Capítulo 18

78 2 0
                                    

Sonreí viendo como Oliver jugaba con todos los niños de un lado a otro, habíamos terminado de cenar y ya iba por mi segunda copa; no quería pasarme y que mi hijo pudiera verme borracha, pero tenía que admitir que necesitaba una dosis de alcohol en mi sistema para no tirarme por la ventana o tirar a otra persona.

Hice varías fotos a los pequeños antes de salir a al gran terraza a tomar un poco el aire. Hacía frío, pero eso me daba igual necesitaba ese contraste sobre mi piel. Me aleje un poco de las personas que fumaran para que no se me pegara el olor, pero al parecer la jugada no me salió bien por que ademas de pegarme a un fumador, me pegue a mi peor pesadilla.

Pensé que Ian no había notado mi presencia, algo tonto de mi parte por que cuando me dispuse a marcharme tiro de mi muñeca alejándonosla de las posibles miradas curiosas de los invitados.

— A donde vamos

— Solo cállate y sígueme

Fruncí el ceño haciendo que rodara los ojos y volviera a tirar de mi, tenía que decir que correr con tacones mientras alguien tiraba de ti era de todo menos cómodo.

— Ian me voy a caer, frena

Estábamos atravesando un laberinto lleno de flores de diferentes colores, tardamos unos minutos en llegar a lo que supuse que era el centro del laberinto, había una fuente con un pequeño ángel en la parte de arriba y una mesa con bancos, todo ello de piedra.

— ¿para que hemos venido aquí?

— Hablar

Me cruce de brazos viendo como limpiaba el banco con la mano y se sentaba

— De que, no tenemos nada de que hablar

— Mi hermana y tu de repente sois mejores amigas, algo que no me entra en la cabeza

— Bueno, somos personas adultas y nos comportamos como tal, podemos superar nuestras diferencias— dije sin dar muchas vueltas al tema

— No me vengas con sandeces Petra, mi hermana te odiaba al igual que Alan y ahora sois mejores amigos, no es posible.

Sus ojos oscuros me miraban con curiosidad y una pizca de rabia, sabía que odiaba no poder controlarlo todo, pero iba a tener que joderse porque esta vez yo no pensaba ceder ante el.

— Se que hay algo que yo no se y que por alguna razón mis hermanos saben y me parece despreciable que ellos lo sepan y yo no cuando soy el otro afectado

— No tienes derecho a exigirme nada y menos después de como me trataste

— ¡Me engañaste con mis amigos joder!— gritó apretando los puños

Cualquier persona se asustaría por sus arrebatos y retrocedería para alejarse, pero a mi Ian no me daba ningún miedo

— ¡No te engañe, tu te creíste esa mierda, no es mi culpa que prefirieras creer a esos hombres antes que a mi!

— ¡Lo vi Petra!¡¿ahora me dices que no crea lo que vi con mis propios ojos?!

— ¡Por el simple hecho de que no todo lo que ves es lo que parece!

— ¡No claro que no, ahora resulta que mi novia iba de zorra y...!

No le deje continuar, diría que le di una bofetada pero fue mas bien un puñetazo, que le hizo girar la cara a un lado

— ¡En tu miserable vi me vuelvas a llamar así! ¡Y me alegro de no ser anda a día de hoy, limítate a ser el puto padre de mi hijo y a mi déjame en paz!

Mi respiración era irregular, mis ojos picaban al igual que mis manos, pero no iba a llorar me negaba a ello. Le di una ultima mirada y salí de aquel lugar buscando la salí para volver al lugar donde estaba todo el mundo.

Coloqué la sonrisa más falsa que pude al encontrarme con los invitados, pero no fue suficiente para Leo puesto que frunció el ceño cuando me vio y termino frunciéndolo más cuando vio mis nudillos rojos.

— ¿Todo bien?— pregunto en voz baja

— ¿Me puedes llevar a casa?

Asintió no muy convencido, pero me dijo que me esperaría en la entrada. Busque a Gadea y Alan para despedirme de ellos y después a Oliver quien empezó a lloriquear diciendo que no podía irme, pero por mucho que mi hijo llorara no me quería. Él se iría con su padre esta noche como habíamos acordado ademas de que necesitaba estar sola en estos momentos.

Me subí al asiento del copiloto del Ferrari rojo de Leo que no tardó en arrancar dirigiéndose al apartamento de Sam, no me sorprendía que supiera que me estaba quedando allí el y Sam siempre habían sido buenos amigos.

— Sabes que puedes contarme lo que ha pasado, si tu quieres.

Respiré hondo y apreté las manos

— Tu amigo es un imbecil

— Cuéntame algo que no sepa cielo

— No quiero volver a saber de él mas haya de lo que tenga que ver con Oliver, no puedo soportarlo más

— ¿Por que no le cuentas la verdad?

Mi cuello se giró como si de la niña del exorcista me traste mirando a Leo con una mezcla de miedo y sorpresa

— Como sabes...

— Eric me lo contó, sabes que no te soporta pero cuando pasó aquello vino a mi casa histérico sin saber que hacer

Apreté los labios y asentí lentamente sin ser capaz de mirarle a la cara.

— No te sientas avergonzada o asustada, no voy a contar nada Petra, solo te diré que cuando quieras puedo darles una paliza a esos imbéciles; nunca me cayeron bien pero había que aguantarles por ser amigos de Ian, pero ahora están en mi lista negra, bueno llevan varios años ya.

No era capaz de decir nada, jamás pensar que alguien más sabría sobre lo que había pasado o que Eric se lo contaría a alguien, pero era de esperarse como el me dijo en su momento no era algo que debería de callar.

— ¿Podrías no decir nada por favor?— mire a Leo con suplica esperando que aceptara mi petición, por que de no ser así tendría un problema

Apretó los labios y asintió

— Si, pero con una condición Petra

— Cual

— Antes de iros en una semana debías contárselo a Ian

Trague y en ese momento mi estomago comenzó a darme vueltas de los nerviosa que empezaba a sentir, no iba a ser capaz de hacer aquello no después de tanto tiempo y más viendo que nuestra relación no era buena.

— Esta bien, lo haré

La caricia de la ira (#3SPC)Where stories live. Discover now