XV

799 145 189
                                    

85 votos, 150 comentarios.

.

Sunoo seguía a Ni-ki quien caminaba por las calles con la mirada fijada en un punto aleatorio.

-N-Ni-ki...- Sunoo trató de agradecer que lo haya defendido -Hey.... Ni-ki.

-¿Si?- caminaba en medio de la calle, solitaria y obscura.

-Gracias por... por defenderme- sostuvo su brazo tratando de que lo mirara, pero Ni-ki miraba al frente.

-Sí...- no se permitía a sí mismo mirarlo.

Estuvieron caminando en silencio unos segundos hasta que los sollozos de Sunoo se hicieron más sonoros.

-Perdón...- rogaba el pelirosa -P-perdón... yo no sabía que el--

-Está bien, vamos a casa- no lo miraba.

-Ni... Ni-ki, por favor... lo siento- jalaba de sus ropas tratando de que el mayor lo mirase.

Pero Ni-ki ni siquiera titubeaba.

-¡Lo siento!- se colocó en frente de Ni-ki, obligando a que este lo vea -Perdona ¿Si? t-tú tenías razón...- sus ropas estaban desaliñadas, él estaba hecho un desastre, pero cuando vió los ojos de Ni-ki, supo que el que estaba peor entre los dos, era Ni-ki.

-Sí... vamos a casa- y siguió caminando.

-P-pero, Ni-ki, yo quisiera... e-es que yo no sé porqué él era diferente a ti y... y yo.. en verdad lo siento.

-Sí, vamos a casa.

-¿No vas a volver a mirarme?...

-Sunoo, solo vámonos a casa.

-E-es que yo... no sé porqué contigo--

-¡Porque a mi tú me gustas!- lo miró a los ojos, con cada palabra que Sunoo decía, sentía más y más ganas de llorar -Yo te quería... te amaba como nunca amé a nadie o a nada...

-Pero yo... no sabía.

-Sí, no lo sabías porque nunca te lo dije, porque tenía miedo a ser rechazado y porque no te dije es el porque no eres culpable de lo que siento ahora así que solo vámonos a casa... 

-Ni-ki... por favor... déjame arreglar esto.

-No puedes arreglarlo porque nunca hubo algo- dejó de mirarlo y fijó de nuevo su vista en el frente.

-Sí.. pero podemos crearlo... podemos hacer  un algo entre nosotros...

-Solo... vamonos a casa.

-Por favor... Ni-ki... no dejes de amarme...

Y esas simples cuatro palabras rompieron lo que quedaba de Ni-ki.

¿Cómo podría dejar de amarte?

Y nadie dijo nada después de eso, Sunoo lloraba sin poder contener sus sollozos mientras Ni-ki no soltaba ni un sonido aunque por dentro se podía escuchar los pedazos rotos de su destruido corazón.

.

.

-Chicos, ¿Cómo les-- Sunghoon los veía entrar a casa, pero cuando vio a Ni-ki tan destrozado y triste, ojeras y ojos rojos, con la mirada caída y detrás de él un Sunoo que aún lloraba, usando la chaqueta de Ni-ki, con su cabello desarreglado y sus manos temblando. -¿Qué pasó?

-Ahm..- Sunoo respondió a la falta de respuesta de Ni-ki quien solo pasó a su habitación -de-después te lo diremos- y siguió a Ni-ki rápidamente.

Sunoo entró a la habitación de Ni-ki esperando poder hablar un poco más y al menos solucionar algo de esto.

-Vete a tu habitación, Sunoo- Ni-ki notó la presencia de su menor.

-Yo solo... ¿Po-podría tener un abrazo?- no recibió ninguna respuesta, pero en verdad estaba desesperado por uno, solo uno -P-por favor...

El alfa no respondió, pero cuando se dió la vuelta, estaba Sunoo con los brazos abiertos, su cabeza gacha y sus ojos cerrados con fuerza, como si contuviera muchos sollozos.

Sin poder esperar demasiado, envolvió el pequeño cuerpo de Sunoo entre sus brazos, abrazando su pequeña cintura, apegándolo a su propio cuerpo siendo inmediatamente correspondido.

Muy pocos segundos después, Sunoo empezó a liberar todas sus emociones dentro de ese abrazo, llorando muy desconsoladamente en el hombro de Ni-ki, sintiendose protegido al fin.

Mientras que el alfa trataba de estar estable para un Sunoo inestable, debíá ser fuerte por ambos cuando uno no lo era, aunque no sean nada más que amigos.

Pasaron los minutos donde parecía que los sollozos de Sunoo habían parado, pues se había quedado dormido abrazando al alfa, estaba cansado de tanto llorar.

Ahí fue cuando Ni-ki lo levantó suave y delicadamente, lo dejó en la cama, cambiando su ropa con tranquilidad y cuidado por algo más cómodo, con un paño de los que Sunoo y Jungwon usaban, le limpió con toda la delicadeza y paciencia del mundo el rostro de Sunoo del maquillaje que traía,  sus pestañas, sus labios, mejillas y al terminar le puso una crema y un aceite que veía a Sunoo utilizar a diario, con un balsamo hidrató sus labios y lo arropó en su cama.

¿Debía irse aunque era su propia habitación? No quería dormir en la de Sunoo, pues todo le iba a recordar al omega, entonces se cambió de ropa, lavó su cara con algún jabón que estaba en el lavabo, se colocó crema y se dirigió a la sala durmiendo en el sofá.

Pero no podía dormir, era una sensación de inquietud y falta, como si algo estuviese incompleto en sus interiores, algo estaba mal ahí dentro.

Pero se obligó a dormir, colocó el sofá en modo cama y cerró sus ojos fingiendo estar dormido para ver si en verdad se dormía y estuvo así durante mucho tiempo, talvez dos horas.

Y por fin, logró conciliar el sueño, en un punto de la noche, se sentía más cálido.

¿Porqué me haces falta si nunca te tuve?
















Cami~

DAINTY - SunKi♡Where stories live. Discover now