Capítulo 15

33 3 0
                                    

La temperatura había comenzado a bajar y el aire era cada vez más frío

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La temperatura había comenzado a bajar y el aire era cada vez más frío.

Alek y Valentia estaban en el jardín mirándose y besándose. Eran momentos únicos.

—No tienes idea de cuanto nos hemos perdido.

—¿A qué te refieres?

—Si no te hubieras ido esa noche, probablemente ya estaríamos casados. Incluso podríamos tener un hijo o que estés embarazada —Val bajó la mirada.

—¿Quieres un hijo? —Preguntó con curiosidad— ¿Te gustaría tenerlo?

—Sí —Confesó— Tal vez no ahora. Somos jóvenes y quisiera disfrutar más tiempo sin responsabilidades, pero creeme que si estuvieras embarazada...

—Lo cual no es posible.

—Lo cual no es posible, sería feliz.

—Bien —Sonrió— Vamos a caminar, hay un muelle precioso.

—Vamos entonces.

Entrelazaron sus manos y caminaron al muelle.
Las plantas eran verdes con rosas que le daban colores únicos, haciendo de ver de ensueño al archipiélago.

Cuando llegaron al final del muelle, él la abrazó por detrás. Valentia se sentía la mujer más afortunada y amada del mundo, teniendo su cabeza detrás de su oreja haciéndole cosquillas por su barba.

Miraba al cielo y lo bellas que eran las nubes ese día, como el tono del atardecer se hacía presente. Él también miraba, pero sobre todo a ella, su aroma y su cálida piel, sus ojos verdes que se perdían en la naturaleza. Con el simple hecho de tenerla en sus brazos, era el hombre más completo y feliz del mundo.

♤♤•♤♤

Al caer la noche, estaban sentados en el balcón mirando a la luna y a las estrellas, que debido a la ubicación, se veían más hermosas y claras. Siempre amaron mirarlas y hace 3 años también lo hacían... aunque de manera inconsciente.

Valentia estaba recargada en él. Ella podía sentir el corazón de Alek latir y eso le encantaba, saber que el corazón de ti mayor felicidad late.

—¿Cuál es tú mayor sueño? —Preguntó Valentia— Estoy enamorada de tí y prácticamente nunca hablamos de sueños y metas.

—Estoy en la empresa así que...

—No, lo que tú quieres de verdad, no lo que estás destinado o te hicieron cumplir. Me refiero a lo que tú de verdad deseas.

Sonrió ligeramente y la miró. Tomó su mano y se pararon. Entraron a la habitación y acarició una de sus mejillas con delicadeza— A tí.

—¿A mí? —Dijo confundida— ¿Yo?

—Tú eres lo que más quiero y con lo que sueño Musa. Pero, si hablamos en lo laboral, quiero decirte qué estoy a gusto con mi trabajo. A pesar de que básicamente me crearon para eso, estoy realmente feliz.

Entre nosotros: Eres míaWhere stories live. Discover now