My Problem? You

Un segundo

Es curioso como todo en la vida parece encontrar su sitio. Pasamos parte de nuestra vida experimentando, transitando a través de emociones, recordando el tiempo pasado... pensando el futuro y casi nunca en el presente.

Es curioso como una fracción de segundo determina dónde estarás mañana y hacia dónde tu pensamiento irá en el futuro, recordando ese segundo en el que decidiste tomar un camino u otro, aferrándose a él.

Es curioso como en menos de lo que acelera un fórmula 1, o en menos de lo que duran los dos primeros acordes de esa canción que no te puedes quitar de la cabeza, tu mente navega por caminos sinuosos, arrastrándote a algo que creíste jamás podrías vivir.

¿Alguna vez pensasteis en atesorar un segundo? Quizá habéis deseado atesorar muchos, quizá minutos, quizá horas, días, semanas, meses, años... Pero si tuvierais que elegir un segundo... ¿cuál sería? Quizá aquel segundo en el que disteis vuestro primer beso, quizá aquel en el que dijisteis te quiero, quizá aquel en el que ganasteis un premio, o quizá aquel en el que escuchasteis una risa, o curasteis un corazón herido... o quizá el sonido del timbre...

El timbre... Quizá el segundo en que miraste el reloj y eran las 8 de la tarde... Quizá el segundo en el que tu tonta y adorable hermana corrió a abrir la puerta y tartamudeó ante la chica que le gustaba.

Quizá aquel segundo en el que ves de pronto a una hermosa mujer con un precioso vestido negro corto por encima de la rodilla y de tirantes que dejan casi descubiertos sus níveos hombros y sus delgadas, largas y tonificadas piernas... aquel segundo en que te fijas en su hermosa cabellera rubia cayendo suelta en hondas suaves sobre sus hombros y su pecho... Aquel segundo en que fijas tu mirada en esos ojos color chocolate, y labios rojos apetecibles que pertenecen a esa carita de ángel... o aquel segundo en que caes ante sus hermosas mejillas abultadas y su sonrisa tímida.

Quizá aquel segundo en que pensaste que caminaba a cámara lenta y diablos... se veía tan hermosa... 

O quizá aquel segundo en que te fijaste en aquella chica justo frente a ti... en el que fugazmente y sin querer admitirlo tus ojos dieron con ese hermoso color verde azulado. Quizá ese segundo en que descubriste que los labios carnosos son tus favoritos, y que el flequillo y el cabello negro largo jamás pasará de moda en tu imaginación.

Quizá te quedas anclada en ese segundo... un segundo en el que ambas miradas se cruzan, ambas miradas se desnudan, ambas miradas ven más allá de lo que tienen delante... un segundo en el que ambas miradas conectan y sin decirse nada viajan... viajan a un mundo en el que deciden descubrirse, en el que, con sus propias taras, con sus propios miedos, con sus propias emociones intentan comprenderse... reconocerse... porque se huelen.. se sienten... y sus corazones se saltan un latido en el segundo en el que reconocen que serán un problema para la otra.

Lisa lo sabe... sabe que aquella rubia sin nombre en ese segundo será su mundo y su mayor problema y Rosé lo siente... siente y reconoce el problema justo delante de ella... y entonces se sonríen, porque sí, se conocen... porque saben quiénes son para la otra, porque ya lo han vivido... en silencio... mientras Jisoo y Jennie se miran en un segundo también.

Y entonces suspiran... y sus manos sudan... porque saben a lo que se enfrentan... saben lo que ya han podido vivir en su mente y en su corazón... y se han extendido a tiempos impensables para los demás... y saben que se amarán con locura y que el golpe será desastroso... lo saben, lo perciben... mientras reconocen en un segundo el llanto de Ellie, aquella personita por la que empezó todo...

Entonces se permiten en un segundo sentir sus corazones latiendo a toda prisa y se fijan en la otra... porque Rosé no es tonta, sabe lo que provoca en Lisa, y sabe que Lisa la ha reconocido... y eso acelera aún más su corazón. Y Lisa lo sabe... puede ver esos labios que ha besado una y otra vez en ese pequeño instante en su imaginación y que ya echa de menos...