CAPÍTULO 24: EGOÍSTA.

19 4 0
                                    

Esto era lo peor que le podía pasar a Dennis ahora, tanto trabajo que hizo para poder sacar a su jefe del ojo público, y traerle a este lugar para que solucionaran su desastre.

Todo ese esfuerzo fue en vano en el momento que decidieron ayudar a aquél joven.

No paraba de chasquear los dientes, maldiciendo la hora en que se toparon con él.

—Maldita sea, porqué de la nada se preocupa por la gente. De tantos que había justo tenía que ser el que nos causará problemas?.... maldición.

No paraba de despeinarse y de apretar sus dientes.

No quería tener a Leo cerca si eso significaba poner en peligro a Héctor, tampoco podía alejarlo de sus vidas en este momento.

Si al menos los hermanos de Héctor supieran de esto lo podrían solucionar, pero si él habría la boca su carrera estará sepultada.

Tenía las manos atadas.

—Mierda.

Dejó el pasillo en el que estaba y fue al despacho del piso de arriba, ahí nadie le molestaría.

Pulsó algunos teclados del teléfono, le tomó unos segundos de más para conectarse, y cuando lo hizo lo colocó en su oído.

—Ocurre algo malo Dennis?

Al otro lado de la llamada se oía una voz grave pero tranquila, esa era la voz de Tomás, el hermano mayor de Héctor.

—No señor, todo está bien.

Tomás respiró de alivio, no había hecho más que recibir malas noticias, y estaba muy cansado.

No sólo tenía que lidiar con su trabajo, sino que también con el desastre de su hermano pequeño.

—Paulina ya me dijo que el viaje fue tranquilo, y notó a Héctor más calmado. Así que a qué se debe esta repentina llamada, si ella habló con él hace poco?

Él estaba levantado, mirando la enorme ciudad de Los Ángeles desde su despacho. Una de sus manos estaba dentro de su bolsillo de su traje, mientras que con la otra agarraba su teléfono.

—El señor me ordenó que le pidiese un favor.

Tomás puso su mano en su rostro tapándolo, poniendo mala cara.

—Y ahora qué es lo que quiere?

Antes de darle una respuesta a Tomás, Dennis se tomó unos segundos para preparar la excusa que le iba a dar.

Quería parecer lo más convincente posible, luego dijo.

—Bueno...lo que pasa es que el señor se topó con un joven muy talentoso, y quiere que usted haga los arreglos para mudarse a Inglaterra y poder...

De repente Tomás chasqueó los dientes con fuerza, lo que detuvo que Dennis siguiera con sus inventos.

No se atrevía a seguir hablando.

Durante la llamada reinó el silencio durante un tiempo.

Cosa que preocupó aún más a Dennis, no sólo Héctor tenía un temperamento difícil, sino que su hermano mayor Tomás también.

Él respiró hondo intentando controlarse.

—Pásale el móvil a ese estúpido que tengo como hermano.

Dennis se quedó petrificado, no sabía qué hacer.

—Haz lo que te ordeno —gritó Tomás.

Él se sobresaltó, y finalmente obedeció esas órdenes.

MALDITO.Where stories live. Discover now