Capítulo 24

21 2 0
                                    

Los minutos pasaban y Valentia estaba muy ansiosa esperando noticias

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los minutos pasaban y Valentia estaba muy ansiosa esperando noticias.
Esperaba con todo su corazón que pudieran liberar a Alek y así entonces solucionar todos los problemas.

—¿Por qué no viene?

—Ten paciencia —Dijo el abogado— Ya estará aquí.

Entonces sus deseos fueron escuchados y Alek apareció con su abrigo en la mano, su cabello se veía en desorden además de ojeras, se notaba que no la había pasado muy bien, pero al verla pareció cobrar vida y eso se vió reflejado en el brillo de sus ojos.

—Amor —Dijo Valentia corriendo a él. La recibió en sus brazos, él hundió su cabeza en su cuello para poder respirar ese aroma que tanto amaba. Ella tenía sus manos en su nuca y cabello. Fue un abrazo que llenó a ambos de paz— ¿Estás bien?

Se separó y tomo su cara entre sus manos— Ahora estoy bien —Sonrió.

—Si, ahora lo estamos.

—Gracias por todo —Tomó de la mano a Valentia y agradeció al abogado.

—Valentia demostró todo. Yo solo fuí a... amenazarlo.

—Pues funcionó.

—Vamos a la mansión. Hay algo que debes saber.

♤♤•♤♤

—Eres un estúpido —Dijo Montserrat al teléfono con el comandante.

—No podía hacer más. Venía con un abogado ¿Sabes lo sosopechoso que puede ser el no haberlo liberado? Solo me protegí.

—No seas idiota —Estaba realmente molesta— Arruinaste todo mi plan, me van a encerrar, pero eso si te digo —Pausó— Tu vienes conmigo. Espero hagas algo de provecho y evites que me encuentren.

—Eso tenlo por seguro. Jamás te encontraremos.

—Tendré que tomar otras medidas.

—¿De qué hablas?

—Pronto lo verás. Por ahora manten ocupada a Valentia lo más que puedas. No voy a dejar que nada arruine esto.

—¿Qué pasará con Esme?

—Pronto saldrá... y entonces seremos felices.

—Cambiaste tu opinion respecto a no dejarla salir.

—Todo cambia.

♤♤•♤♤

Marjorie estaba en el invernadero junto a Marc. Al igual que en su cuarto, su mirada estaba pérdida.

—Nunca quise lastimarte —Comenzó Marc— Quería ver a mi amigo bien. Hay una hija de por medio —Marjorie lo miró, pero sus ojos eran dolor puro— A ti solo te quise proteger.

—No, tú protegiste a tú amigo. Protegiste a quien te convino proteger.

—No soy esa clase de persona.

Entre nosotros: Eres míaWhere stories live. Discover now