ℂ𝕃𝔸𝕊𝔼𝕊 𝔻𝔼 𝕍𝕌𝔼𝕃𝕆

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Los días pasaban rápido, ya era jueves, esa misma tarde tendríamos las lecciones de vuelo, Gryffindor y Slytherin tomarían la clase juntos

Perfecto —dijo en tono sombrío Harry—. Justo lo que siempre he deseado. Hacer el ridículo sobre una escoba delante de Malfoy.

_Yo creo que te ira bien, solo no estés nervioso – le dije mientras pasaba a su lado y me sentaba en el sofá para esperar a Hermione

No sabes aún si vas a hacer un papelón —dijo razonablemente Ron—. De todos modos, sé que Malfoy siempre habla de lo bueno que es en quidditch, pero seguro que es pura palabrería.

_Draco si sabe jugar al Quidditch, aunque no maneja bien la escoba bajo presión – les dije

_Ahora tú también dirás que eres buena jugando – dijo Ron con fastidio

_Soy buena jugadora, por esa razón me dejaran participar en las pruebas para un puesto en el equipo de Quidditch – le dije a Ron

_Eso es mentira- dijo Ron acercándose a mi

_ ¿Porque no le preguntas a la profesora Hooch? Ella misma me dio la oportunidad, hasta ya tengo mi propia escoba – le dije con una sonrisa burlesca

_Emily! ¡Nada de peleas! – dijo Hermione desde las escaleras de los dormitorios con mi escoba

_Solo estaba hablando – dije para ir con ella, le di un beso en la mejilla – Buenos días – le dije, ella se sonrojo

_ ¡¿Es una Nimbus 2000?! – Pregunto un chico de Gryffindor

_Si, así es, llevare a Hermione a volar un rato – dije con una sonrisa

Fuimos al comedor, parece que todos se levantaron temprano por los nervios de la clase de hoy

Hermione estaba casi tan nerviosa como Neville con el tema del vuelo. Eso era algo que no se podía aprender de memoria en los libros. En el transcurso del desayuno empezó a decir las notas que tenía sobre el vuelo que había encontrado en un libro de la biblioteca, llamado Quidditch a través de los tiempos. Me gustaba escucharla, siempre buscando la lógica a las cosas. La lectura de Hermione fue interrumpida por la llegada del correo.

_No estés tan ansiosa, te voy a enseñar a subirte a una escoba antes de la clase – le dije, aunque eso solo la tranquilizo un poco

Un lechuzo entregó a Neville un paquetito de parte de su abuela. Lo abrió y les enseñó una bola de cristal, del tamaño de una gran canica, que parecía llena de humo blanco.

¡Es una recordadora! —explicó—. La abuela sabe que olvido cosas y esto te dice si hay algo que te has olvidado de hacer. Mirad, uno la sujeta así, con fuerza, y si se vuelve roja... oh... —se puso pálido, porque la recordadora súbitamente se tiñó de un brillo escarlata—... es que has olvidado algo...

Neville estaba tratando de recordar qué era lo que había olvidado, cuando Draco, que pasaba al lado de la mesa de Gryffindor, le quitó la recordadora de las manos.

Harry y Ron saltaron de sus asientos. En realidad, deseaban tener un motivo para pelearse con Malfoy, pero la profesora McGonagall, que detectaba problemas más rápido que ningún otro profesor del colegio, ya estaba allí.

—¿Qué sucede? - dijo la profesora

—Malfoy me ha quitado mi recordadora, profesora. - dijo Neville

Con aire ceñudo, Malfoy dejó rápidamente la recordadora sobre la mesa.

Sólo la miraba —dijo, y se alejó, seguido por Crabbe y Goyle.

𝔾ℝ𝕀ℕ𝔻𝔼𝕃𝕎𝔸𝕃𝔻: 𝕊𝕌 𝕃𝔼𝔾𝔸𝔻𝕆Where stories live. Discover now