LIBRO II
El tiempo cura las heridas.
Valentia tomó un decisión por amor a Alek hace 3 años, un decisión que dolió y los marcó a ambos.
Alek continuó con su vida y se comprometió con Marjorie de Lundenberg, sin saber que el gran amor de su vida volv...
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Antes de continuar viendo el video, lo pausó. Sus manos temblaban y su corazón latía rápidamente.
Miraba la libreta con fotos de una linda bebé. Había muchas, incluyendo un par de Valentia embarazada. También había fotos de cuando nació, de ambas en la playa disfrutando el sol, una en Dinamarca y la más impactante: Una de ambas frente a la torre Rosén.
Había un par de notas, ecografías, estudios, pero la mayoría eran solo fotos.
Cerraba sus ojos tratando de no llorar y lamentarse. Estaba en shock completamente, no sabía qué hacer o como reaccionar.
Era papá.
Se quedó varios minutos mirando a la nada.
Tomando valor, continuo reproduciendo el video.
Ella se levantó y se pudo ver su pancita perfectamente redonda— Estoy embarazada de una niña. Se piensa que nacerá a finales de marzo —Pausó un momento y mostró mejor su pancita. Las manos de Alek temblaban y sus ojos estaban cristalizados. Era un shock total— Podría decirte ahora las razones por las cuales no volví a darte el si. A casarme contigo y a tener a nuestra bebé, pero prefiero hacerlo en persona —El video se pausó y apareció otro. Esta vez Valentia estaba en la cama del hospital cargando a un bebé— Hola Alek. Hoy es 20 de marzo de 2018. Acaba de nacer nuestra hija. Mira, es la persona más hermosa que he visto en mi vida —La mostró y la recién nacida tenía los ojos cerrados aún. Alek comenzó a llorar. El video cambió, esta vez estaba Valentia en el cuarto de la bebé— Esta es su habitación. Tiene una enorme A en la pared debido a su nombre, Asly —Sonrió— Signfica belleza valiente —La tomó en sus brazos y la mostró— Mi mamá dice que es igualita a mí de bebé, pero hay algo diferente. Tiene tus ojos. Ojos color miel —Decía con una bella sonrisa— Me es imposible no recordarte con solo verla. Tiene esos ojos que tanto amé ver en mi día a día. Pienso que de grande será igual a tí —Alek sollozó. El video nuevamente cambió, esta vez estaban en la calle— Alek, mira esto —Valentia cargaba a Asly y estaban frente a la torre Rosén— Lleva minutos admirando la gran torre donde probablemente estás —Alek comenzó a preguntarse sí alguna vez hubiera visto hacia abajo ¿La habría visto junto a su hija?— Hoy estamos en la playa. Asly tiene 1 año y medio. Como puedes ver se divierte en la arena —Alek sonrió. Se veían tan hermosas en la arena sentadas jugando— Alek, mira esto —Estaban en el jardín. Había una manta rosa en el pasto junto a juguetes. Valentia se levantó y se hincó. Extendió sus brazos— Asly, mi niña ven —Comenzó a dar sus primeros pasos. Alek simplemente lloraba y se sentía tan feliz y triste. Esa parte era como su sueño, el sueño que se repetía una y otra vez— Me encantaría que la escucharas decirte papá —Valentia sonreía junto a Asly, cuyos ojos enormes color miel resaltaban su piel — Hoy dijo sus primera palabras —Alek seguía mirando — Mamá —Dijo Asly y Alek sonrió— Espero que el día en que diga papá, estés con ella.
El video terminó y él solo podía llorar. Tenía una mezcla de sonrisa y dolor— Asly —Repetía mirando todas las fotos— Mi hija. Asly Rosén —Entonces sus lágrimas fueron de felicidad y enojo. No podía creerlo.
