XXI

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El pelirosa despertaba de un tranquilo sueño reparador en media mañana, durmió desde que terminó de desayunar hasta las 2 de la tarde, todo estaba tan silencioso que era algo aterrador.

Se estiró un poco y fue a la habitación de Jake, estaba vacía, aunque era algo normal, siempre paraba en la de  Sunghoon, pero cuando fue a esta, vacía otra vez, revisó las tres habitaciones de sus mayores que viajaron hace unos días, pero seguía siendo el mismo final.

Talvez salieron y le mandaron un mensaje ¿dónde dejó su teléfono?, si, en la habitación de Ni-ki, esperando encontrarlo llegó dentro de esta, pero de igual modo estaba vacía.

No tuvo suerte al buscar su teléfono, pero el timbre sonó, ahora recordaba, debían llegar nuevas cámaras ese día, al abrir la puerta era un repartidor con uniforme indicando el producto, pidiendo una firma para verificar la entrega.

Sunoo aceptó gustoso, esas cámaras facilitarían su trabajo.

-Hey, ¿puedes darme algo de agua por favor?- pidió el repartidor dejando la caja en el suelo.

-Oh, sí, debes estar cansado- el omega se dio la vuelta para traer una botella de agua nueva y volver para entregarla. 

Volvió con una sonrisa y se lo dio.

-¿Estas solo?- preguntó de repente el repartidor luego de recibir el agua.

-Uhm... creo que si, busqué a mis... -¿debía decir que eran sus amigos o familia? -bu... busqué a mis hermanos por el departamento pero no estaban- dijo finalmente. 

-Entonces estás solo- aquel chico se quitó su mascarilla para tomar el agua, era muy apuesto.

-Disculpa pero... ¿de casualidad eres alfa?- Sunoo preguntó, era alto, apuesto y tenía una clase de aroma que lo ponía en alerta inmediata.

-Sí... ¿y tú eres omega?

Jungwon dijo que solo los especiales debemos saber si somos omegas, alfas o betas.

-Sí- respondió con una sonrisa.

-Entonces eres un omega solo en casa- sonrió pero luego sus ojos cambiaron, sus intenciones eran otras, se notaba de inmediato.

Sunoo, antes de poder decir algo, otra vez, fue sometido a ese aroma tan fuerte que unicamente afectaba a los omegas.

Feromonas de alfa...

Sunoo estaba petrificado en su lugar, sin poder hablar o moverse, simplemente el miedo llenando todo su cuerpo.

Antes de que aquel alfa diga o haga algo, otro alfa apareció uno más alto y apuesto a la vista de Sunoo.

-¿Qué tratas de hacer con mi novio?- habló Ni-ki rodeando a Sunoo con sus manos, lanzando la mirada más feroz y dominante que pudo a ese alfa repartidor.

Si Ni-ki decía que era su hermano, probablemente el chico haría charla diciendo que es su ligue y esas cosas, debía de ser directo.

-Ahm... yo...- el chico se quedó quieto, Ni-ki no emitía ninguna feromona hostil, pero su mirada era más que suficiente para que sus manos empiecen a temblar.

-Tus feromonas, controlalas- dijo aún sin soltar a Sunoo, pero el chico aparentemente no tenía intención de suprimirlas -bueno- liberó de sus feromonas, no hostiles, bueno, solo un poco de esas pero más que todo relajantes para que Sunoo se tranquilice.

-Y-yo....- el otro alfa estaba petrificado en su lugar.

-Fuera- eso fue suficiente, tan solo una palabra salida de los labios de Ni-ki fue suficiente par que ese hombre se vaya de inmediato.

-Gracias- Sunoo pudo respirar otra vez -y-yo... tuve mucho miedo.

-Sun, ¿Porqué le diste la espalda?- Ni-ki preguntó sin alejarse, acercandose un poco más al oido de Sunoo.

-Porque me pidió un vaso de agua...- Sunoo replicó desde su lugar. -s-se veía cansado.

El omega sentía la respiración del más alto chocar con su piel, pronto sintió su nariz rozar atrás de su oído, le provocó escalosfríos, haciendo que se encoja en su lugar.

-¿Que pasa?- preguntó Ni-ki sabiendo el efecto que estaba causando en Sunoo. 

-La que te traspasa- respondió el menor como última arma, pero todo empeoró.

Su cintura fue apresada por esos fuertes brazos, levantandolo del suelo, pero solo lo levantaba un brazo, el otro sujetó su pierna, elevandola hasta una posición algo lasciva.

-Creo que el que es traspasado eres tu- habló con un tono grave.

-Ahm...- no sabía qué más decir.

Ni-ki se sentó en el sillón con Sunoo sobre sus piernas, viendo su atractiva espalda, ese delgado cuello, observando sus orejas rojas, también ese hermoso contraste entre su cabello y el tono de su piel, tan bonito.

-¿Sabes?- habló Ni-ki -Sunghoon y Jake fueron a un evento de casa del terror, estarán ahí hasta mañana a medio día.

-¿A-ah si?- sentía que sus manos estaban temblando por el nerviosismo. 

-¿Te parece hacer algo más interesante que abrirle la puerta a un desconocido?

-Pero, Hyung, yo no sabía que-- cuando se dio la vuelta para replicar su comportamiento, sus labios fueron atacados por los del alfa, sin dejarle objetar absolutamente nada más que unos cuantos jadeos.

De un momento a otro, Sunoo estaba acostado en el sofá con Ni-ki encia y entre sus piernas.

Las manos de Ni-ki se condujeron solas hasta el borde de la camiseta de Sunoo, elevandola lo suficiente para descubrir su torso hasta la mitad.

Los besos nunca pararon, eran mucho más húmedos e intensls que antes, Sunoo nunca dijo que no a la tan indecente propuesta de Ni-ki.

-¡Ah!- un sonido que el omega no pudo contener, uno de sus rosados y duros botones de gomita fue pellizcado.

Oh, cualquier lugar en el que Ni-ki tocara, aún sin ser zona erógena, lo hacía sentir tan bien, en verdad, el alfa era especial.

-Sunoo... ¿puedo seguir?- habló usando carta trampa, dando falsas embestidas sobre la ropa, susurrando aquella pregunta en su oído, jugueteando con el elástico del buzo que usaba el menor.

-Yo nunca te voy a decir que no- subió sus piernas hasta la cadera de Ni-ki intensificando aquellas embestidas que daba encima de la ropa.

-¿Dónde quieres hacerlo?-preguntó el alfa refiriendose al lugar, habían muchas opciones si tenían la casa para ellos dos.

Pero... ¡¿Que clase de pregunta es esa?!

















Cami~

DAINTY - SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora