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CAPÍTULO SEIS

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CAPÍTULO SEIS

¿QUÉ FUE LO QUE PASO?
























































La pelirroja entra al departamento del brujo con una bolsa con el logo de un restaurante donde compró unas hamburguesas, ingresaba con una caja de papas en su boca debido a que ya se las estaba comiendo en el camino, deja la bolsa en la cocina dándole a Magnus sus respectivas papas logrando que cuestionara por ello.

—Compraste comida sin mi compañía. ¿Tan mal fue la misión?

—La misión fue estupenda —afirmó Alyssa, comiendo otra papa frita— De hecho, ayude a una mundana inocente que fue poseída por un demonio

—Entonces, ¿por qué la cara larga, Demonio? —preguntó, comiendo del queso que sobresalía de la hamburguesa—

La pelirroja, relamió sus labios pensando en ello —Mamá quería hablar conmigo, pero le deje en claro que ni quería verla nunca más y que no la perdonare así de fácil. En serio me lastimó

—Oh, mi frágil niña —la acurruca en su pecho como a una niña pequeña, pero eso era para él—

—También me pidió ir con ella a Idris, pero dije que no. Mi hogar es contigo, eres mi familia

—Me siento verdaderamente alagado que hasta creo llorar —finge limpiarse unas lágrimas falsas, haciéndola reír— Si te vas a quedar, quiero ver más esa sonrisa. Además, necesito que me digas donde compraste esas hamburguesas, desde aquí llega el sabroso olor

Encontrándose a medio terminar su cena en lo que veían Harry Potter: la orden del fénix, unos toques a su puerta los interrumpieron; el mayor se dirige a la entrada después de poner pausa a la película al mismo tiempo que la menor robaba unas cuantas papas de su caja.

—Raphael —soltó el brujo al abrir—

—¿El vampirito? —dice Alyssa sin voltear—

—No sabía a donde más ir —la voz del inmortal apenas era audible—

El peso de su cuerpo provocó que fuera a caer hacia delante, siendo atrapado en momento por Magnus evitando que tocara el suelo.

—¡Demonio! —le habla con ejes de preocupación— Pon una manta en el sillón. Y trae una bolsa de sangre

La chica observa el horrible estado en que se encontraba el vampiro al voltear ante la orden de Magnus, realizando una mueca de miedo por las horribles cicatrices en todo el rostro que tenía Raphael.

—Tengo unas cremas que ayudarían a tus problemas del cutis y posibles mascarillas... —comenzó a decir, poniéndose de pie—

—Alyssa —la regañó, siendo no ese momento para eso—

𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂 | Alec LightwoodWo Geschichten leben. Entdecke jetzt