DE REGRESO A HOGWARTS

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El tren empezó a aminorar la marcha, en pocos minutos llegaron a Hogsmeade.

Crookshanks salió del compartimiento con su cola en alto, parecía caminar con elegancia por el pasillo

_Parece que a alguien le gusta tener el tren vacío – dijo Fleur riendo

Caminaron hasta la calle que estaba frente a la estación de Hogsmeade, allí esperaba un carruaje y por primera vez Emily pudo ver al thestral que tiraba del carruaje.

El Thestral es una variedad de caballo alado con un cuerpo esquelético, rostro de rasgos reptilianos y unas alas de aspecto curtido que recuerdan a las de un murciélago. Son inmerecidamente conocidos como augurio de desgracia y agresión por muchos magos, debido a que sólo son visibles por aquellos que han visto la muerte, y a su apariencia lúgubre, demacrada y fantasmal.

_ ¿Puedes verlo? – dijo Leta acariciando la cabeza del Thestral

_Lo veo... - dijo Emily con pesadez

_No lo pienses mucho, solo debes vivir con ello... te hará más fuerte – dijo Leta

_Vengan a visitarnos – dijo Fleur abrazando a Emily

_Lo haremos – dijo Hermione sonriendo

_No olviden traer a este gato, me agrada – dijo Leta acariciando a Crookshanks mientras este ronroneaba

Luego de despedirse Hermione y Emily subieron al carruaje. Al poco tiempo pudieron ver el castillo de Hogwarts.

El carruaje se detuvo con un tintineo cerca de los escalones de piedra que conducían a las puertas de roble, subieron por los escalones y entraron al castillo.

El vestíbulo resplandecía con la luz de las antorchas, se podía oír las voces que provenían del Gran Comedor, deberían estar comiendo.

_Espero que no llamemos la atención – dijo Hermione sintiéndose nerviosa

_Yo espero que aun quede comida – dijo Emily sonriendo

Ambas caminaron hasta la puerta y entraron, como siempre estaban las cuatro mesas largas repletas de alumnos, que pertenecían a cada una de las casas del colegio, bajo un techo negro sin estrellas, idéntico al cielo que podía verse a través de las altas ventanas. Las velas que flotaban en el aire, sobre las mesas, iluminaban a los plateados fantasmas que había desperdigados por el comedor, así como los rostros de los alumnos, que hablaban con entusiasmo. O lo hacían hasta que ellas entraron.

Emily agarro la mano de Hermione y la llevo a sentarse a la mesa de Gryffindor, podía oír como todos murmuraban, pero no les dio importancia.

_ ¡Todavía queda carne asada! – dijo Emily emocionada mientras rápidamente se servía un poco carne y pastel

_Hermione, nos tenías preocupados – dijo Ron sentándose en frente de ellas junto a Harry

_Lo siento chicos, tuvimos que tomar el siguiente tren – dijo Hermione sintiéndose un poco culpable

_ ¡Mi pastel! Aun no me lo terminaba... - dijo Emily viendo como su comida desaparecía

Dumbledore se puso de pie. Las conversaciones se interrumpieron al instante y todos giraron la cabeza para mirar al director.

_Bueno, ahora que estamos digiriendo otro magnífico banquete, les pido un instante de atención para los habituales avisos de principio de curso – anunció Dumbledore - Los de primer año deben saber que los alumnos tienen prohibido entrar en los bosques de los terrenos del castillo, y algunos de nuestros antiguos alumnos también deberían recordarlo. El señor Filch, el conserje, me ha pedido, y según dice ya van cuatrocientas sesenta y dos veces, que les recuerde a todos que no está permitido hacer magia en los pasillos entre clase y clase, así como unas cuantas cosas más que pueden revisar en la larga lista que hay colgada en la puerta de su despacho.

𝔾ℝ𝕀ℕ𝔻𝔼𝕃𝕎𝔸𝕃𝔻: 𝕊𝕌 𝕃𝔼𝔾𝔸𝔻𝕆Where stories live. Discover now