¿Mi problema? Tú

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Pasé la toalla sobre mi rostro tratando de secar las gotas de sudor que escurrían, estaba agotada... sentía mi respiración entrecortada tratar de regularse a la vez que los acelerados latidos de mi corazón. 

- Tienes que hacerlo - le escuché a mis espaldas. Me puse en pie tirando la toalla y dando un golpe más al saco de boxeo, con toda la fuerza que pude. - ¿Me estás escuchando?.

- Dije que no, no voy a correr esa maldita carrera - volví a dar otro golpe pero esta vez el saco no se movió. Fue detenido por mi padre que me miraba seriamente.

- Vas a tirar todo un campeonato a la basura, tu esfuerzo, el esfuerzo de todo un equipo y el de tu hermana.

- No metas a Jisoo en esto - me encaré contra él. 

Mi padre se apartó y se sentó en el banco más cercano. - No sé cómo tratar contigo Lalisa... antes era tan fácil y ahora...

Negué con la cabeza... ¿cómo se atrevía? - Déjame sola, ya te dije que no correré. Puedes despedirme si quieres, no me importa.

Él se puso en pie y se acercó a mí tomándome de los brazos. - Amas este deporte tanto como tus hermanos, tanto como yo... ¿por qué te empeñas en arruinar las cosas?

- Porque yo soy la maldita ruina - grité. - Fui yo quien mató a Kookie, fui yo quien causó el accidente de Jisoo, fui yo quien perdió a Ellie... - grité enfadada. - ¿No es así Padre?.

Él negó con la cabeza. - Cometí un error Lisa... cometí un error al decir todas esas cosas, estaba cegado, dolido, no contra ti, contra la maldita vida... ¿Crees que es fácil para un padre perder a un hijo y casi perder a otras dos?. Dios mío... quería morirme.

- Estoy cansada... cansada de ser tu maldito saco de boxeo. ¿Crees de verdad que mataría a mi propio hermano?

- Maldita sea Lisa, lo dije sin pensar.

- Lo dijiste porque realmente lo pensabas. Pensabas que sería capaz de echar a mi propio hermano de la pista, pero no me creíste cuando te dije que fue él.

- Lo vi... vi lo que pasó, sé que no fuiste tú - me detuve en seco. - Sé que él lo sacó de la pista... pero no quiso confesar y supongo que mi cabeza analizó todos los motivos por los cuáles eso sucedió. Te recuerdo colocarte en las primeras posiciones.

- Maldita sea, estaba corriendo por un estúpido puesto. Solo... solo quería que estuvieras orgulloso de mí.

- Y lo estoy, lo he estado, de cada uno de vosotros, siempre. - me abrazó. - Sé que quisiste ser mejor, sé que te apartaste, sé que le ayudaste y no fue suficiente Lili, no fue tu culpa, fue un accidente. - sollocé en sus brazos - Lo sé hija, lo sé y lo siento... Siento cada una de mis palabras. Sé que no empujaste a Jisoo, sé que él te golpeó a ti. Pude ver cómo bloqueabas las ruedas tratando de frenar... Lisa sé lo mucho que amas a tus hermanos, jamás pensaría que tú harías algo así. - me apartó de él tomando mi rostro entre sus manos, secando mis lágrimas con sus pulgares - Pero diablos estoy tan perdido... tenía miedo de perderos, miedo de perderte. Hija tu vida ha sido un maldito desastre... siempre fuiste mi niña consentida, tan risueña, tan apasionada, tan pulcra, tan limpia en todo... y cuando faltó Kook, fue como si hubiera perdido a dos hijos de golpe. - suspiró - Dejaste de ser tú, dejaste de ser la niña que yo había criado y te convertiste en... - suspiró. - Quería ayudarte, pensé que ser más estricto te devolvería al buen camino y solo te empujé más lejos de mí. Debí hacerle caso a Jisoo, debí acercarme y hablar contigo, decirte las cosas tal y como las sentía... no fue tu culpa, nunca lo ha sido. Y Ellie... Dios bendito, he visto cómo la miras, cómo la cuidas... no hay manera en el mundo en que crea que fue tu culpa cariño... - me abrazó fuertemente, ambos llorábamos - Lo siento, Lili...

My Problem? YouWhere stories live. Discover now