BEAUXBATONS Y DURMSTRANG

506 66 0
                                    

A la mañana siguiente la tormenta se había ido a otra parte, aunque el techo del Gran Comedor seguía teniendo un aspecto muy triste. Durante el desayuno, unas nubes enormes del color gris se arremolinaban sobre las cabezas de los alumnos, mientras examinaban sus nuevos horarios. Fred, George y Lee Jordan discurrían métodos mágicos de envejecerse y engañar al juez para poder participar en el Torneo de los tres magos.

_Estás volviendo a comer la comida de los elfos, según veo - dijo Ron, mirando a Hermione y las generosas cantidades de mermelada que añadía a su tostada, encima de la mantequilla.

_He llegado a la conclusión de que hay mejores medios de hacer campaña por los derechos de los elfos - repuso Hermione con altivez.

_Sí... y además seguro tenías hambre - comentó Ron

De repente oyeron sobre ellos un batir de alas, y un centenar de lechuzas entró volando a través de los ventanales abiertos. Llevaban el correo matutino.

Las lechuzas volaron alrededor de las mesas, buscando a las personas a las que iban dirigidas las cartas y paquetes que transportaban. Un cárabo grande se acercó a Neville Longbottom y dejó caer un paquete sobre su regazo. A Neville casi siempre se le olvidaba algo. Al otro lado del Gran Comedor, el búho de Draco se posó sobre su hombro, llevándole lo que parecía su acostumbrado suplemento de dulces y pasteles procedentes de su casa. Un búho de plumaje negro con ojos café se acercó a Hermione, entregándole una carta

_Bien hecho, Vent – le dije a mi búho, dándole una pequeña palmada en la cabeza

_Es una carta de Fleur y viene con una rosa blanca - dijo Hermione sonriendo

_Te ves linda sonrojada - le dije, Hermione intento cubrirse

Se ve tierna...

Invernadero 3, clase de Herbología

No parecían plantas, eran gruesas y negras babosas gigantes que salieran verticalmente de la tierra. Todas estaban algo retorcidas, y tenían una serie de bultos grandes y brillantes que parecían llenos de líquido.

_Son bubotubérculos - les dijo con énfasis la profesora Sprout - Hay que exprimirlas, para recoger el pus...

_ ¿El qué? - preguntó Seamus Finnigan, con asco.

_El pus, Finnigan, el pus - dijo la profesora Sprout - Es extremadamente útil, así que espero que no se pierda nada. Como decía, recogerán el pus en estas botellas. Tienen que ponerse los guantes de piel de dragón, porque el pus de un bubotubérculo puede tener efectos bastante molestos en la piel cuando no está diluido.

Exprimir los bubotubérculos resultaba desagradable, pero curiosamente satisfactorio. Cada vez que se reventaba uno de los bultos, salía de golpe un líquido espeso de color amarillo verdoso que olía intensamente a petróleo. Lo fueron introduciendo en las botellas, tal como les había indicado la profesora Sprout, y al final de la clase habían recogido varios litros.

_La señora Pomfrey se pondrá muy contenta - comentó la profesora Sprout, tapando con un corcho la última botella - El pus de bubotubérculo es un remedio excelente para las formas más persistentes de acné. Les evitaría a los estudiantes tener que recurrir a ciertas medidas desesperadas para librarse de los granos.

_Como la pobre Eloise Migden - dijo Hannah Abbott, alumna de Hufflepuff, en voz muy baja - Intentó quitárselos mediante una maldición.

_Una chica bastante tonta - afirmó la profesora Sprout, moviendo la cabeza - Pero al final la señora Pomfrey consiguió ponerle la nariz donde la tenía.

𝔾ℝ𝕀ℕ𝔻𝔼𝕃𝕎𝔸𝕃𝔻: 𝕊𝕌 𝕃𝔼𝔾𝔸𝔻𝕆Where stories live. Discover now