34| Segunda oportunidad

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Olivia.

Parpadeo segundos después al escuchar mi voz. Desconectándolo de aquella nube en la que se solía subir durante horas inclusive.

Sus ojos azules me miraron, sin el brillo que me estaba acostumbrando a volver a ver. Al igual que su sonrisa, la cual no se esforzó para que apareciera.

—Te traje la comida –murmuré, con miedo de romper la tranquilidad del espacio.

No dijo palabra antes de agarrar la bandejita que extendía, ponérsela en las piernas e indicarme que podía sentarme a su lado con un movimiento de cabeza. Lo cual hice caso sin dudarlo.

—¿Vamos por el siguiente episodio? –pregunte con una sonrisa, mirando la pantalla.

Él asintió sin decir palabra, comiendo el pollo que le traje y dándome un poco después de él.  Sin despegar su mirada de la pantalla, después de darme de comer le puso play al episodio para verlo juntos.

Sin embargo, mi mirada se quedo clavada en él. Viendo la atención que le ponía a la pantalla mientras comía con lentitud, a su tiempo.

Había pasado una semana exacta desde el drama con los chicos.

Christian volvió a los Ángeles y por lo que me dijo mi tía (quién ya se entero de todo junto con mi primo), sacó sus cosas de su casa y del departamento inclusive, sin decirles nada, se fue y no logran contactarlo. Al meno mi primo.

Decidí no llamarlo sabiendo cual iba a ser la respuesta de eso, o si quiera mandarle un mensaje. Así que simplemente traté de no molestarlo hasta que él pueda y quiera mandarme un mensaje o al menos a Erik.

Madison había desaparecido también. Jaden no sabía de su paradero y ni siquiera se preocupo en buscarla. Aunque sabía que estaba preocupado por ella, lo que más le importaba era Leah, sin embargo trataba de ocultarlo cuando intentaba preguntarle sobre el tema, diciendo que iban a volver.

Avani y Anth estaban pendientes a todo lo de su al rededor pero intentaban no meterse mucho. O al menos el castaño la obligaba a su novia a no hacerlo, para dejarnos nuestro tiempo.

Jaden era quien no hablaba mucho, casi nada. Desde que estoy acá, su  rutina es siempre la misma y a veces me preocupa. Pero yo, más que nadie, sabía que detrás de esa cara sin emociones estaba el Jaden con sentimientos profundos. Quien se preocupaba por los demás, y quien estaba asimilando las cosas todavía, al igual que yo.

Desde que se levantaba hasta que se acostaba estaba conmigo, como niño con su madre. No me quejaba para nada, pero era hora de volver con mi familia y el lo sabía cada día que se despertaba, porque el estar acá era un error, no debería estar acá. 

Y no me quería ir, al contrario quería quedarme. Pero mi tía estaba preocupada y por más que me gusta estar a su lado, yo tengo una vida y un trabajo y estudios a los cuales debo seguir dándoles importancia. No puedo irme cuando yo quiera y dejar mis responsabilidades como si nada.

Volví a la realidad cuando noté otro trozo de comida más cerca de mi boca. La acepté y decidí acurrucarme a su lado, dejando los pensamientos de lado y mirar la serie que nunca terminamos.

Greys anatomy.

(...)

—¿No hay pasajes para el martes? –le pregunté estresada.

Anthony carcajeo antes de apartarme, ya que me estaba tirando casi encima de su computador.

—Solo para hoy en la noche, o mañana al mediodía –volvió a repetirme, mostrándome la pantalla.

𝐖𝐄 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏  | #𝐑²Where stories live. Discover now