Capítulo 4. Minwoo's Blood Bar and Coffee.

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Minwoo salió de la cocina y entró de nuevo en el ruidoso y vibrante ambiente del local. La música hacía saltar a un montón de tontos adolescentes y a otros más entrados en años. En realidad no se podían saber las edades de los clientes: los vampiros y licántropos, aunque aparentan ser jóvenes, podían tener cientos y hasta miles de años. Los vitales también lucían menos edad gracias a los tratamientos de piel que se daban. Y los deltros y las ninmadas, por ser elementales de la naturaleza, se perdían en siglos de antigüedad. Lo cierto era que todas las razas se mezclaban sin distinción en la pista de baile.

El lugar era muy amplio y tenía varios ambientes para el disfrute de los clientes: La pista de baile, el salón de café, el restaurante ejecutivo; y el lugar preferido por los hijos de las familias poderosas: la barra central. Una gran estructura de cristal de forma circular que ocupaba el centro del local y tenía acceso a todos los ambientes. Estaba rodeada con cómodas butacas en la que los clientes disfrutaban de las bebidas preparadas por el propio dueño. De ella salían los cócteles, los vinos y bebidas más fuertes, pero también los cafés especiales de la casa.

Una vez dentro de la barra, Minwoo relevó al asistente del café. Necesitaba ocuparse en algo para pasar el mal rato reciente. Cortar chocolate y preparar café siempre le ayudaba a relajarse.

—Este frappuccino especial es para el joven Moon —comentó el empleado.

—Bien, yo se lo llevó, tú ve a descansar —Minwoo montó la máquina de café y destiló un shot del delicioso líquido negro; lo agregó a un vaso alto y le añadió un granizado de leche achocolatada. Lo coronó con un espiral crema batida. Luego cortó delgadas láminas de chocolate amargo que hicieron un delicioso contraste con el blanco de la crema.

Se quitó los guantes y con la bebida lista, fue hacia la parte de la barra en la que el ansioso Jun Jin Moon, esperaba con la boca hecha agua. Le entregó su dulce creación y con la mano sacudió la cabeza del joven como saludo. Luego miró a Jung Hyuk. Se saludaron con el juego de manos típico del clan Moon.

—¿Dónde estabas? Llevó un rato aquí esperándote —le dijo Jung Hyuk. El heredero del clan de los licántropos esperaba poder disfrutar del especial de la casa: BloodyMin, un cocktail que solo Minwoo podía preparar. Sus ingredientes no eran difíciles de mezclar, solo pulpa granizada de passion fruit, un shot de licor de arroz cosechado en el monte Moeyon y unas hojas mentoladas. Pero lo complicado era el ingrediente principal: gotas de la sangre del propio dueño del bar.

—¿Qué dónde estaba? Intentando sacar la basura —respondió Minwoo y miró hacia la pista de baile en la que se encontraba Dongwan, sacudiendo las caderas con frenesí, brillando y seduciendo a todos con sus serpenteantes movimientos—, pero creo que no logré. —Resopló.

Dongwan sintió la mirada de Minwoo y detuvo su sensual baile. Con pasos lentos y movimientos contorneados se dirigió a la barra. Tomó asiento del otro lado, quedando de frente a los lobos Moon.

—Con razón el aire se volvió irrespirable —dijo Dongwan en voz alta al ver a los lobos.

Min y Jung Hyuk lo observaron, pero siguieron hablando entre ellos sin prestarle atención a sus comentarios.

—¿Es que no me piensas atender? Desde que aceptas lobos aquí, el servicio se volvió decadente —continuó el vampiro Kim con sus comentarios sarcásticos.

Minwoo le hizo señas a uno de los asistentes de la barra para que lo atendiera, pero después de dos minutos el chico se acercó de nuevo a su jefe con un pedido de Dongwan: quería el especial BloodyMin.

El dueño del bar elevó los ojos en señal de fastidio; no estaba de ánimo para calarse al nefasto una vez más, en esa noche. Jung Hyuk, a quien sus íntimos llamaban Eric, se río por la cara de Minwoo y lo compadeció por la fatídica lotería que se había ganado.

El Hijo Oscuridad y el Hijo LunaWhere stories live. Discover now