¿Qué demonios te pasa, capulla?

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Cerré la puerta de la habitación y me apoyé sobre ella... Oh señor... tenía un problema, un problema muy gordo.

Durante todo el día había evitado posar mis ojos en Roseanne y lo había conseguido. Había conseguido mantenerme a una distancia prudencial para no cometer ni una sola tontería. ¿A quién quería engañar? la chica estaba como quería y yo tenía más peligro que un zorro en un gallinero, así que debía mantenerme alejada de ella.

Había salido esa noche y había buscado desfogar todo lo caliente que estaba con la morena impresionante de aquel bar. Pero todo en lo que podía pensar era en Roseanne tropezando y cayendo a mis brazos. Era una completa estupidez, pero si le sumaba a eso que ella era completamente fría conmigo y se mostraba terriblemente cariñosa e inocente con Jisoo, me estaba volviendo loca.

Por supuesto que supe que me miraba, por supuesto que supe que ella estaba delante de mí cuando me estaba follando a esa mujer. No es que ella no hubiera sido habilidosa para esconderse, pero el reflejo de la cristalera de la ventana me dio señales de una cabellera dorada en mitad de la oscuridad del pasillo. Y aunque en un primer instante pensé en detenerme, no sé por qué, observarla mientras me follaba a otra estaba volviéndome loca y poniéndome aún más caliente. 

Cuando la vi ahí parada, como en shock cuando aquel libro cayó, sentí mi cuerpo hervir. Habría caminado directamente hacia ella y la habría tomado entre mis brazos, pero no... yo no podía darle señales de que ella provocaba algo en mí. Y entonces lo que hice fue lo que mejor se me da, ser una completa capulla engreída que solo tenía en la cabeza una cosa, follarme a Roseanne. Pero entonces... ese destello en su mirada, la humedad de sus labios, el reflejo de la tenue luz sobre su rostro la hizo verse hermosa... completamente diferente de lo que yo había visto antes. Sus ojos fijos en los míos, pude apreciar su color chocolate, sus pupilas dilatadas... su pecho subiendo y bajando al igual que el mío. Oh demonios... ella no era igual, no era para nada igual a las demás, tenía algo distinto, algo que estaba volviéndome loca porque necesitaba comprenderlo. Y ahí, mientras fijaba mis ojos en los suyos, en sus perfectos labios rojos, en su diminuta nariz y sus abultadas mejillas me di cuenta de lo que pasaba... Roseanne Park no era una chica más.

"Lo que hagas con tu vida no es de mi incumbencia, me pagas por cuidar de Ellie." había dicho y eso había sonado como una puñalada, y por primera vez me importaba lo que alguien opinara.

 "Es cierto" dije... Era cierto... muy cierto, ella no era una mujer como las que frecuentaba, ella era por simple y complejo que parezca a la vez, una mujer de los pies a la cabeza. Lo veía en sus ojos, lo percibía en su forma de ser, en su comportamiento y en la fiereza con la que su mirada era capaz de desarmarme. Y me sentí estúpida, me sentí completamente fuera de lugar... por primera vez me recriminé por ser tan capulla y faltarle el respeto de aquella manera. Había tomado el vaso de agua y se lo había dado porque no merecía que la mirara con perversión, se merecía ser tratada con respeto... y entonces... cometí un error. Donde mi cabeza ya era una bomba de relojería yo misma firmé mi sentencia dejando ese beso en su suave mejilla. Había sido corto, pero me había quemado por dentro.

Había pensado que una no era capaz de sentir nada si no era a través del sexo, pero había sido mi perdición ese pequeño contacto y ahora... ahora estaba más que jodida. Quise jugar con fuego y me acabé quemando.

Me deshice de mi ropa y las botas y me tiré en la cama completamente vestida boca arriba, recordando aquellos ojos, aquellos labios y lo mucho que quemaban los míos con el contacto de su piel. Maldita sea... tenía un problema, un gran problema...

No sé cuándo, porque mi cabeza no paró de darle vueltas al asunto, pero para cuando me quise dar cuenta Jisoo ya estaba dentro de mi habitación tirando de mí y gritando que papá nos mataría. Caminé a la ducha y después de un baño me vestí, aún con la cabeza en otra parte, más bien en alguien. Salí de allí y me dirigí a la cocina donde Jisoo y Roseanne ya desayunaban conversando alegremente, con Ellie en brazos de la rubia.

My Problem? YouWhere stories live. Discover now