𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂 | ❝ Solo hay dos cosas que un fénix hace: salvaguardar la vida o destruirla. Tengan cuidado si es la segunda ❞
𝘼𝙡𝙮𝙨𝙨𝙖 es una joven única, pero a la vez rota chica con un poder más grande de lo que se imagina. Los secretos saldrán a...
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CAPÍTULO VEINTE
TE AMO EN TODOS LOS UNIVERSOS
Manteniendo una conversación con la otra versión del azabache, la pelirroja pecosa sonreía como si nada malo estuviera pasando en su mundo o recordaba que el chico con quien platicaba felizmente se comprometió con alguien más, rompiéndole el corazón.
—Aquí esta tu café —llega Simon dejando los dos vasos de café en la mesa— Comenzaremos a las 6:00, ¿verdad, Alec?
—Claro, amigo. Te debo una
Alyssa intercambió miradas entre su novio y mejor amigo —¿Por qué se van a reunir?
—Tranquila, Solecito. Te devolveré a tu hombre cuando termine —aseguró Simon en voz baja— Necesitaré ayuda cargando. Este evento podría... ser enorme para mí
—¿Y quieres que te ayude o...?
—No. No, no te preocupes por eso —la pone de pie Alec, entrelazando sus manos— Ven, tengo que enseñarte algo
La única pelirroja presente sigue al mayor confundida por su actitud extraña con ella. Él jamás se había comportado de tal manera con Alyssa, apenas lograba quitar la faceta seria delante de la gente por su simple presencia.
Alec los llevó a la parte trasera de la camioneta, asegurándose de que nadie los viera. Una cosa que sus dos versiones, de la dimensión en la que se encontraba Alyssa, que compartían era que su relación solo podía verse por sus amigos hasta que le dijeran al padre de la chica. Por obvias razones, debían tener cuidado de las personas que trabajan con Valentine en su empresa.
—No puedo esperar hasta la noche —hablaba bajo, mantenido sujeta a la pecosa por la cintura y sus frentes unidas—
—¿Lo dices por la fiesta?
Alec soltó una pequeña risa, contento de que tuviera a Alyssa a su lado —Solo cierra la boca y bésame
La pelirroja, perdida por la versión de esa dimensión, siguió el beso sin rechistar. Era el dulce demonio que la volvía loca, como la forma en que el azabache perdía su cabeza y razón cada vez que su amada Pecas rozaba alguna parte de su cuerpo.
Con un gesto delicado, Alec tomó suavemente el rostro de Alyssa entre sus manos, acercándola lentamente hacia él. Sus labios se encontraron en un beso tierno y dulce, cargado de emociones que habían esperado mucho tiempo para expresarse.
