Un vaso de agua

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- ¿Qué harás con todo esto? - Jennie señaló la ropa que usaba en el Rocket.

- Iba a preguntarte si podrías guardármela tú. - ella asintió. - No puedo arriesgarme a tenerlo en la casa de las Manobal. Me despedirían y ya no podría ver a Ellie.

- Son simpáticas ¿no te parece? - comentó doblando algo de ropa.

- Jisoo parece buena gente, aunque de eso ya te habías dado cuenta ¿no? - reí divertida cuando Jennie se sonrojó.

- Me cae bien.

- Yo diría que muy bien.

- Oh, cállate Park - me tiró una camiseta. - ¿Qué me dices de Lisa?

- Ugh... es idiota.

- ¿Qué? Pensé que siempre decías eso de "no juzgues a la gente sin conocerla"

- No quiso coger a Ellie en brazos cuando se lo pedí. - bufé cerrando la maleta.

- Puede que tenga miedo de que se le caiga.

- No... yo reconozco esa mirada, es como la de Nayeon... Simplemente no la quiere allí.

- ¿Y eso no te viene de perlas? Podrías presentar ante los jueces precisamente eso, que ella no quiere a la niña y no se ocupa.

- Oh, sin duda. No dejaré a mi sobrina en manos de alguien que no la quiere, esta vez no lo permitiré. - cerré otra maleta más.

- Bien, parece que está todo ¿no?. 

- Sí, creo que sí.

- ¿Qué harás con el departamento?

- Bueno... creo que debo buscar otro, con el dinero que ganaré será suficiente para alquilar uno mejor. Eso seguramente es un plus ante un juez. - Jennie asintió. - Mientras tanto, dejaré algunas cosas aquí.

Ambas tomamos las tres maletas y montamos en el coche de Jennie en dirección a su departamento.

Francamente estaba algo nerviosa, desde ayer no podía quitarme dos cosas de la cabeza. La emoción por ver a mi sobrina nuevamente y la mirada de Lalisa Manobal. Estaba enfada, totalmente enfadada, porque había visto en esos ojos verde-azulado desprecio por mi sobrina. Amaba a Ellie más que nada en el mundo y ver esa mirada tan desinteresada hizo que recordara a mi hermana en su peor época.

Comprendí entonces que debía hacer todo lo posible por arrebatársela. Lalisa Manobal no iba a quedarse con Ellie porque yo jamás lo permitiría. La niña ya había sufrido suficiente sintiéndose sola, como para que ahora alguien más la hiciera sentirse así.

- ¿Lista? - preguntó Jennie.

- Que empiece el show - dije tocando la puerta. 

Segundos más tarde, esos hermosos ojos me abrieron la puerta con una sonrisa pícara en sus labios. Reconocía a la perfección esa mirada, muchos hombres y mujeres que venían al Rocket me miraban así. Ella se sentía atraída por mí y yo iba a sacar ventaja de esto, mucha ventaja. 

- Hola - dijo haciéndose a un lado.

- Hola... - esbocé una sonrisa y ella pareció encantada con ello. 

- ¡Roseanne! - Jisoo aparecía con una sonrisa que correspondí sinceramente. - Ho...Hola Je-Jennie - tartamudeó. Observé a mi amiga sonreír y batir su mano.

- ¿Son tus cosas? - preguntó Lisa mirando mis maletas.

- Sí - asentí. Ella tomó dos de las maletas y Jisoo corrió a por la otra. 

My Problem? YouWhere stories live. Discover now