𝐖𝐄 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑²

29|Nos veremos pronto

Olivia

Nos despertamos temprano para poder notar que dejó de llover, y que podíamos volver a la casa de Jaden.

Aunque me costó bastante convencer a Jaden de que nos podíamos quedar alguna otra vez que nos viéramos, logré convencerlo de volver antes de las ocho, ya que ellos iban a seguir durmiendo y las preguntas no la iban a hacer si yo me iba a las nueve y media.

Ahora mismo, estábamos entrando a la casa donde reinaba el silencio. Y Jaden se aprovechaba de eso para besarme sin dejarme que me vaya a bañar una vez más y para cambiarme.

—No voy a poder desayunar si seguimos así –murmure como pude, con sus labios en los míos.

—No pasa nada –me devolvió el murmuro, acariciándome la espalda por debajo de la sudadera que había encontrado seca.

No podía separarme de sus labios. No solo porque me lo impedía, sino porque eran una tentación como para dejarlos ir por mucho tiempo.

—Jaden... –volví a insistir.

Rendido, dejó de besarme separándose del todo.

—Bien –dijo por fin, dándose la vuelta para ir hacia la cocina–. Voy a tratar de hacer algún desayuno. No te tardes –pidió.

Asentí con una pequeña sonrisa.

Cuando lo perdí de vista, subí las escaleras hacia mi habitación para poder ir hacia mi maleta, que por cierto ya estaba hecha desde el día en el que vine, y saqué la ropa que iba a usar para el viaje.

Que por cierto era en solo dos horas y media. Ahí es cuando mi cerebro reaccionó.

Me iba en unas horas. Iba a volver a Inglaterra, donde volvería a ver a mi tía y a mi primo, y claro también a Chris...

Me detuve un momento, sintiendo como mi corazón se aceleraba solo un poco.

No estaba preparada para volverlo a ver. O al menos no cuando lo había ignorado, y no solo eso. Le había mentido sobre lo de Avani, y lo había engañado con Jaden.

Entre al baño, sin querer pensarlo. Iba a tener que enfrentarlo, pero en su momento y no iba a pasar mis últimas horas con Jaden y mis amigos pensando en él.

(...)

Jaden no estaba solo cuando entré a la cocina. Los rulos de mi amiga se movieron al darse la vuelta hacia mi, chillando mientras corría a mis brazos, dónde me envolvió en un abrazo que devolví.

—No quiero que te vayas –dramatizo, abrazándome con fuerza.

Solté una risa divertida, separándome para poder ver qué ya había lágrimas en sus ojos.

Si seguía así iba a ser yo quien lloraría.

—No empieces... –susurre por lo bajo, tratando de no quitar la sonrisa–, no me voy a ir para siempre –sobe sus brazos con cariño.

Vani hizo un puchero, volviendo a abrazarme.

—Jaden, raramente, está haciendo huevos con tocino –cambió de tema, guiándome hacia la mesada del centro.

Olía delicioso. Justo los ricos olores de los alimentos que la morena había nombrado.

—Huele bien –alague, pasando por al lado de rubio que también olía delicioso.

Jaden no me devolvió la mirada, concentrado en lo que hacía. Así que decidí no molestarlo y sentarme dónde Avani me arrastraba.

—¿Vamos al aeropuerto del centro? –pregunto dándome una taza de café con leche, cómo me gustaba a mi.