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CAPÍTULO DIECISIETE

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CAPÍTULO DIECISIETE

EL PASADO QUE ATORMENTA







































Recostada contra la pared frente a su habitación en el Instituto, Alyssa Fairchild mantenía su cabeza oculta entre sus brazos y rodillas, sufriendo en silencio. Recordaba las palabras del shadowhunter que habían penetrado en su corazón, pronunciadas en su oficina dirigidas a la mujer enviada por la Clave, proponiéndole matrimonio.

Regresando a ese lugar que deseaba olvidar, con el corazón hecho añicos, Alyssa entró en la habitación y comenzó a probar los bocadillos que el Gran Brujo había preparado exclusivamente para ella. Sin embargo, con el tiempo, comenzó a sentir malestar por lo que había hecho y corrió hacia el baño, devolviendo la comida. Una vez más, el alma de Alyssa era atormentada por su mente. La culpa empezaba a agobiarla por regresar a ese pasado, un pasado que deseaba borrar de su mente y que solo Simon conocía, ya que él fue quien la ayudó a superarlo sin preocupar a su familia.

Después de enjuagarse la boca, moja su rostro y nota el cambio en su expresión. Las nuevas personas que ha conocido notarían la diferencia; era evidente el contraste entre la primera vez que se miró al espejo y la imagen que veía ahora.

—Él se fue, pero sigues reteniendo su presencia... Sigues dejando que te afecte aun cuando Alec. Tú y el...

Suspiró, apoyando los codos en el lavabo y dejando que su mirada se perdiera en el reflejo del espejo. O más bien, se encontraba ante una imagen de sí misma que apenas reconocía.

En la penumbra del cuarto en que la subterráneo tenía como suya, estaba la persona con quien podía compartir su dolor, aquello que la atormentaba. Magnus, el Gran Brujo de Brooklyn, la observaba en silencio, aguardando a que ella misma se diera cuenta de su presencia.

La preocupación invadió a Magnus al ver a su Demonio comenzar a moverse de manera lateral por el baño. No estaba seguro de lo que había ocurrido mientras él había ido a buscar al shadowhunter; simplemente había salido a conversar con Isabelle.

—Sigues fingiendo una puta sonrisa cuando ni siquiera estás bien. Haces creer a las personas que no necesitas ayuda porque soportas tanto desde esa vez... —se detiene, volviendo a verse en el espejo— Estas dejando que vuelvan a suceder las cosas. ¡No aprendes de ninguna forma!

—Demonio —Alyssa brincó del susto al oír la voz a sus espaldas— ¿Qué está pasando? Y ni se te ocurra decir nada porque tu actitud me dice todo lo contrario

—Es que... —comenzó a sollozar— No quiero ser dependiente de la gente. No quiero estar aferrada a lo que opina la gente sobre mí cuando quiero olvidar... Tú puedes hacerlo

𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂 | Alec LightwoodOù les histoires vivent. Découvrez maintenant