Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Epílogo

Olviden el epílogo anterior. Este fue el que realmente había creado. Lo arreglé, porque luego de subir aquel me dio cosita porque este al final terminó gustándome más. Y es el clásico final que siempre le dedico a todas mis historias.

Además da mas adelanto a la segunda temporada :3

Ay. Espero que les guste....

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Tiempo después.

          
                          Hyeri;

El tiempo, como Jungkook había dicho, nos había hecho sanar. No completamente porque siempre quedaría la cicatriz. Pero eran esos momentos en la vida en donde uno se daba cuenta de que, así si habían momentos tristes y díficiles, también habían y venían momentos felices, y alegres.

La muerte de Sung, había sido algo demasiado fuerte para todos nosotros. Algo que nos marcó y jamás, jamás nos olvidaríamos  de él porque siempre estaría en nuestros corazones. Porque nunca iba a existir un segundo del día en el que no pensaramos en él.

Y eso continuaría así para siempre.

Hoy.

Luego de tantos momentos y tiempos díficiles, iba a ocurrir algo que independientemente de todo, creaba un momento de felicidad. Y que nadie más que yo y Jungkook estábamos felices.

Jungkook y yo nos casariamos.

No podía dejar de sentirme nerviosa mientras la estilista se encargaba de hacerle los últimos detalles al vestido. Me miraba en el espejo y me sentía tan feliz hoy. Mi corazón retumbaba sin parar en mi pecho de lo emocionada que estaba.

—Estás preciosa, Hyeri —dijo Aisha mientras me miraba.

—Más que preciosa. Hoy es tu día directo al camino de la felicidad —bromea Yirem y suelto una risita ante aquello.

—Me siento nerviosa —confesé.

—Es normal Ri —sonríe Aisha.

Suspiré y traté de darme ánimos y relajarme.

Cuando terminaron de prepararme, Aisha me ayudó a bajar con cuidado por las escaleras mientras Yirem sujetaba delicadamente el vestido por detrás evitando que este arrastrase el piso. Y ya en la sala, estaba mi padre esperando por mi ansioso.

Me mira, cuando se dá cuenta de mi presencia y veo como me observa totalmente asombrado y más que todo, emotivo.

—Dios santo, Riri —camina hacia mi y toma mis manos con las suyas; sus ojos se llenan de lágrimas—. Estás preciosa.

Sonreí.

—Gracias pa —susurré.

—De verdad no creía que este día llegaría —comenta sentimental y se pone la mano en el pecho como si no fuera posible—. Que sepas que aunque te entregue a otro hombre, siempre vas a ser mi pequeña. ¿Lo sabes no?.

Sonreí y asentí para darnos un abrazo en el que él acariciaba suavemente mi pelo.

—Estoy seguro de que serás feliz —dice mirándome con nostalgia.

—Yo también estoy segura de eso —le sonreí y traté de no ponerme más sentimental, o lloraría y se me terminaría cayendo el maquillaje. Algo que no quería o me terminaría atrasando.

Caminamos hacia afuera y tres autos aparcados esperaban por nosotros.

Yirem y Aisha se adentraron en uno de estos, y mi papá abrió la puerta de otro para mi. Con cuidado entré y organicé las flores encima de mis piernas mientras miraba a mi papá que también se adentraba al auto.