que estuvieras despierto.
—Es una costumbre por el trabajo.
—Ya veo —Dejó su bolsa y miró el lugar— Los novios tienen buen gusto.
—¿Cómo has estado?
—Bien, la verdad es que no puedo pedir nada más teniendo el apoyo de mi familia. Me dieron la herencia que me corresponde además de acciones —Sonrió y esa sonrisa pequeña me pareció linda— Antes tenía esa ambición, pero ahora me tuvo que rogar Aron para darme lo que me corresponde.
