¿Se divorció el actor ya? (Hiatus)

Capítulo 92

Era Verano y el jazmín en el patio de Rong Yue estaba en plena floración, y su fragancia podía olerse desde la distancia. A Ming Su Zhou no le gustaban los días de lluvia, el aire era húmedo, el tiempo era sombrío, y su estado de ánimo era como el cielo gris que se veía desde la ventana.

No quería sentarse a pintar por la escasa luz del estudio, y sobre todo, por la humedad de la lluvia.

El jazmín del otro lado de la calle estaba en plena floración, y había rosas rojas y blancas enrolladas alrededor de la valla de hierro, con sus delicados pétalos manchados por el agua de la lluvia y temblando con el viento.

Pero Ming Su Zhou no sabía nada de flores, así que se sintió aburrido después de unas cuantas miradas. Apartó la vista y descubrió que la ventana de la habitación de enfrente se había abierto de un empujón en algún momento, y Rong Yue estaba de pie detrás de ella, agitando la mano para saludarle: "Buenos días, Su Zhou".

Ming Su Zhou le hizo un perezoso gesto con la mano y volvió a inclinar la cabeza para mirar el nido de golondrinas que se encontraba bajo el alero; a los polluelos de principios de primavera les habían crecido todas las plumas y estaban de pie en la larga barandilla bajo el alero sacudiendo la lluvia de sus alas.

"¡Su Zhou!"

Ming Su Zhou giró inconscientemente la cabeza, sólo para ver que Rong Yue le lanzaba algo, se agachó hacia atrás y una planta de jazmín empapada por la lluvia atravesó la ventana y aterrizó en sus brazos. La fragancia del jazmín era tan embriagadora que Ming Su Zhou retorció la rama florecida y sintió como si hasta sus dedos se contaminaran con un toque de la fragancia.

Miró hacia la ventana y Rong Yue estaba recostado en el borde sonriéndole, "El primer paso para perseguir a alguien es empezar por darle flores".

No es que Ming Su Zhou no haya recibido flores antes, pero sobre todo de los fans, en el aeropuerto, en las ceremonias de entrega de premios y en el set después de grabar, no era la primera vez que recibía un ramo de flores empaquetado por una florista, con una rosa, una graciosa peonía. . . pero nunca uno como este único jazmín aún con rocío.

Rong Yue sonrió y le preguntó: "¿Te gusta?"

Ming Su Zhou escondió el jazmín detrás de él, levantó los ojos y enganchó las comisuras de sus labios, diciéndole un "Cursi".

Rong Yue se encogió de hombros: "Está bien si te gusta".

Los días siguientes, cada vez que Ming Su Zhou se levantaba por la mañana y empujaba su ventana, Rong Yue lanzaba invariablemente una flor, a veces un jazmín, a veces una gardenia del patio, y cuando las rosas de la barandilla de hierro florecían, eran inevitablemente arrancadas de su tallo y lanzadas a la ventana de su amado.

El primer jazmín, Ming Su Zhou no quería guardarlo, ya había avanzado hacia el bote de basura, Ming Su Zhou miró los finos pétalos blancos del jazmín, de repente apareció un rastro de intolerancia, y finalmente lo guardó, lo introdujo en un jarrón vacío junto a la cama.

Ming Su Zhou no quería presentes, pero Rong Yue estaba dispuesto a darlos.

Así que después de recibir una flor en su ventana todos los días, lo siguiente fue que Ming Su Zhou comenzó a abrir su puerta todos los días para recoger un plato de wontons de camarones frescos.

El cuenco de porcelana estaba esmaltado con una capa de azul diáfano y tenía dibujado un estanque de loto delineado en el borde. Los wontons estaban finamente pelados y rellenos de una generosa cantidad de carne de cerdo, finamente picada y mezclada con camarones frescos, la sopa era fresca y fragante, con algas y camarones flotando en ella.