Mil caricias

115 11 0
                                    

Hyunjin duerme sobre mi pecho, he acariciado su espalda toda la noche, aún no puedo creer que por fin lo tengo para mí. Nunca he tenido tanto sexo como lo he tenido con él, joder no se cansa, bueno, no nos cansamos.

Hyunjin acomoda su cabeza más al centro de mi pecho y me abraza con fuerza, después acaricia mi abdomen, no sé si está fingiendo dormirse o está soñando lo que hemos hecho.

—Mmmmas......—balbucea—hmmm... maas

Escucharlo hablar mientras duerme me hace gracia y sí, está soñando con todo lo que hemos hecho. Voy a hacer que si sueño parezca real, giro un poco hacia el de tal modo que Hyunjin queda apoyado sobre la cama y ya no sobre mí.

Acaricio su cuerpo y empiezo a meter la mano debajo de la sábana, cuando toco su entrepierna no me sorprende que esté duro después de lo que está soñando, la sujetó con la mano y empiezo a masturbarlo. Hyunjin abre las piernas y empieza a gemir, ahora sí que su sueño parece más real, lo aprieto un poco con la mano, gime más alto y sujeta la sábana con fuerza.

Me parece un poco cómica la situación, pero a la vez me pone mucho, el arquea la espalda, gime cada vez más y empieza a correrse en mi mano, no me esperaba que se corra tan rápido pero bueno, me alegro que haya terminado en el sueño, quiero ver su cara de asombro cuando despierte, así que decido fingir estar dormido, limpio mi mano en la sábana y el empieza a moverse run poco, está por despertar me acurruco a un lado y apoyo mi cabeza sobre mi brazo, acto seguido el despierta y se sienta rápidamente.

—Joder que buen sueño—exclama y levanta la sábana para verse la entrepierna, yo aguanto la risa—¿Me hice pipí? —apenas dice eso ya no aguanto más y empiezo a reírme

—Que tonto eres!—me rio a carcajadas.

—Que susto!! ¡Creí que estabas dormido!—exclama—¿Que te hace tanta gracia?

—Que pienses que te has hecho pipí—no puedo dejar de reírme

—Si no es pipí... es...—dice nervioso

—Sip, he hecho que te corras mientras dormías—explico, no quiero echarme flores, pero soy un Dios.

—Estúpido! Pero que hábil —empieza a reírse el también— ¿Y cómo has sabido que estaba soñando?

—Cariño ¿No te lo he dicho? Hablas dormido—le digo y acaricio su espalda— Y pues estabas gimiendo así que quería que parezca real.

—Quien no quisiera tener un sueño así —dice y se inclina a besarme—Auch!

—¿Que!? ¿Estás bien?—pregunto

—Si... solo un poco dolorido, te has pasado, pero no me quejo—responde y vuelve a besarme—Si este es el castigo me portaría mal siempre.

—No, no lo hagas —está tonto o que—Lo has prometido, aunque si quieres que sea rudo contigo mientras follamos pues puedo hacerlo.

—Si... no me portare mal—dice en tono burlón—Solo lo decía porque me ha encantado.

—Vale, vamos a ducharnos —digo y me levanto de la cama—Si quieres te doy un masaje para que te alivie el dolor.

—Otra cosa quiero que me des—suelta en tono seductor—Pero me voy a partir en dos como sigamos así. Acepto el masaje.

Ambos nos dirigimos a la bañera, dejó correr el agua caliente. Entro yo primero y extiendo la mano a Hyunjin para que pueda entrar. Me siento detrás de él y se sienta entre mis piernas.

—Inclínate un poco para que pueda acariciar tu espalda—digo con ternura y le doy un beso en su hombro izquierdo.

El obedece y se hace hacia adelante. Escucho que suelta una pequeña risita.

—¿Te hago cosquillas? —pregunto

—No, no, es solo que... nunca me cansaré de ti — responde.

—Eso espero, porque si no todo por lo que hemos pasado no ha valido la pena—digo mientras froto su espalda

Los dos somos como un regalo que no esperábamos tener, Hyunjin está un poco más aliviado, no paramos de juguetear y besarnos.

—Quiero devolverte el favor —dice Hyunjin mientras me mira fijamente

—¿Cual favor? —pregunto

—Me has hecho terminar mientras dormía, ahora quiero hacer lo mismo —sonríe y se acerca a besarme.

—Tendrás que esperar a que esté dormido para que puedas hacerlo —respondo entre besos.

—Esa es la cosa. No quiero esperar, ni puedo esperar a ti —dice mientras me acaricia bajo el agua—Como agradezco que tengas una bañera en la que quepamos los dos

Hyunjin toma mi entrepierna y empieza a subir y bajar su mano, yo inclino la cabeza hacia atrás y por primera vez me voy a dejar llevar completamente por él. Se acerca y besa mi cuello en repetidas ocasiones, pasa la lengua un par de veces.

—Si no estuviéramos en la bañera te comería la polla ahora mismo—me rio porque a veces dice las cosas como si sonara como una completa guarrada.

—Si quieres salimos —digo aceptando su oferta.

—No, quiero estar aquí —responde y continúa con sus caricias

—Vale — respondo.

Después de un par de minutos siento que mi cuerpo responde más a las caricias de Hyunjin, entre varias caricias que hemos intercambiado sé que él también está empalmado.

—Ya no aguanto más —dice Hyunjin deteniéndose.

—¿El que?—preguntó.

Hyunjin se coloca a horcajadas sobre mí, en ese momento lo detengo.

—Hyunjin ni traigo condón, lo sabes—sigo viéndolo fijamente.

—Lo sé y no me importa, lléname con tu semen —responde— te deseo tanto Changbin, cada día a cada hora, soy tuyo.

Lo que acaba de decir hace que mi corazón palpite rápidamente, no cabe duda que estoy completamente enamorado de este chico, él se acomoda sobre mí, toma mi erección y se la introduce lentamente.

—Joder!—exclamamos al mismo tiempo

Hyunjin empieza a moverse de arriba a abajo, me encanta sentirlo completamente sin que un plástico me lo impida. Lo tomo de la cintura y lo ayudo a moverse un poco más rápido. El agua que había en la bañera empieza a desbordarse.

—A este paso terminaremos inundando tu casa—dice esbozando una sonrisa y jadeando.

—Vale la pena hacerlo si te tengo para mí—respondo.

Ambos estamos envueltos entre caricias y gemidos, después de tantas cosas por las que hemos pasado por fin lo tengo para mí.

Fruto Prohibido [Changjin]Where stories live. Discover now