𝔾ℝ𝕀ℕ𝔻𝔼𝕃𝕎𝔸𝕃𝔻: 𝕊𝕌 𝕃𝔼𝔾𝔸𝔻𝕆

𝕋ℝ𝕆𝕃𝕃 𝕐 ℚ𝕌𝕀𝔻𝔻𝕀𝕋ℂℍ𝕋

Después de ese día, iba cada noche a jugar con el Cancerbero, con las clases, el entrenamiento y los deberes, estaba bastante ocupada, pero siempre hacía tiempo para mis amigos, llegué a la clase de Encantamientos, me senté en el primer lugar que vi, el profesor Flitwick anunció que él pensaba que en su clase ya estaban listos para empezar a hacer volar objetos, algo que todos se morían por hacer, desde que vieron cómo hacía volar el sapo de Neville. El profesor Flitwick puso a la clase por parejas para que practicaran. La pareja de Harry era Seamus Finnigan. Ron tuvo que trabajar con Hermione. Era difícil decir quién estaba más enfadado de los dos. A mí me toco estar con Pansy.

—Y ahora no se olviden de ese bonito movimiento de muñeca que hemos estado practicando —dijo con voz aguda el profesor, subido a sus libros, como de costumbre

—. Agitar y golpear, recuerden, agitar y golpear. Y pronunciar las palabras mágicas correctamente es muy importante también, no se olviden nunca del mago Baruffio, que dijo «ese» en lugar de «efe» y se encontró tirado en el suelo con un búfalo en el pecho.

Harry y Seamus agitaron y golpearon, pero la pluma que debía volar hasta el techo no se movía del pupitre. Seamus se puso tan impaciente que la pinchó con su varita y le prendió fuego, y Harry tuvo que apagarlo con su sombrero.

Ron, en la mesa próxima, no estaba teniendo mucha más suerte.

—¡Wingardium leviosa! —gritó, agitando sus largos brazos como un molino.

—Lo estás diciendo mal. — Hermione lo reñía—. Es Win-gar-dium levi-o-sa, pronuncia gar más claro y largo.

—Dilo tú, entonces, si eres tan inteligente —dijo Ron con rabia.

Hermione se arremangó las mangas de su túnica, agitó la varita y dijo las palabras mágicas. La pluma se elevó del pupitre y llegó hasta más de un metro por encima de sus cabezas.

—¡Oh, bien hecho! —gritó el profesor Flitwick, aplaudiendo—. ¡Miren, Hermione Granger lo ha conseguido!

_Pansy paso tu turno, me toca – le dije para hacer el encantamiento y hacer volar la pluma, después hice que se moviera por toda la habitación y para finalizar escribí mi nombre en la pizarra

_ ¡Muy bien Grindelwald! Ese es un muy buen manejo del encantamiento, se necesita mucha práctica, ¡20 puntos para Slytherin! – dijo el profesor

Al finalizar la clase, Ron estaba de muy mal humor.

—No es raro que nadie la aguante —le dijo a Harry, cuando se abrían paso en el pasillo—. Es una pesadilla, te lo digo en serio.

Alguien chocó con ellos. Era Hermione. Ella estaba llorando

—Creo que te ha oído. - dijo Harry

—¿Y qué? —dijo Ron, aunque parecía un poco incómodo—. Ya debe de haberse dado cuenta de que no tiene amigos.

_Yo soy su amiga y tú te comportaste como un verdadero idiota – le dije molesta mientras seguía a Hermione

La vi entrar al baño del pasillo, se encerró, pero aun podía escucharla llorar

_Hermione, ¿puedes salir? - dije

_No, vete – dijo en voz baja

_No te dejare sola, eres mi amiga - dije con voz calmada

_ ¿Lo dices enserio? – se escuchó un sollozo

Abrí la puerta, ahí estaba ella sentada en el suelo llorando, no pude evitar abrazarla