Sesenta

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                      Hyeri;

—¿En serio tienes que ir?. Mejor no vayas —dice Jungkook mirándome desde la puerta del baño donde yo me encontraba preparandome para el trabajo del club—. Si Hwan se queja, ya me encargaré yo.

Sonreí levemente y me acerqué a él negando.
—No. Y deja de querer conseguir las cosas con esa forma —toco la punta de su nariz con mi dedo divertida.

Él suspira, pasando su mano por su pelo pero no dice nada. Cuando estuve lista organicé mi pelo suelto un poco y ambos salimos de mi edificio. Jungkook se brindó para llevarme y obviamente le agradecí.
Rodeó el auto, sentandose en el asiento copiloto mientras encendía el auto. Me dediqué a mirar por la ventanilla en todo el trayecto.

El día de hoy con Jungkook había sido precioso y maravilloso. Estar con él y permanecer a su lado luego de tantos días separados me hizo increíblemente bien, y observe nuestras manos entrelazadas mientras el manejaba con la otra.
Aún así no se me había olvidado el tema que nos hizo distanciarnos. Pero por ahora, no lo mencionaría. No quería arruinar la noche. Y creo que el tampoco.

—Cuidate —dice acariciando mi mejilla cuando llegamos finalmente.

—Hasta mañana —lo observo.

Él se inclina hacia mi, besando mi frente. Y acariciando con uno de sus dedos pulgares mis labios. Beso su mejilla y entonces salgo del auto para encaminarme hacia mi queridisimo -nótece el sarcasmo-, trabajo.

—Ay Hyeri felicidades —dice Daisy mientras sujetaba con sus manos mis manos—. Me hubiera gustado haber ido pero no pude. Estoy segura de que estuviste preciosa.

—Mhm —sonreí—. Hoy de hecho...ha sido un buen día –confesé, sonriéndo.

—¡Me alegra tanto! —exclama—. Pero...– entrecierra sus ojos analizandome–. ¿Te arreglaste con Jungkook? –pregunta finalmente. Sacándome una sonrisa.

Ladee mi cabeza hacia los lados.
—Mas o menos.

—¿Más o menos? —repitió ella no tan convencida.

Suspiré y asentí presionando mis labios.
—No hemos hablado del asunto que nos hizo enojarnos —expliqué—. Pero sigue ahí –dije–. Solo tratamos de...obviarlo. Pero llegará el momento en que tendremos que hablarlo.

—Pues sí —asintió ella, sonriendo un poco—. Pero no te preocupes. Se arreglará.

Asentí sonriéndole y entonces nos pusimos en función del trabajo.

El club, como casi siempre, estaba repleto de personas. Y esta vez no fue la excepción. Literal no paraba de ir hacia las mesas, recibir y entregar pedidos. Recogí mi pelo que ya me molestaba de la calor que comenzaba a sentir, y continué con mi trabajo.

Solo piensa una y otra vez Hyeri, que esto lo haces por tu hermano.

;;;

Daisy esta vez tuvo que irse antes porque tenía problemas personales. Así que me tocó a mi, organizar el lugar y cerrarlo también. Suspiré, poniéndome el blazer y ajustando los botones de este en la parte delante para volver a recoger mi pelo y comenzar a caminar hacia mi departamento.
Adentré mis manos dentro de los bolsillos delanteros de mi blazer y continué caminando.

Las calles estaban vacías. Era muy tarde y si acaso lo único que podrías encontrarte era algún perro o un gato merodeando. Extrañamente sentí una rara sensación detrás de mi y me giré. No encontrando a nadie. Y con esto me refería, que ni al hombre que me custodiaba con la camioneta estaba. Y eso me extrañaba.

Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Où les histoires vivent. Découvrez maintenant