43|Un paseito por Texas

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Jaden.

Nos encontrábamos en el aeropuerto una vez más. De hecho, ya se me estaba haciendo costumbre pisar uno a cada tanto.

Esta vez era una ocasión especial, ya que después de la fiesta de año nuevo, nos vinimos directo a Texas donde se encontraba mi familia.

—Jaden, creo que esa rubia de allá es tu madre –Liv me sacó de mis pensamientos al hablarme con nervios.

Miré la dirección que indicaba su pequeña mano y no pude evitar sonreír al ver a la mujer que me dio la vida con una sonrisa de oreja a oreja.

Arrastre a Liv de la mano hacia Amy, mi madre, para no dejarla sola y correr a abrazarla.

Mi madre chilló de la emoción y la levanté del suelo con lo liviana que era, abrazándola con fuerza y cariño a la vez. Mientras Liv se escondía a mis espaldas, nerviosa.

—¡Estás mucho más fuerte! –dijo mi mamá sonriente, una vez en el suelo.

Reí por su comentario, negando con la cabeza. Claro que mi momento de atención se evaporó en el momento que sus ojos, vieron al pequeño cuerpo que estaba atrás mío.

—Que tenemos aquí... Si es la niña de la que tanto hablas –murmuró, acercándose hacia ella.

Mi comprometida también se acercó y dejó que mi madre la abrazara con cariño. y en ese momento comenzaron a entablar una confianza de mujeres que me aburría, del aeropuerto hasta mi antigua casa.

—¡Eso no es verdad! –protesté indignado ante una estúpida anécdota de pequeño.

Y claro, mi madre se le iba la lengua en algunas cosas que mi querida comprometida no debía saber. No sin ser necesarias.

Liv se reía mientras yo bajaba nuestras maletas del auto de Amy. La rubia se acercó para ayudarme a llevarlas al interior de la casa.

Las voces llenaron el espacio apenas mi madre abría la puerta, y Olivia ralentizaba su paso para mirar todo con curiosidad. No fue la única, ya que a sus espaldas iba mirando cada detalle de la casa. Había cambiado bastante a decir verdad, ya sean pequeños detalles como los cuadros colgados en las paredes, podía notar la diferencia.

—No quiero interrumpir tu momento de curiosa, pero las valijas pesan más que mi vida –susurré pegando mi pecho a su espalda, para que solo ella me escuche.

Parpadeó unos momentos y soltó una disculpa antes de apurarse a seguir a Amy. Escuchando como la guiaba al interior de la casa, aproveché a dejar las cosas en mi antigua habitación para dejar nuestras cosas, sin darle mucha importancia se había cambiado o no, volví para agarrar las otras maletas.

Entré a la sala cuando terminé, encontrándome a la horrenda cosa peluda que mi madre solía llamar gato. Ah y también mi hermana

—...Un gusto conocerte –escuché decir a Liv.

Levanté la mirada enseguida, creyendo que me iba a encontrar con los pelos rubios y los ojos claros de mi hermana menor. Mi respiración se tranquilizó al notar que no era Sophie, sino que mi hermana mayor Haley, con sus pelos despeinados tal como los míos.

—Pero si es la pequeña rarita de la casa –dije con una sonrisa brillante.

La atención de las tres mujeres fueron hacia mí. Solo que me concentré en la del medio que se estaba presentando a Olivia, que me miró con brillo en sus ojos, divertida.

Apenas estar al frente suyo la abracé y conseguí un golpe dtrás de la cabeza al separarnos. La miré indignado enseguida.

—No soy pequeña. Te llevo cuatro años, idiota –expresó la buena y dulce Haley.

𝐖𝐄 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏  | #𝐑²जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें