36| Regresar a nuestra casa, Los Ángeles

505 41 4
                                    

Olivia

No podía respirar. Una vez más sentía mis pulmones cerrarse sin permitir que entre el aire.

—Quiero... –intente decir.

—Más cosquillas –canturreo el rubio, sin dejar de hacerme cosquillas.

Me removí debajo suyo, intentando escapar de sus dedos quienes me estaban torturando.

No podía parar de reír y más cuando Jaden acariciaba mis costillas. Eran mi punto débil.

—¡Jaden basta por favor! –chillo sin poder aguantarme el dolor en el pecho.

Odiaba reír tanto porque me hacía doler el pecho.

El rubio pareció tener piedad por mi y decidió separarse de mi cuerpo y dejar de hacerme cosquillas.

Sus cabellos estaban desordenados y una enorme sonrisa adornaba su rostro. No dudaba que él estaba más presentable que yo, que me estuve revolcando entre las sábanas para que deje de hacerme reír.

Me tomo unos minutos para regular mi respiración y en cuanto estoy bien, miro a Jaden para asesinarlo con la mirada.

Sin embargo mi molestia no dura mucho cuando se sube una vez más encima mío y me da un pequeño beso. Cómo siempre, gustosa se lo sigo.

—¿Vamos a comer? –pregunta dando los últimos pequeños besos.

Sus ojos azules me miran brillosos y no puedo evitar volver a besarlo.

Lo amaba, y no podía negarlo. Ya no cuando mis ojos me delataban cada vez que lo veía.

—Vamos –dije al final.

Sus manos guiaron a mis piernas, indicándome en silencio que debía enredarlas en su cadera y eso fue lo que hice. Al igual que mis manos se enredaron en su cuello.

Me levantó con él, poniéndose el calzado y saliendo de la habitación. Encontrándonos con Erik al llegar a la cocina.

Habíamos llegado hace unos días de los Ángeles, apenas solo tres días de hecho.

Jaden está con buenos ánimos desde que Edith le dió la bienvenida. Y por primera vez, Jaden trató de buena manera a mi querida tía, a diferencia de la primera vez que había venido.

Erik seguía sin aceptarlo. Así que apenas lo vió decidió ignorarlo hasta el día de hoy.

Hoy fue el día de mi reunión con mis profesores, y el da la universidad para poder concretar mi último año de psicología.

Por suerte me fue bien y me darán los resultados al hacer la última evaluación del año. Que era en casi dos meses.

Es por eso que ahora nos encontrábamos a punto de comer lo que mi tía nos había dejado. Al igual que a Erik que hace poco llegó de trabajar supongo.

—Hola primito –le doy un beso en la mejilla.

—Via –me devuelve el saludo, acercándome un plato en la mesada–. Te puse a calentar el arroz y las verduras –me dice, agarrando sus cosas para poder irse.

Mira a Jaden con una mirada que no me gusta y le agradezco antes de que desaparezca.

Veo otro plato encima del microondas, solo que la comida estaba fría. Así que de mala manera lo pongo a calentar.

No me gustaba que Erik sea tan chiquilín para hacer estas cosas. Entendía que no le agradará Jaden, pero ya sabía que yo estaba haciendo un esfuerzo para que él pueda volver a comer normalmente.

𝐖𝐄 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏  | #𝐑²حيث تعيش القصص. اكتشف الآن