Especial #1 (2/2)

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Me disculpo por la tardanza, por las lluvias tuve cortes de energía en mi ciudad. Los climas de Argentina son raros por está época cerca del verano.

El 31 por la mañana se dedico al trabajo de tallar bien la calabaza luego de vaciarla y limpiarla correctamente

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El 31 por la mañana se dedico al trabajo de tallar bien la calabaza luego de vaciarla y limpiarla correctamente. Estuvo varios minutos pensado en que expresión ponerle hasta que al final opto por la clásica expresión de sonrisa escalofriante, con dientes un tanto puntiagudos y ojos circulares enojados. En cuanto el sol se ocultó dejó paso a una atmosfera mucho más terrorífica, ese fue el momento cuando Elise abandono el hotel junto con su calabaza brillante. Había optado por llevar otra vela y un encendedor, por si acaso se acababa la que llevaba dentro de su improvisada linterna natural.

En el camino al cementerio Elise pudo observar a todos los infantes que pasaban corriendo en grupo estrenando sus disfraces y charlando sobre los dulces que obtuvieron a gritos para hacerse oír. Esas escenas le traían buenas memorias, pero las dejó a un lado ya que no era por ellas que había decidido salir aquella noche. A ella la impulsaba algo mucho más grande que recuerdo de infantes despreocupados, a ella le interesaba saber sobre aquel espectro portador de tantas leyendas. Un espectro que asesina por furia y busca lo que ya hace años le fue arrebatado, y eso es uno de los detalles que más intrigaban a Elise. El hecho de que aquel ente furibundo no le hubiese hecho nada durante esa noche y que hubiese aceptado su pequeño presente por llamarlo de algún modo. Porque meditando bien en eso el espectro debía de haber estado frenético, él buscaba su cabeza extraviada y de pequeña le entregó una mísera calabaza, era un insulto a toda regla y eso nunca pasó por su cabeza infantil aquella vez.

Regañándose mentalmente por esa actitud continuó con su caminar hasta dar con las puertas del cementerio. Estaban mucho más demacradas que en su infancia, ni siquiera las habían pintado, eso era obvio ya que se notaban las capas de pintura sobre otra que cada vez se iban descascarando más. En cuando pasó la dejada entrada comenzó a andar con paso cauteloso por el piso revestido de hojas secas, las cuales la acompañaban con un eco áspero y brusco. Elise no recordaba muy bien el lugar preciso en el que había ocurrido tan notable acontecimiento, pero caminaba sin duda por los pasillos de aquel cementerio. Pensó de pronto en que no se los podía llamar propiamente pasillos, eran solamente lugares en la tierra del lugar que el constante caminar de hombres había señalado, una calleja de tierra que es apenas notoria en las condiciones en las que se encontraba ella.

Se detuvo de repente con una helada sensación en todo el cuerpo, estaba casi a la salida del cementerio en la cual se encontraban dos grandes portones de hierro tan maltrechos como los de entrada sino es que peores. Desde ellos vio aparecer un caballo formidable que tenía a lomos al ser que tantos pensamientos le había costado en esos días. En comparación a la vez anterior Elise estaba temblando y apretaba contra si a la calabaza. Su lado racional le decía que era algo improbable, era una leyenda local de la guerra, pero ahora que lo veía claramente comenzaba a dudar en grande. Y a temer también porque es un espectro que corta las cabezas en forma de venganza, debería haberlo pensado mejor, debería haberlo pensado en realidad.

Volvió en sí cuando escuchó las herraduras del caballo contra el suelo del lugar y sin poder decir nada vio aproximarse al jinete hacia ella. En cuanto o tuvo frente a ella no pensó en otra cosa más que en salir corriendo, pero eso no era lo que tenía planeado así que hizo un esfuerzo por permanecer en su lugar. Tal vez por un impulso, tan vez por el recuerdo de aquella noche el único movimiento que hizo la peli (C/C) fue extender la calabaza resplandeciente con los brazos elevados hacia lo que estaba frente a ella y sin mirarlo, permaneciendo sus ojos en las petas del animal que se movían de forma azarosa constantemente.

-Muchas gracias- 

Al escuchar una voz bastante humana elevó su mirada hasta él y se quedó estática al ver que lo que ella consideraba un ser vengativo y asesino no era más que un hombre. Un hombre que estaba terminando de quitarse la parte superior de un disfraz demasiado realista. Elise siguió sin moverse un ápice de su cuerpo y con la boca levemente entreabierta. Si bien vio como el hombre desmontaba y tomaba la calabaza que ella seguía sosteniendo en alto no tuvo una reacción a ello, su cerebro estaba procesando todo muy lentamente. Demasiado lentamente pudo notar porque él se la quedó observando de forma extraña al ver que no realizaba ningún movimiento corporal. 

-¿Todo está bien?-

-No… Es decir, si… Pero… El jinete-

-¿Mi disfraz?- ya un poco más calmada se exigió a comportarse como adulta. Una adulta que no estaba esperando un fantasma claro. 

-Sí, perdón. Es muy realista y todo, pero ¿Por qué vistes de esa forma? ¿Asustas a los niños?- el hombre soltó una carcajada lele mientras cubría su boca con la mano y luego respondió.

-No asusto a los niños, es para un pequeño espectáculo que doy en el pueblo. Lo llevo haciendo hace un par de años-

Elise permaneció en silencio tras esa respuesta, pero se detuvo a observar a su acompañante un poco más. El hombre era mayor que ella por unos años, eso era lo primero a resaltar. Pero no negaría que estaba más que conservado, tenía unos ojos atrayentes y cada una de sus expresiones parecían seductoras. A demás de que por su complexión se dejaba ver que el hombre era fornido y atlético. Y no pudo dejar de lado lo perfecta que era su sonrisa, por todos los dioses que ese hombre debía de ser un modelo.

-… nombre…- cuando notó que aquel dios le estaba hablando le prestó atención.

-¿Qué?-

-Tu nombre- le dijo sonriendo- El mío es Bruce-

-Elise-

-Muy hermoso ¿Qué te parece acompañarme a mi espectáculo? Quizá luego me puedas enseñar a tallar calabazas, no se me da muy bien- ella dudaba mucho de eso, con esas manos era imposible que hiciese algo mal.

-Seguro, sería algo genial. Puede que incluso te den dulces por el disfraz-

-Muy graciosa-

One-Shots  (Bat boys y tu)Kde žijí příběhy. Začni objevovat