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CAPÍTULO VEINTICUATRO

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CAPÍTULO VEINTICUATRO

ERES PERFECTA PARA MI




















































































Una vez que la pareja logró cobrar la postura manteniendo la seriedad del asunto, aunque eso era complicado por la felicidad que compartían ambos protagonistas, sobre todo tratándose de la menor por su forma de decir las cosas y provocando que el azabache sonriera por su emoción al dar referencias de lo que más le gusta.

—Aprovechando que la dulce pareja al fin se encuentra reconciliada. Necesitamos hablar de algo serio —comenta el Gran Brujo subiendo los escalones a la sala de entrenamiento—

Con su magia apareció una mesa para continuar con los objetos más valiosos de su antiguo mejor amigo, pocas cosas pertenecientes se dejaron a la vista por lo que los presentes se acercaron a la mesa observando cada uno.

—Saqué todos los artículos de importancia de las pertenencias de Ragnor. Pero no puedo determinar qué nos llevará al Libro Blanco

—Pues este marcador lo he visto en la dimensión alternativa. Me lo mostro el Magnus con cero estilo... De hecho, era uno blanco y pesaba —mencionó Alyssa, recordando su loca aventura—

—En ese caso, podemos usar el marcador para rastrear al dueño del libro —dijo Alec, tocando el marcador de entre los dedos de Alyssa. Admirando el rubor en sus pómulos—

—Deja que... —pide el marcador Jace—

—El rastreo de brujo es más fuerte

—Te dijo idiota, barbie masculina —la pecosa se río de la expresión de Jace—

—Sería mejor si lo hiciera con Alec —reclamó, cruzándose de brazos— El seguimiento parabatai también podría ayudar

—Pero a Alec no le diría idiota. Solo en cosas serias y a mi forma

—Tiene razón —apoyo a la bruja Alec—

—¡Podrían dejar que me concentre en mi trabajo! —exclama el brujo molesto— Gracias

En lo que Magnus Bane se encargaba de rastrear al propietario del libro, el rubio presente recordaba de lo que platicó con su parabatai horas antes de la boda. Su hermano no hablaba de sí mismo o de forma general, Alec se estaba refiriendo a la menor de las pelirrojas y de la cual él no tendría oportunidad; se dio cuenta que, aunque no fuera su hermana. No estaría con él porque siempre fue Alec, siempre fue Alyssa, siempre fueron ellos dos.

𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂 | Alec LightwoodWhere stories live. Discover now