Diferentes escenarios, situaciones, y algunos drabbles sobre estos amados personajes. Se incluyen más personajes de DC. Espero estos One-Shots sean de su agrado.
Este fue un pedido de @Keifandom espero que te guste. El pedido fue sobre la continuación del #4, así que aquí está.
Recuerden votar en la encuesta anterior. Me ayudan mucho con sus votos y comentarios, me divierto leyéndolos ya que a veces no lo ven desde mi punto de vista y eso es genial, me ayuda a pensar mucho para los demás capítulos.
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Después de ese intento fallido de confesión en la cafetería Tim no había tenido mucha comunicación con la joven puesto que la misión resultó ser mucho más grave y extensa de lo que tenían pensado. El tercer Robin estaba en un estado deplorable, al igual que todos en su familia, aunque su trabajo era diferente al del resto. Durante la primera noche de trabajo se lesionó el tobillo por lo que su trabajo se redujo a monitorear todo desde la baticueva e informar a los demás desde allí.
Si bien su trabajo parecía inferior en cuanto al esfuerzo, no lo era. El tercer Robin se pasaba la mayoría de las horas del día en vela y con los ojos quemándose frente a la gran pantalla del computador. Las pocas veces que descansaba era porque su cuerpo ya le demandaba descanso y era en la misma silla de la cueva; descansaba hasta que su cabeza impactaba contra el teclado de la computadora o hasta que la taza de café que sostenía terminaba en sus piernas.
Hoy era una noche en las que estaba terminando su baño, que le llevo más de lo deseado por culpa de su tobillo, y dejaba su ropa manchada con café para lavar. Se había colocado un pijama holgado y que no iba a juego en nada, aunque cuando lo tomó de su armario parecía que sí. Cuando regresó a la cueva encontró unos aperitivos dejados por Alfred con una pequeña nota en la que le expresaba que debía de comer todo. Si bien no poseía apetito en esos momentos decidió comer por las buenas, sabía que el mayordomo era capaz de cortar la electricidad de media ciudad con tal de que dejara la computadora y cenara algo. Era mejor para todos y más para él dejar todo por la paz.
El resto de la noche transcurrió como las anteriores, a gritos por el comunicador y siguiendo el rastro de sus hermanos y padre por el mapa del computador. Luego de unas horas más le dijeron que podía tomarse un descanso, que ellos se encargarían del resto. Tim aceptó con mala gana, pero de toda manera se durmió en aquella silla otra vez.
Mientras aquella ave permanecía en el quinto sueño, en la entrada de la mansión se encontraba (T/N) sonriéndole a Alfred mientras ingresaba.
-Buenos días Alfred, ¿Tim está en la baticueva?-
-El amo Tim se encuentra durmiendo en la baticueva-
-¿Tim duerme?- dijo la joven sonriendo.
-A veces lo hace señorita (T/N)- ambos soltaron una pequeña carcajada tras el comentario del mayor.
-Voy a verlo y revisar que respire-
-¿Podría llevarle el desayuno al bajar? Sé que usted puede hacer que coma algo-
-Claro que si Alfred-
Tras la pequeña charla y esperar a que Alfred preparase un desayuno para dos la joven de ojos (C/O) bajó hasta la base de los murciélagos con mucho cuidado de no derramar o volcar algo de lo que contenía la bandeja del desayuno. En cuanto llegó la dejó sobre el monitor y se quedó observando al joven que sorprendentemente seguía durmiendo. Una idea le paso por la cabeza y mientras sonreía sacó su celular del bolsillo y procedió a tomarle una foto a Tim, más tarde se la enseñaría y quizá se la podría enviar a Dick porque él adora tener fotos de sus hermanos.
Con unos pasos se acercó hasta quedar junto a Tim y al verlo dormir prefirió dejarlo así y no despertarlo, no cuando tenía conciencia de lo cansado que estaba el joven. Acercó su mano despacio hasta el rostro del muchacho y le acomodó unos mechones húmedos que mojaban su frente y mejillas. Le resultó muy adorable que Tim sacudiese un poco su cabeza y luego se apoyara en su mano. Se alejó un poco y con la mirada buscó algún otro asiento en la extensa cueva, en cuanto encontró uno fue a buscarlo, pero quedó a medio camino al oír un sonido pesado y luego una exclamación de dolencia.
La joven corrió hasta estar junto a Tim que se encontraba tumbado en el suelo y sobando su frente, ya que de seguro el golpe había sido allí.
-Dioses Tim ¿Duele mucho? ¿Quieres que vaya por algo de hielo?-
No sabe si fue por el golpe o la falta de sueño, quizá fueron ambas, pero escuchar la voz de (T/N) y sentir como examina su rostro en busca de heridas con sus suaves manos le trajo a la memoria aquel discurso que había escrito para ella. Si bien escucha sus palabras no las comprende del todo por estar concentrado en las hermosas expresiones que hace al hablar.
El tercer Robin toma ambas manos de la joven mientras la observa con una sonrisa estúpida en su rostro. En esos momentos sus neuronas no están en sintonía y el joven habla más rápido de lo que puede procesar su cerebro.
-Vamos Drake ya deja de mirarme así, me estas preocupando. Voy a llamar a Al…-
-Me gustas-
-… ¿Tan fuerte fue el golpe? ¿O estas alucinando por dormir poco?-
-Me acabo de declarar dime otra cosa-
-Primero responde-
-El golpe, creo… Te amo-
Y antes de que (T/N) pudiese reclamarle algo Tim plantó un beso momentáneo en sus labios. La joven quedó en blanco unos segundos antes de regresarle el beso y ayudarlo a levantarse del suelo. Después de compartir una sonrisa decidieron desayunar, aunque el café de ambos estaba frío podían comer lo demás sin problemas.
-¿Pensé que tenías todo un discurso preparado?-
-Esa fue la idea principal, lo escribí en papel y todo para memorizarlo. Pero ahora que ya me declaré no sirve y sinceramente si era algo cursi-
-¿Aun tienes ese papel?-
-Sí, pero ya no es necesario ¿Por qué preguntas…?-
-Por nada ¿Puedes correr con el tobillo así?-
-Claro que no ¿Por qué tantas pregun…? (T/N) no. Vamos hermosa ya no importa-
-Es obvio que importa. Buscaré ese papel y te lo leeré, será mi declaración-
-¡No, (T/N)! No te muevas-
En un rápido intento por levantarse y correr detrás de su chica su tobillo falló haciendo que quedara en el suelo. Intentó levantarse lo más veloz que pudo mientras que oía a su pareja reírse desde arriba.
