Capítulo 23

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Petra

Había llegado un punto en el que solo deseaba poder dejar de respirar, no sabía cuanto tiempo había pasado, lo único que sabía era que el cuerpo ,e dolía y cada vez tenía más frio ademas del dolor de estomago por llevar tanto tiempo sin comer. De vez en cuando me traían algo que sabía como avena, odiaba la avena, pero en estos momentos solo deseaba que el imbécil de Ryan entrara con un cuenco de esa asquerosa pasta. 

Me había pasado el tiempo intentando dejar la mente en blanco aferrándomela a la teoría d eme hermano de que el frío y el dolor eran psicológicos, pero en estos momentos ninguno de los dos lo era y mucho menos el dolor; mi brazo tenía una posición bastante antinatural ademas de los múltiples moretones y heridas que tenía por todo el cuerpo. 

Jamás pensé que terminaría así y lo peor de todo era que no podía despedirme de mi pequeño en quien no era capaz de dejar de pensar, ¿estaría bien? ¿su padre jugaría con él? ¿Antonella se acercaría a él? esperaba que no, por que lo único que deseaba era arrancarle la cabeza si se atrevía si quiera a respirar junto a Oliver. 

respiré hondo conteniendo la mueca de dolor que este simple acto me provocaba, para después ver como la puerta era abierta y una Antonella muy enfadada entraba. 

— ¡Tu maldita zorra!— gritó abofeteándome haciéndome girar la cara— ¡Todo esto es tu maldita culpa!

— No se de que me hablas— dije como pude debido a la sequedad de la boca 

— ¡Él fue a por ti no a por mi! ¡A por ti! ¡Yo no le importe una reverenda mierda!

Volvió a golpearme, pero yo no tenía ni puta idea de que coño me estaba contando 

— No se...

— ¡IAN MALDITA ZORRA! ¡Marcelo me llevó por que mi hermano le debía dinero e Ian volvió a pelear en el ring haciéndonos creer que era por mi! — me pateó— ¡PERO NO! ¡ERA POR TI, POR QUE PENSABA QUE MARCELO TE TENÍA!

— ¡TE ODIO! ¡TE ODIO!— empezó a gritar repetidas veces sin dejar de golpearme como una autentica maniaca hasta que alguien la separó de mi, abrí los ojos como pude para verla abrazada a Ryan llorando

¿Como era posible que ese hombre la quisiera viendo que estaba con otro? o mejor dicho que ella solo quería estar con Ian, ¿acaso no se daba cuenta de que ella le utilizaba? 

— Déjala ¿si?, ya se encargará tu hermano de ella— le preguntó acariciando el pelo dejando un beso en su frente antes de indicarle que se fuera y darle una palmada en el culo, asqueroso. 

La morena se marcho sin mirar artas, dejándome a solas con el pelirrojo que se acuclillo para poder mirarme sin dejar de sonreír.

—  Eres patetico—  dije como pude 

—  No soy yo el que esta aquí tirado, mal herido cariño 

—  ¿Como puedes amarla? no ves que te utiliza

—  Tu no sabes nada, Ian es solo un medio para un fin ella me ama 

Apreté los labios sin querer seguir contestándole, sentiría pena por él, pero no era el caso, solo era un imbécil iluso enamorado de la hermana de su mejor amigo a la cual él le importaba una mierda. 

— ¿Que pretendes con esto? — pregunté intentando incorporarme 

— Fácil, dinero y poder querida; perdimos mucho por tu culpa cuando Ian decidió dejar las peleas

Fruncí el ceño 

— No era ningún animal para que os aprovecharais de el así para satisfacer vuestros vicios de mierda y deudas para los que papá y mamá no os daban dinero; además dudo que las dejara por mi 

Me miró de mala manera, pero no se acerco 

— Permíteme discrepar, las dejo por ti para convertirse en un buen hombre para su querida novia ¿precioso verdad? 

—Sabéis de sobra que me van a encontrar y estaréis acabados— dije agarrándome el costado, que me dolía cada vez que respiraba

—No si te matamos antes—dijo para después salir de la habitación, dejándome sola.

En ese momento me permití llorar, no quería seguir en este sitio, ya no me sentía una mujer fuerte solo quería poder irme de este lugar y volver a mi casa con mi familia, mi hijo y mis amigos, aquellas personas, a la vez que yo amaba, incluido Ian.

Al poco tiempo en la puerta, volví a abrirse dando paso Arthur, que se veía algo agitado

— Nos vamos

Me agarró del brazo tirando de mí y de mala manera, hasta subirme al maletero de una camioneta negra. Escuché diferentes voces identificando perfectamente las de Arthur, Ryan y Stuart, se escuchaba la fuerte lluvia golpear contra el vehículo mientras éste se movía a toda velocidad. Unos minutos después, éste frenó en seco y me sacaron hasta tirarme cerca de uno de los tantos acantilados que había en la zona a las afueras de la ciudad, quedaba directamente al mar, mar que se encontraba agitado debido a la fuerte tormenta que había en ese momento.

— bueno querida, a sido un placer pero ya no no sirves para nada porque hemos conseguido sacar lo que queríamos así que consideremos esto una despedida— dijo Arthur con una sonrisa maníaca antes de a la frente con un arma.

Contuve las lágrimas al sentir el frío del cañón sobre mi frente sin poder evitar pensar en Oliver, hay que desearía poder abrazar ahora mismo y decirle que todo estaría bien y que nunca iba a estar solo, a mi hermano para poder consolarle después de su ruptura y hacerle saber que siempre vamos a estar juntos y en especial a Ian para poder decirle que nunca había dejado de amarle. 

Cerré los ojos, esperando el disparo que se hacía de rogar

— Aparta tu sucias manos de mi mujer

El sonido ensordecedor me dejo un pitido en los oídos mientras que espera el inevitable dolor de la bala atravesando mi cuerpo, pero el dolor nunca llego, ese disparo no me hirió de ninguna manera, pero cuando abrí los ojos desee que esa bala si me hubiera atravesado. 

La caricia de la ira (#3SPC)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ